En Aguascalientes… ¿Triunfo o triunfalismo?

22 octubre 2022 Ana Delgado

Aguascalientes. Corrida del 447 Aniversario de la ciudad. Plaza de toros Monumental de Aguascalientes. Tres cuartos de aforo. Se lidiaron siete astados de Fernando de la Mora de escasa presentación y juego desigual. Arrastre lento para el sexto con leves protestas. Hubo un regalo de ganadería de San Pablo, mejor presentado sin transmisión.

El rejoneador Tarik Othón: Vuelta al ruedo

Joselito Adame: Oreja y división de opiniones; oreja en el de regalo.

Andrés Roca Rey: Palmas y oreja.

Leo Valadez: Silencio y palmas.

Detalles:

El subalterno Alejandro Prado saludó en el tercio luego de buenos pares.

Parte médico:

Luego nos llegaría un parte médico de que Tarik Othón, quien sorpresivamente se había estropeado el ojo derecho y por ello no irá a Nochistlán, pues ellos se lo perderán: “… fue atendido de urgencia presentando dolor intenso en el ojo derecho, con lagrimeo y visión borrosa. Lesión que probablemente fue hecha por un cuerpo extraño, que ameritó oclusión del ojo y tratamiento a base de antibióticos y analgésicos. Solicitando el oftalmólogo el reposo por 7 días para la adecuada cicatrización“.

Pues que se mejore.

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Una virtud en el ser humano y en la sociedad es ser honesto consigo mismo, cantarse las verdades a la cara, gritarse al espejo y ser reales, ni más ni menos, lo que se es, lo que se tiene, lo que se carece. Porque no es lo mismo triunfar rotundamente a creer en una utopía bien vendida.

Esta tarde en la Monumental de Aguascalientes había sentimientos contrapunteados en el ambiente, por un lado, la alegría de ver las puertas del coso abrirse nuevamente, pero, conforme transcurría el festejo por la puerta de toriles saltaban astados uno más pequeño que el otro, entonces el brillo de la ilusión se fue apagando poco a poco.

Astados en definitiva mal presentados.

¿Y las protestas del entendido del tendido?

Fueron escasas, al parecer la afición exigente agoniza entre un mar de público que o no se da cuenta, no le importa o desconoce la correcta presencia del toro en la plaza.

Se conforman con el oropel, con el celeste de las tablas, o con la pirotecnia al ritmo de la música.

Por otros lares de la escritura taurina se dice y se pregona:

Joselito Adame resultó triunfador y salió a hombros de la afición… bonito título de nota y estampa para la galería, pero rebobinemos el casette, hagamos que las imágenes vuelvan atrás y que así crudas y reales digan lo que aconteció.

Vimos en primera instancia a un Joselito Adame serio, queriendo hacer las cosas con gusto durante la faena del primero de su lote, saludándolo con el capote por chicuelinas y remates con media de buena ejecución. De muleta comenzó por alto firme, con las zapatillas ancladas en la arena y en un palmo remates por alto y desdenes toreros para hacer esperanzar a la afición.

Por derecha tandas aseadas, muleta en los belfos haciéndose de la embestida, cambiados por la espalda y remates de pecho. El izquierdo no era el lado bueno del astado aun así Joselito lo intentó, luego extendiendo de más la faena donde ya no había historia. Estocada entera caída y trasera para que llegara la oreja.

El segundo de su lote un astado muy, muy mal presentado al que poco se le pitó, escupiéndose del caballo. La gente ahí ya no estaba con el toreo. José en derechazos acelerados, sin ton ni son, tropezando en la cara del toro, arrebatado y descompuesto. Todo lo bien hecho con su primero aquí le dijo adiós. Mal con la espada y se retiró entre una marcada división de opiniones.

En el de regalo la cosa no cambió mucho, el toro se movió poco y José intentando hacer las cosas bien. Tandas por derecha cambiados por la espalda, pero a esas alturas de la noche ya la gente estaba en otros menesteres, distraída y sin meterse a la faena.

Por ello el torero hidrocálido utilizó el infalible recurso de pedir la de aquí ¿y cómo no? si José la pide, José la obtiene y vengan las notas de la Pelea de Gallos y ahora sí por arte de magia la gente se metió a la labor, que, por cierto, ya era a un toro totalmente aquerenciado.

No importó porque había música, había fiestita y Joselito presto al engaño dirigido a un sedado público de dulce que no protesta, que no exige, que resquebraja los cimientos de una tradición taurina que encumbró a la otrora afición a ser calificada como La más conocedora de México. Al final Joselito mató de entera trasera y caída y se le otorgó la oreja y su salida en hombros.

¿Es lo que quiere y merece Aguascalientes?

¿El triunfo o el triunfalismo?

Andrés Roca Rey también lidió un lote de poca presencia, una vez más se cuestiona por qué el torero extranjero llega a México con los toros más minúsculos, mostrado tiene por el orbe taurino lo que es capaz de hacer y de lidiar…

¿Por qué mostrar en este lado del océano una versión genérica de sí mismo?

¿O es todo lo que la cabaña brava mexicana tiene?

Con el primero pocas opciones que salió sin atender capotes, el peruano lanceó y remató con revolera. Poca vara apenas empujando, como la gran mayoría del encierro. Con la muleta Roca Rey se lo pasó por derecha, una más con pulso y por naturales ya las embestidas eran menos, algún pasaje con mano baja y nada más. Media tendida y las palmas.

El sexto del festejo otro de poca presentación que tuvo mayor pelea en varas y recorrido en la muleta. Con este el peruano quitó por gaoneras y caleserinas. En el tercio de muleta comenzó rodillas en tierra, luego de pie rematando por bajo, prosiguió con tandas por derecha, cambios de muleta por la espalda y remates por alto conectando con la gente.

Por naturales unos buenos, otros no tan rotundos, el peruano también conoce la fórmula de “la de aquí” –Pelea de Gallos– y la aplicó. Mientras sonaba la música algunas tandas largas mirando al tendido, dosantinas para cerrar; y sí, el astado tenía movilidad, pero faltaba algo para complementar el engranaje: fiereza, quizá, porque parecía ir todo muy tranquilo ante la embestida suave del burel. Pinchazo arriba y estocada entera para que le dieran una oreja y el arrastre lento al astado que no a todos convenció.

Para Leo Valadez ésta no fue su tarde, con el primero esperanzaba con su buen uso del percal y la ejecución y colocación de las banderillas, pero cuando todo parecía ir viento en popa, el astado tenía cierta movilidad, aunque incierto en la embestida. El torero hidrocálido no se encontró cómodo y se fue por el rumbo donde no pasa nada y sin contarnos historias al oído. Mal con la espada y se retiró en silencio.

Con su segundo mucha voluntad, fino con el capote y lucido con las banderillas, sin embargo, ahí no había nada. Leo lo siguió hasta las tablas donde terminó parado. Abrevió con pinchazo arriba y estocada entera para escuchar palmas.

El rejoneador Tarik Othon tuvo una destacada actuación con el primero de la tarde, el joven dominó sus jacas y colocó rejones de castigo correctos y lucidas banderillas largas y cortas, consiguió pasajes emocionantes templando la embestida con sus caballos, mató en buen sitio la gente pidió la oreja merecida pero no se le concedió. La salida al tercio con fuerza y él se dio la vuelta al ruedo.

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