Opinion

Lo comenta Miguel Ángel Yáñez… Ya solo nos quedan 33

Comenzó San Isidro, el del bombo, el mundial del toreo, el del productor. ¿Por cierto, alguien sabe algo de él o le ha visto el pelo?

Y los timbales y clarines sonaron a las siete de la tarde y se abrió el portón de las ilusiones, las de los toreros, ganaderos, aficionados y público en general; pero en la primera del largo serial isidril, nada de nada.

Vamos, que se cumple aquel dicho popular del que dicen que “hay quienes no quieren a los hijos con buenos principios”, y eso es lo que ha pasado en la primera de las 34 tardes anunciadas en la Monumental de Las Ventas. Una tarde de esas de “ni bueno, ni malo, ni regular”; es decir, anodina. Toros de La Quinta, que sí, pero que no; y toreros de los de la parte media tirando a baja del escalafón, a los que les hace más falta un “triunfo” que el comer; pero tampoco, nada de nada. Por lo que al término de la corrida, el comentario generalizado era el de….”ya solo nos quedan 33”;

33 tardes las que esperemos que remonten el vuelo taurino y se encarrile la Feria con los sabores a buena tauromaquia, la de verdad; como la que se ha vivido en alguna de las tardes en La Maestranza de Sevilla, casi en el epílogo de su Feria de Abril, celebrada y vivida este año en Mayo.

Que así sea por el bien de todos y sobretodo, por el bien y la grandeza de la Fiesta Taurina. Y que viva el Santo Patrón de Madrid, San Isidro; que nos une y reúne cada año por su festividad, en torno al ruedo de Las Ventas del Espíritu Santo, durante algo más de un mes.

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@miguel_a_yanez

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