En Valencia… Vuelve Ureña con una sonrisa plena e impregna de alegría las Fallas taurinas

16 marzo 2019 Redacción

Valencia. Sábado 16 de marzo de 2019. Octava de la Feria de Fallas. Se lidiaron seis toros de Juan Pedro Domecq, de distinta presentación y juego para el mano a mano entre Ponce y Ureña, por incomparecencia de Manzanares, recientemente operado. Lleno en los tendidos.

Enrique Ponce: Palmas, Oreja y Ovación.

Paco Ureña: Palmas, oreja y ovación.

Detalles:

Parte Médico Enrique Ponce: Durante la lidia del primer toro ha ingresado en esta enfermería Enrique Ponce el cual presenta herida incisa oblicua de arriba a abajo y de dentro a fuera en el surco labial de unos 4 cms, entre orificio nasal derecho y labio superior. Se realiza sutura bajo anestesia local. Pronóstico: Leve. Firmado, Dr. Zaragozá.

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Tarde de plenitud torera, sintiendo por parte de la afición la falta de Manzanares, pero sin devolver entradas, lo que hizo que la plaza estuviera llena, y se viviera una tarde de esperanza en el toreo, con la veteranía del valenciano Ponce y el revulsivo de la vuelta del pundonor con el murciano Ureña.

Ponce sufrió un pequeño corte con el estoque al matar a su primero, sin mayores consecuencias, pues continuó la lidia de los otros dos que le correspondieron en el mano a mano.

Con el primero de Ponce, a punto de derribar al caballo en el primer embroque, en el que aparentó empujar, aunque luego se vino a menos. Un ajustadísimo quite por gaoneras de Ureña, que pone a tono al respetable, dando la sensación de que no había dejado de torear. Brindis de Ponce a Ureña. Buen tranco del Juanpedro, que para en el cuarto, dando respuesta a su buena embestida. Dura poco y Ponce se alivia por la derecha, con un toreo periférico. Pinchazo y estocada desprendida, que resulta suficiente. Palmas

Salió el tercero con muchos bríos, pero enseguida queda aplacada su fiereza y se queda suave y dócil, y Ponce, tras brindar al público, le administra una faena, de mucha apariencia y menos verdad, aunque satisface al público, y tras una estocada caída, saca los pañuelos y el presidente le concede una oreja.

En el quinto y tercero de su lote, Suena la floreá del trompeta de clarines; el de Chiva vuelve a brindar al público. Faena de lustre al Juanpedro que no imprime ningún miedo escénico ni mucho menos, pero que cumple con su cometido de docilidad para permitir a Ponce que se luzca con esas poncinas, con las que nos tiene acostumbrados en los últimos tiempos. Para la faena para escuchar unos cantes desde el tendido, y mata a la quinta entrada, siendo aplaudido, al igual que el Juanpedro al ser arrastrado.

Sale este segundo, primero del murciano, muy corretón, dando dos vueltas al ruedo, hasta que Ureña lo para con maestría, llevándolo por verónicas hasta el centro del ruedo. Brindis al público, siendo muy ovacionado. Tras unos ajustados ayudados por alto, se centró con la diestra, pero el toro se vino abajo y la transmisión fue mínima, aunque acorta mucho las distancias con la zurda y se ajusta, pero la gente no le da importancia a ese esfuerzo. No acierta al matar, entrando en varias ocasiones, siendo aplaudido por el público, para darle ánimos.

El cuarto, con peso suficiente, sale de forma fulgurante, pero denota poca casta y su comportamiento es agradable, dejando lucirse a Ureña, con sus arrimones y su ajustada zurda, que da la sensación que Ureña disfruta con el toreo realizado, pues no está acostumbrado a tanta facilidad en sus comparecencias habituales en las plazas. La fiesta acaba de forma feliz, con un pinchazo y una estocada entera, que estimula al respetable a sacar sus pañuelos, que hacen al presidente conceder una oreja.

Sale el sexto, que es el de más peso del encierro, con largo cuerpo y corto pitón. Se encuentra a gusto Ureña, y le compuso una faena alegre, dándole distancia y toreando sin mucho ajuste por la derecha, y muy de cerca por la izquierda, hasta el punto que estuvo a punto de darle un susto. Se acabó parando el Juanpedro, al que Ureña exprimió totalmente, tratando de aprovecha la oportunidad de poder torear estos toros, con el que siempre será Rey Fallero, D. Enrique Ponce. Bernadinas de remate muy ajustadas, pero no remata con la espada, pinchando, escuchando un aviso, y siendo despedido con una fuerte ovación.

Mañana Jandilla y Vegahermosa para Diego Urdiales, Sebastián Castella y Cayetano, que les contaremos, Dios mediante.

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