En Algeciras… Ave Victorino, los que van a triunfar te saludan

25 junio 2022 Redacción

Algeciras. Sábado 25 de junio, 2022. Cuarta y última de abono. Con toros de Victorino Martín de gran presentación, por encima de la categoría de la plaza, excelente juego y movilidad, en especial el cuarto premiado con el pañuelo azul.

Antonio Ferrera: Ovación y dos orejas.

Octavio Chacón: Ovación y dos orejas.

López Simón: Ovación y dos orejas.

Detalles:

Brindis de Antonio Ferrera a sus dos compañeros de terna en el segundo de su lote.

Percance sin consecuencias de Octavio Chacón al entrar a matar al segundo de su lote, con ligero puntazo en el muslo izquierdo. No requirió su paso por la enfermería.

López Simón quedó a merced del segundo de su lote, que hizo por él al perder los pies en el comienzo de la faena de capote, quedando aturdido y pasando a la enfermería. Pudo continuar la lidia.

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La esperanza es lo último que se pierde. Y eso es lo que ha pasado en la feria de Algeciras. Tras 12 toros sin transmitir emoción a los tendidos, llegaban los de la A coronada. Los “asaltillados” de Victorino han hecho las delicias de los asistentes al coso de Las Palomas. Con una estampa Inmaculada, de impoluta presentación, parecen los niños desfilando en el día del Corpus con sus trajes de primera Comunión por las calles de nuestras ciudades, con la perfección con que los padres preparan a sus hijos para lucirlos. Los que salieron de Las Tiesas de Santa María y vinieron a Algeciras para levantar una feria que, de no ser por ellos, hubiera caído con pesar sobre el aficionado por la falta calidad en las reses. Las reses de Victorino no abrieron la boca durante toda la lidia, ninguna. Algo tendrá el agua cuando la bendicen.

Antonio Ferrera sacó su lado lidiador con el primero de la tarde, al que solamente puede darle un par de verónicas de magnífica calidad, rematando con una revolera un tanto sui géneris marca de la casa. Mosquero apretó en el caballo de Antonio Prieto, siendo aplaudido el varilarguero por el público que mediaba el aforo de la plaza.

El respetable pide que sea Ferrera quien pareé, declinando el envite y dejando que lo hagan sus hombres de plata. Una tarde que amenazaba en quedarse en agua de borrajas por la aparición del viento de poniente y en la que el diestro Balear, Extremeño de adopción, brinda al público. Y el viento no deja armar a Ferrera una faena completa, imposibilitando que pueda montar la muleta, dejándolo desamparado en la cara del toro, que lo toca en dos ocasiones.

Tiene delante un toro de calidad, mirón, humillador, que se revuelve con rapidez, atendiendo a los trapos pero sabiendo lo que se deja detrás, pero un buen toro. Intento de lidiar por el izquierdo, desiste y acude por el estoque. Con una estocada trasera tendida, siembra una ovación en los tendidos. Aunque no toca pelo, la concurrencia se muestra satisfecha.

Tan importante es saber dar unas verónicas que paren las manillas del reloj, como hacer un trasteo como hizo Ferrera a Estudioso, sacándolo de las tablas y dejándolo en los medios con el remate final. Se nota la diferencia de peso entre los capotes tradicionales y el capote del maestro Ferrera esta temporada, en el momento que algo de viento se levantaba, la suave seda azul quedaba a merced del viento.

Pasado el trámite de los palos, el toro es brindado a los dos compañeros de cartel (Octavio Chacón y López Simón). Y aquí si puede dar rienda suelta a su expresión. El toro embistió por ambos pitones, haciendo surcos en el suelo, siguiendo las telas, sin llegar a hacer un toreo en redondo, pero faltándole poco. Empieza a desarrollar sentido el burel desde la 5 tanda de muletazos y ya sabe lo que hay detrás, a lo que Ferrera impone su tauromaquia con ambas manos, deshaciéndose de la ayuda y ofreciendo los mejores pases de la faena.

Toro que ha funcionado muy bien por ambos pitones. Llegado el momento de la suerte suprema, hace su particular paseíllo y le endosa la espada en lo más alto, rodando sin puntilla. Magnífica actuación que es premiada con dos orejas. Por fin Miguel Mateo Miguelín va a poder ver a alguien por la puerta que preside.

Octavio Chacón comienza la tarde con Minerito. Sería minería a cielo abierto, porque este negro entrepelado de 537 kilos remata saltando al final de cada faena, revolviéndose con rapidez, buscando los tobillos, y la maestría del capote de Chacón hace sacarlo a los medios. Momento de peligro cuando en el momento que iniciaba el remate, Eolo hace acto de presencia y casi es prendido el torero.

Momento de suspiros hondos recorren la plaza. El público reconoce la dificultad de la actuación, sonando las palmas en la plaza. Una vez más, los hombres de oro a caballo fueron aplaudidos tras el tercio, empezando con estas la faena de muleta en la que el viento no deja de hacer acto de presencia.

Octavio Chacón interpreta al cornúpeta y ve que por el izquierdo es mejor que por el contrario, tirando de raza y construyendo una faena en base a esa mano. Al comienzo de la sexta tanda el toro hace por el diestro, no acarreando ningún contratiempo y llevándose un desplante en plena cara. Entrando con la suerte natural, la estocada es ligeramente trasera, teniendo que rematar con el estoque de cruceta a la segunda. Ovación.

No hay quinto malo y Boliviano estaba dispuesto a no hacer ese tipo de concesiones. Cerrando la tanda de capote en la que de nuevo sus pases fueron de excelente lidiador, con una media para poner el colofón. Toro que se revuelve muy rápidamente y que empieza a desarrollar sentido. Pasado las varas, y ya con la tela roja, el toro hace por prender a Chacón por 4 veces, echando un pulso y llevando las de perder el de cuatro patas.

Chacón saca su tauromaquia y le da pases por ambos pitones, con maestría, pero con un resorte por el izquierdo que hace revolverse muy rápido, bajando la mano y haciendo el animal con el hocico surcos en el albero. Al terminar la quinta tanda de naturales y tras volver a tratar de prenderlo, desplante de Chacón en la misma cara del toro, pasando a coger los aceros de matar, dejando una estocada ligeramente caída y delantera que hace rodar al toro sin puntilla. Dos orejas para la buena faena de Octavio Chacón.

El toro previo a la merienda, algo más corta por tener que despejar la plaza para emplazar los fuegos de artificio de cierre de la feria, correspondió a López Simón. Verdadero no le permite hacer nada con el capote, pasando al tercio de varas donde recibe un buen pullazo por parte de Ángel Rivas, siendo aplaudido a la marcha de este. No permite el lucimiento de la gente de plata cuando entran a parear, apretando a los que entran. Posiblemente el menos bueno toro de la tarde, cabeceando cuando sale de la muleta, buscando los tobillos del diestro madrileño. Pinchazo y estocada casi entera, tendida y algo caiga.

El susto de la tarde fue con Macetero, quedando el diestro de Barajas a merced del cárdeno oscuro bragado que hizo por prenderlo al inicio de la faena de capote, cuando López Simón perdió los pies y quedó a la cara de su contrincante. Soberana paliza la que recibe que lo deja semi inconsciente y hace que lo lleven a la enfermería. Tras el paso de unos minutos, vuelve a la plaza comenzando el tercio de varas. Se queja del costado derecho, además de aparecer sin chaleco ni chaquetilla.

La raza se sobrepone al dolor y López Simón apretando los dientes y con síntomas de dolor en el costado derecho, arma una faena por el derecho con algunas tandas por la izquierda, que sin ser un toreo brillante, hace las delicias de los que allí estamos. No consiguen explotar ni toro ni torero. Estocada certera que hace rodar al toro sin puntilla. Oreja por la faena y oreja por el pundonor de salir a torear un contrincante que lo podía haber dejado fuera de juego.

Al finalizar el festejo, salida a hombros de la terna, además del representante de la ganadería en la tarde de hoy.

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