En Madrid… Un “quiero y no puedo”

14 mayo 2019 Diego Estévez

Las Ventas. 14 de mayo de 2019. Primera de la Feria de San Isidro. Dos tercios de entrada. Toros de La Quinta. Fueron bravos, con algunos matices. Pudieron ser más exprimidos.

Rubén Pinar: Silencio y silencio.

Javier Cortés: Ovación y silencio.

Thomas Dufau: Silencio y silencio.

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Estrenó Rubén Pinar el ciclo Isidril con un astado que de primeras buscó la querencia. No arreó con demasiada prontitud al caballo, y se estrelló en el peto. El tercio de banderillas fue algo desastroso, y pasó sin pena ni gloria.

Tras brindar la faena al Dr. Máximo García Padrón, comenzó por derechazos intentando sacarlo a los medios. Sin conectar demasiado se lo pasó a la mano izquierda, pero el hecho de que el toro no bajaba apenas el morro para humillar de la forma debida, imposibilitó la ligazón. El toro siempre se quedó a media embestida, y no dio opción.

El cuarto fue para Rubén Pinar. Salió rajado renegando del capote y buscando tablas. No quiso acudir al caballo. Supo ver bien con la muleta que el pitón derecho debía ser por el que torease. Con quietud supo extraer tandas que emocionaron al público.

Al natural también alargó con profundidad los muletazos. Le faltó colocación y fue protestado por cierta parte del tendido. El toro embistió con ganas durante toda la faena. Finalizó por manoletinas y una estocada entera tras un metesaca recibiendo al animal.

Abrió Cortés a la verónica a un toro que se enganchó con prontitud en el capote. El toro transmitía algo diferente a su hermano. En la faena, lo sacó a los medios y pronto vio que el pitón izquierdo iba a ser el suyo. Dibujó unos naturales de gran gusto volando la muleta sobre la cara del animal. El toro respondió al toque del trasto. El público aplaudió la buena posición del diestro. La estocada fue entera aunque algo caída. Cosecharon ovación toro y torero.

El quinto salió con brío, y arreó bien al caballo incluso derribándolo. Fue ovacionado Juan Francisco Peña en la segunda puya, dejando paso a una tercera, que costó, y fue tardía. El toro no demostró en esos momentos su bravura. Cortés comenzó su faena contando con el favor del respetable, quien estuvo atento desde el inicio.

Le dio distancia, toreando con la diestra, y ligando tandas de categoría. Aprovechó Cortes su médico buena embestida para despachar con solvencia los primeros compases de la faena. Poco a poco el toro se fue viniendo a menos, y el torero no pudo conectar ni con él ni con la atención del público. Se le esfumó el toreo en redondo, porque el toro acometía, pero no consiguió cuajar su actuación.

Dufau se fue a chiqueros para recibir a portagayola al tercero de la tarde. El astado, tras arrear al caballo y ser mal picado, perdió las manos en alguna ocasión. Seguidamente, el tercio de banderillas ha resultado rápido y sin incidencias. Arriesgado fue por parte de la cuadrilla del francés. El brindis dedicado al inicio de la faena fue dirigido al público, para más tarde comenzar en los terrenos del 9.

Con solvencia y criterio, Dufau vio en el pitón derecho del toro un lugar para poder sacar jugo. Y así fue, consiguió unas buenas tandas por esa mano con las que el público rugió. Más tarde se lo pasó al otro pitón, por donde pudo sacar también algún pase de calidad. Sin mas dilaciones, pasó a matar, con una media estocada que no fue efectiva.

Thomas Dufau cerraba plaza ante un toro con poca transmisión en la salida. El público se encontraba ya algo decepcionado y cansado. En banderillas se intentaron lucir los subalternos con poco triunfo final. La faena estuvo carente de significado y el tendido empezó a irse. Remató con una estocada entera derivando en el silencio.

En suma, la tarde inaugural de San Isidro resultó un “quiero y no puedo” ya que los toros estuvieron por encima de los toreros, pudiendo estos últimos sacar más partido de los astados. Hubo detalles de calidad, y buenas formas en alguna de las faenas, pero no termino de romper la tarde. ¡Viva la Fiesta!

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