En Madrid… Tres orejas para un espontáneo Ferrera

Pablo Bielsa 01 junio 201901 junio 2019 España, Por Pablo Bielsa

Las Ventas. Sábado 1 de junio de 2019. Decimonovena de la Feria de San Isidro. Tres cuartos de plaza. Toros de Zalduendo. A destacar la buena clase del primero, el resto manseó.

Antonio Ferrera: Oreja con gran petición de la segunda y dos vueltas y dos orejas tras aviso.

Curro Díaz: Ovación y ovación.

Luis David: Ovación tras leve petición y ovación tras aviso.

Detalles:

Antonio Ferrera tuvo que salir a recoger una ovación tras el paseíllo.

Los toros de Zalduendo lucieron divisa negra por el fallecimiento de Fermando Domecq, antiguo propietario en la actualidad en manos del empresario y ganadero mexicano Alberto Bailleres.

Parte médico de Luis David Adame: Con dos heridas por asta de toro, una en región perineal izq con una trayectoria ascendente de 5 cm que contusiona uretra y otra en región perianal de 5cm. Contusiones y erosiones múltiples
Es intervenido quirurgícamente bajo anestesia general en la enfermería de la Plaza de Toros Pasa a la Clínica de la Fratemidad Muprespa Habana. Pronostico: Reservado Fdo: Dr. D. Maxime Garcia Leirado

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Lo recibió Antonio Ferrera a la verónica. Intentó llevarlo a los medios para conducir la embestida de un primero que salía despistado. Buen espectáculo en banderilllas. La faena la comenzó en los medios al natural, con gran valor. El toro se vino arriba en la muleta, humillando con mucha clase. Tiró la espada de ayuda para mostrar la verdad que venía a demostrar a Madrid. Un cúmulo de cosas diferentes reunió para encantar a la afición madrileña. Esperó al toro para matarlo a una distancia de veinte metros y la estocada fue certera aunque caída. La petición fue innegable y las protestas abundantes por no conceder el segundo trofeo. De los gritos de clamor de la gente decidió dar dos vueltas al ruedo.

Recibió Ferrera al cuarto de la tarde, un toro que tanto en el caballo como en banderillas no fue fácil debido a su cara alta. Lo intentó corregir el torero con la muleta desde los inicios. Por el izquierdo aprovechó para dejar buenos naturales que levantaron algo el ánimo del tendido. Fue mejorando la cosa con unos trincherazos que levantaron al público de sus asientos. La estocada fue caída. Sorprendentemente el tendido pidió hasta la segunda oreja, y en un acto de reconciliación el presidente llegó a conceder los dos trofeos.

Curro Díaz toreó al tercero. No mostró especial interés el astado por la capa roja. Cumplió en el caballo. El brindis fue desde el tercio y para el público. Comenzó la faena intercalando pases por debajo y por arriba para tantear los puntos fuertes del animal. Sin embargo, no transmitió. Tampoco se terminó de ver cómodo el maestro, dejando tandas con la mano muy alta y rozando en muchas ocasiones el pitón con la muleta. Tomó la espada y dejó una estocada en muy correcta posición que fulminó al astado.

Con templanza trató de recibir Curro Díaz al quinto. No se empleó en el caballo. Trató el animal de buscar las tablas en todo momento. Se puso anteponer el de Linares con la muleta, para evitar que se aquerenciase más todavía. Fue muy inteligente toreándolo por el derecho desde el tercio. Puso todo de su parte, ya que el animal no puso nada. Al no haber opciones cogió la espada para clavarla hasta el fondo.

Muy similar a sus hermanos salió el tercero para Luis David Adame. Aprovechó el joven pasa dejar un buen quite por chicuelinas. Comenzó la faena sacándolo a los medios pero la gente ya se encontraba desconectada de la faena. La poca humillación no valió para remediarlo. No obstante, supo el mexicano conservarlo para aprovechar alguna tanda al final. Concluyó por manoletinas para rematar con un estoconazo instantáneo.

Con carencia de fuerzas salió el sexto, el cual fue protestado. En la muleta lo tanteó por alto con estatuarios y el tendido volvió a atender. Lo sacó a los medios, donde le apretó por abajo y en un cabeceo feo lo prendió feamente volteándole por los aires al joven. Le llevaron a la enfermería pero Ferrera aguantó y se abrió la puerta de la enfermería, por la que salía el mexicano. Fue todo un acto de valor que el público apreció y ovacionó. Continuó por redondos por abajo para posteriormente dejar una serie por bernardinas. Con la espada no tuvo tanta suerte.

En resumen, una tarde con poca bravura pero un gran nombre: Antonio Ferrera. Los dos restantes tuvieron menos opciones. A pesar de las trifulcas del tendido con el palco y si fue justo el premio o no, hoy la entrega de los toreros se ha sobrepuesto y puedo decir que “He estado en los toros”

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