En Huelva… El Cid abre la puerta gran con un gran toro de Cuadri
Huelva. Jueves 1 de agosto. Primera de la Feria de las colombinas. Toros de Cuadri, bien presentados y de juego desigual, bravo el 4° de vuelta al ruedo. Más de media entrada.
Manuel Jesus El Cid: Ovación con saludos y dos orejas tras aviso
Manuel Escribano: Silencio y ovación con saludos;
Rafael Serna: Ovación con saludos tras aviso y silencio tras dos avisos.
Detalles:
Saludaron en banderillas Curro Robles con el primero y Lipi y Juan Maguilla con el cuarto.
El 4º, Rebaja de nombre, número 46, de 568 kilos, nacido en 01/15, negro zaino, bravo, premiado con la vuelta al ruedo.
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El Cid ha logrado una de las cumbres de su última temporada en una de las plazas que le vio surgir. Huelva ha tenido la gran suerte de despedirse de este torero presenciando una de sus faena cumbre. Su proverbial toreo al natural salió a relucir en el cuarto de la tarde, cuajando a un gran toro de Cuadri al que entendió a la perfección de principio a fin. Tanta fue la profundidad y la magia de su toreo que el público, como en un espejismo, pidió el indulto del toro. Pero no era de indulto el de Cuadri y sí de triunfo grande y estela para la historia la faena del torero de Salteras.
Ya en su primero evidenció un gran nivel. El Cid estuvo lidiador con el capote, construyendo la embestida de ese primer toro de Cuadri, un animal que ya dio síntomas de pararse en este primer tercio y también en banderillas, donde se lució Curro Robles, que se desmonteró. Sin embargo en la muleta se movió en las dos primeras series, permitiendo que ligara los muletazos y creara buen ambiente en los tendidos. Fue al natural cuando el torero se templó más y consiguió los muletazos de mayor calidad de la faena. Lástima que durara solo esa serie por ese pitón, parándose en la siguiente. Mató de estocada y descabello y fue ovacionado.
En el cuarto El Cid brilló con el capote. Recibió con bellos delantales al de Cuadri, gustándose en lances que fueron coreados con sentidos oles por la afición de Huelva. Lipi saludó en banderillas después de pasar apuros y emplearse con valor en el segundo par. El de Cuadri se movía bien y El Cid lo llevó a los medios y allí comenzó a torearlo con la derecha en una primera serie reunida y ligada. Cambió a la zurda y ligó tres naturales y el de pecho enormes. Igualmente profunda fue la segunda por ese lado, con muletazos largos y lentos, arrastrando la muleta. Comenzó la sinfonía que acabaría con el triunfo incontestable del torero. Cambió a la derecha y siguió imprimiendo profundidad a la faena. Volvió a la zurda y el toro empezó a desentenderse un poco. Quiso dar una serie más con la derecha pero el toro ya no respondió igual. Sí lo hizo en la última serie al natural, volviendo el toreo de cante grande. Una parte del público pidió el indulto para Rebaja, que así se llamaba el de Cuadri, pero el presidente no lo concedió. El Cid entró a matar y dejó una gran estocada que puso en sus manos las dos orejas. Huelva fue testigo de una gran obra. La última del Cid en esta plaza en la que logró grandes triunfos a lo largo de su carrera.
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