En Arequipa… Se yergue indesmayable afición entre aficionados de la Peña Taurina de Yanahuara
La naturaleza es la que nos guía y la razón es la que observa, el hombre debe confiar en la fuerza de su espíritu y ser el artífice de su propia vida”.
Sentenciaba Séneca, hace siglos atrás y nada es más preciso para describir el impulso que motiva a las gentes por ponerlo en práctica. No gente común y corriente. Nos referimos a esa especie en particular que somos los taurinos, en lo indescifrable que resultamos para quienes no tienen la inmensa dicha de serlo.
Algo de eso hemos vivido el fin de semana último en la apacibilidad de esta tierra maravillosa y subyugantemente bella que se extiende al pie del majestuoso volcán Misti: Arequipa, la Ciudad Blanca del sur peruano. Pero más precisamente en el distrito de Yanahuara donde el predominio de sus calles empedradas y portadas labradas en el sillar volcánico se hace ostensible.
Aquí en Yanahuara, existe un grupo de aficionados de hueso colorado que entre mayores y jóvenes mantienen ese hilo conductor, que se resiste a ceder, entre mantener viva la fiesta taurina y cultivar y fomentar la afición a ella.
Cierto que ya no hay festejos importantes en Arequipa, cuando se extinguió la actividad en aquella plaza tan simpática de Miraflores. La desidia de picarescos organizadores la trajo abajo.
Pero ese es otro tema. De momento, el fervor y entusiasmo sigue vivo en aficionados como los que se agrupan en la Peña Taurina de Yanahuara, que hoy precisamente cumple su quinto aniversario celebrándolo, como no podría ser de otro modo, con un Festival Taurino, totalmente gratuito, en el Círculo Unión al que han convertido en el bastión que sobrevive para albergar la fiesta, en su representación menor si se quiere pero que contribuye a no extinguir la llama que estamos seguros más temprano que tarde volverá a flamear en toda plenitud por estas tierras.
Hicieron el paseíllo en representación de toda la peña, sus miembros más osados, puestos y prestos para hacerle frente a exigentes vacas de la ganadería de Santa Isidora, de propiedad de don Hipólito Chacón Quispe, de las que destacaron nítidamente tres buenas pupilas suyas. Nos referimos a Rafael Begazo, Juan Carlos Carreño, Alonso Carreño, Duilio Delgado, Marcos Herrera Marquinho, Rodrigo Arce, Buenaventura Arce, Paulo Herrera Paulinho quien es el estandarte más representativo pues su condición de torero aficionado y miembro de la limeña Asociación de Toreros Aficionados ATA, así lo acredita, a todos ellos se suma el presidente de la peña Aldo Lozada.
Los acompañaron los matadores de toros Franco Salcedo y Kuntur Alfaro; los toreros aficionados y emblemáticos miembros de la ATA, Enrique Sifuentes y José Ignacio Bullard. Repasaron, el novillero Julio Alguiar y los aspirantes Marcel Yábar y Antony Ibarra Morenito de la Moya. Como varilarguero participó Fran Díaz Olivares.
Resultaron triunfadores obteniendo sendos trofeos simbólicos, José Ignacio Bullard, que toreó gustándose mucho con una suavidad pasmosa; Kike Terremoto Sifuentes con toda la transmisión que genera; y el más representativo miembro torero de la peña, Paulo Paulinho Herrera que deleitó con su toreo variado y sosegado.
Tuvimos a bien hacer un tiempo para estar con ellos y vaya que lo disfrutamos entre gente bien intencionada, vernos con caras conocidas venidas de todas partes del Perú y participar de esta celebración exultante plena de afición verdadera. Destacó la presencia del matador de toros en retiro Paco Chávez y del connotado aficionado arequipeño Elmer Rubina, entre varios más.
¡Enhorabuena a la Peña Taurina Yanahuara por este quinto aniversario, que sean muchos más!
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