En Céret… Dura y complicada corrida de Saltillo; Dio emoción y peligro

14 julio 2019 Philippe Gil Mir

Céret (Francia). Tercera y última de la Feria “Céret de Toros”. Se lidiaron seis toros de Saltillo, serios y muy bien presentados, aunque desiguales de hechuras y complicado juego en conjunto, pero con casta. Destacó el buen primero, encastado. Manso perdido el sexto. Tras cuarto de entrada.

Fernando Robleño: Ovación tras aviso y pitos

Javier Cortés: Ovación y silencio

Gómez del Pilar: Ovación tras dos avisos y ovación.

Detalles:

Saludaron en banderillas Iván Aguilera, Raúl Ruiz y Pedro José Cebadera todos de la cuadrilla de Noé Gómez del Pilar.

El premio de la ADAC (Association Des Aficionados Céretans) al mejor tercio de varas, quedo desierto. Lo mismo fue para El Club Taurino de Bruxelles.

La Peña Taurina “La Muleta“ de Arles otorgo su premio al mejor picador a Tito Sandoval.

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La última de Feria, siempre es el cartel con más atractivo que presenta la ADAC y ha sido una corrida para los aficionados “céretanos”, quien saben lo que quieran buscar: El toro-toro. Un cartel torista, con casta, emoción, peligro, valentía… pero a esos adjetivos también se unieron el de la mansedumbre, pero más que interesante en su conjunto y de enorme seriedad. El cierraplaza, ese sí, fue un manso de solemnidad. Salvo este sexto, todos han sido aplaudidos en el arrastre y los seis ovacionados de salida por su presencia. Corrida con la que nadie se aburrió porque se movió y puso en serios aprietos a todos los toreros. A los de oro como los de plata.

Abrió la tarde el veterano Fernando Robleño, hasta hoy, uno de los ídolos de la afición de Céret. Recibió sometiendo por doblones. Contra el peto, se reveló encastado, tomó dos puyazos en regla y de buena colocación. Brindó al respetable, hasta hoy, tan amable con él. Pero ya se pusieron las cosas más complicadas para el madrileño. Se orientó con prontitud el astado y Robleño lo lidió aprovechando los viajes sin cruzarse en exceso y abusando del pico de la muleta. Mató de dos pinchazos y una entera. La casta del burel hizo que se alagara el tiempo en echarse. Tras un aviso recibió una ovación.

Muy mal picado el cuarto en los tres encuentros con carioca, No se respeto el tercio de varas y salió el del castoreño bajo los pitos. Con las banderillas, no se confiaron los de plata, tuvieron que clavar a la media vuelta. Con la tela roja el de Saltillo resultó soso y deslucido, se movió sin gracia saliéndose de la suerte con la cara alta. Tampoco Robleño puso de lo suyo, no se arrimó en ningún momento, toreo descolocado, pegando pases sin decir nada. El publico estuvo a su contra y se aburrió Robleño que abrevió bajo los pitos del respetable. Mató de un pinchazo hondo agarrado y se hecho el de Saltillo sin ser herido de muerte. Complicada la labor del puntillero que enfado al tendido y también al alguacilillo. ¡Robleño tuvo que aguantar los pitos de Céret!

Menuda papeleta tuvo que resolver Javier Cortés. Tras un buen recibo capotero rematando con una sabrosa revolera en los medios, fue llevado al peto y allí fue castigado en demasiado sin ningún lucimiento del varilarguero en las tres ocasiones. Salió del redondel bajo los pitos. En banderillas causo un atentico pánico entre los hombres de plata, hay que resaltar allí la presencia y buena colocación de Gómez del Pilar. Costoso ha sido colocar cuatro palitroques a la media vuelta. En la muleta de Cortés desarrolló mucho sentido y se vio rápidamente podido. Embistió con la cara alta por lo que pocas opciones tuvo el de Getafe. Lo intentó por ambos pitones haciendo el oficio. Bien sabemos, que los aceros, son complicado para este torero y lo sigue demostrando matando de un pinchazo hondo y una entera caída. A pesar, recogió una ovación.

De mucha alzada salió el espectacular quinto, veleto, barbeo las tablas desde su salida y puso en apuros a Javier Cortés con su percal. Otro astado que no mereció un tal tercio de varas. Poco afortunado en las tres ocasiones Rodríguez. Salió del ruedo bajo los pitos. Inició su labor muletera por doblones e intentarle bajar la cara, pero el toro siguió con la suya sin humillar, poco pudo, o supo, ni quiso Cortés. El de Saltillo se fue sin torear. Mató de tres pinchazos y una entera desprendida. Fue silenciado.

El torero de Parla se entregó en un buen saludo capotero ante el tercero, rematando con una buena media. A la punta de la vara de Tito Sandoval resultó muy violento y supo el picador aguantar las ásperas embestidas que hicieron sonar el estribo. En banderillas se lucieron tanto Iván Aguilera como Pedro José Cebadera que recogieron su ovación. Brindó su trasteo al publico e inicio con doblones sometiéndole hasta los medios en seis ocasiones. El toro resultó listo y poderoso que no perdonó un fallo. Hizo lo mas meritorio de la tarde Gómez del Pilar. Con oficio llegó a resolver con dignidad las dificultades de su enemigo. Mató de un pinchazo y una entera. Tuvo que usar el descabello en tres ocasiones por lo que se oyeron dos avisos. Y recogió una ovación con saludos.

El que cerró plaza y feria, fue un manso de solemnidad, desde salida, lo apuntó, barbeando las tablas. Se frenó en el capote del diestro madrileño, lo que demostró las condiciones que nos iba a ofrecer. Casi imposible de picarlo, se cambió los terrenos, cruzando las rayas y siempre el toro huyó. Poco faltó para que el palco sacara el pañuelo rojo. Brillante oficio el de Raúl Ruiz y Pedro José Cebadera con las banderillas, ambos recogieron una merecida ovación. El astado resultó imposible para la muleta y cualquier lidia. Una prenda. Fue un tercio de los que se lograban en el siglo XIX con el fin de preparar el astado a la suerte suprema, lo cual fue lograda con una entregada entera un pelín desprendida. ¡Y qué duro fue para morir! Tuvo que usar del descabello en dos ocasiones. Fue recompensado por una merecida ovación. Este toro fue el único que se ha pitado en el arrastre.

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