Crónicas

En Nîmes… Poco más que una orejilla para Morante

Nimes (Francia). Cuarta de la Feria de Pentecostés. Más de tres cuartos del aforo. Toros de Jandilla y Vegahermosa (3º), muy justitos de presencia, mansos y descastados; debiluchos.

Morante de la Puebla: Silencio y oreja tras aviso.

Juan Ortega: Ovación tras aviso y palmas.

Pablo Aguado: Silenciado en los dos.

___________________________

En el pecado se lleva la penitencia, algo así dice la sabia conseja popular. Las llamadas figuras del toreo han impuesto desde hace más de dos décadas a las ganaderías comerciales, que “inventen” un toro cómodo, nada agresivo, más bien obediente, de conducta borreguna para pasar tranquilos el rato en el redondel.

Sólo que el abuso llevó a las ganaderías comerciales a la bifurcación hacia un toro violento o a uno que no quiera caminar. Se extremaron las características de la mansedumbre y las llamadas figuras se están quedando sin su comodidad.

Llegó, Morante, a Nîmes y volvió a tener otra desastrosa tarde. Ya van muchas en este año. Salvo aquella faena pulcra a prudente distancia con un animalillo mansurrón que iba a media altura de Alcurrucén en Las Ventas, no hay nada que contar; como ocurre con su primero. Otro toro con debilidad manifiesta por la ausencia de casta y de una mansedumbre a tope. Es lo que exige y no le queda ni chistar.

Con su segundo, que tuvo movilidad borreguna, apareció una de esas faenas que llaman bonitas, pero que carece de la verdad de enfrentar y dominar al toro bravo; para después crear. Hacer “faenas bonitas” al bobitoro, poco deja para la historia por la ausencia de contenido. Le dieron una oreja tras comparecer con el acero. Bueno una más que poco dirá.

Juan Ortega es el caso de un torero artista, en verdad artista que sólo luce y mucho cuando enfrenta al toro bravo, al toro encastado, lo domina y regala al selecto paladar de los conocedores creaciones intensas. Pero, si, pero insisten en ponerlo con los torillos comerciales y con eso no puede rendir, porque pareciera que él mismo niega su grandeza torera.

Por supuesto que un torero de la calidad de, Ortega, puede dejar detalles, pero es tan poco cuando puede escalar el Empire State. Así que dejó detalles en su primero y buenos trazos con la derecha en su segundo. Poca cosa para un gran torero que no es valorado en su justa dimensión.

Y, también estuvo, Pablo Aguado. Un torero al que se le ha colgado el mote de torero artista, pero sólo puede hacer faenas bonitas con lo que la afición ha llamado certeramente el bobitoro. Fuera de esto naufraga en medio del fracaso por sus limitados recursos. Si bien es cierto que todos los toros tiene su lidia, también es verdad que Aguado no puede hallarla como muchos de sus benefactores desearan.

______________________________________________

Les recordamos que el calendario de los festejos de los TorosenelMundo, lo hallarán aquí en nuestra sección de Calendario 

______________________________________

@TorosenelMundo_

_________________________________________________________________________________