En Albacete… Ver una plaza a reventar, ¡Pone!

13 septiembre 2018 Redacción

Albacete. Jueves 13 de septiembre. Lleno de “No hay billetes”. Sexta de la Feria Virgen de los Llanos. Se lidiaron toros de Daniel Ruiz, desiguales de presentación y juego. Primero y segundo francamente anovillados. Devuelto el cuarto tras partirse un cuerno, jugándose en su lugar un sobrero del hierro titular. Deslucidos los dos primeros, mansos y descastadones en general.

Enrique Ponce: Silencio y dos orejas.

Julián López El Juli: Palmas y oreja con fuerte petición de la segunda.

Andrés Roca Rey: Dos orejas y ovación tras leve petición tras aviso.

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Es fácil comentar y decir sin esconder palabra, que Roca Rey llenó la Chata, pero eso se vio y se comprobó, al margen de que la terna fuera tan importante como Ponce y El Juli, ni más ni menos.

Ponce en su primero luchó (si así se puede decir), con Limpiador, protestado de salida, aunque ya en Albacete se han ensanchado los galillos, se traga con el lanar y además se pone el cartel de “No hay billetes”.

¡Todos contentos!

Justo de fuerzas y justito de embestidas, lo que hace abreviar al de Chiva. Silencio, sin pena ni gloria.

El 4° de nombre Finito, era el de mayor peso de la tarde con 526 kilos. Lo recibe con unos doblones y tras una vara, sin grandes pujanzas, autoquita Ponce, con chicuelinas a pies juntos. En banderillas, este colorado se pega un volteretón, que suplía la vara no tomada, pero se parte un pitón, y el presidente opta por cambiarlo. Llaman a los mansos, pero Clorito no sale, bastándose Mariano de la Viña para encerrar solito al bovino del cambio.

No parecen conformes, ni ganadero, ni torero, ni el empresario Caballero, ni el mismo ganadero.

Salió el primer sobrero, castaño de nombre Marisquero, con 499 kilos, pegando arreones y con las manos por delante. Brinda Ponce a su peón Mariano, que ha sido el pregonero de la Feria Taurina de Albacete. Hace Ponce honor al cariño que le tiene a Mariano, y se lanza de rodillas, como si de un un simple novillero se tratara, cortándole dos orejas al bovino.

Lo que provoca Roca Rey.

Enemigo se llama el 2° del festejo que perteneció a El Juli, con 483 kilos de romana, anovillado. No quiere mucho piquero, tomando una varita en varias rachas, es decir, sin fijeza ninguna, cual manso. Quita por zapopinas, su creador fue en la década de los ochenta, Miguel Ángel Martínez El Zapopan.

Le deja respirar al bovino El Juli entre tanda y tanda, algo o muy separadito, rematando con adornos por alto, para no molestar mucho.

No parecen felices, ni El Juli ni su apoderado LuisMa, así que abrevió dejando una estocada algo baja que resulta suficiente. No deja contento a nadie. Pitos al toro.

En el quinto, se pone las pilas, El Juli, espoleado por su propia raza, y porque sus compañeros de terna ya salen por la puerta grande.

Tras un toreo firme, con más verticalidad de lo habitual, sobretodo últimamente, mide la capacidad del toro, exprimiéndolo hasta la última embestida. Pincha sin soltar y cobra estocada con el julipié, a la segunda, pero el presidente, se niega a conceder el segundo trofeo, y es pitado, tras la vuelta al ruedo con la oreja cortada.

Roca Rey sale en el sexto, a revientacalderas, recibiendo de rodillas al astado. Brinda a su hermano que se estaba en el callejón. Plantea una faena, con toda variedad taurina, pero al no matar de forma ortodoxa, y a pesar de la petición que fue estentórea, el presidente no le otorga el trofeo.

No importa, porque ya tenía dos orejas en el esportón y la puerta grande asegurada.

Dejamos para el final de esta crónica, la actuación de Roca Rey en el primero de su lote, es decir, el tercero de la tarde, porque aquí ocurrió lo más importante.

Almendrito de 512 kilos, más cuajado que sus anteriores, algo tocadito, al que lancea Roca Rey, después por chicuelinas, poniendo algo de calor a la tarde, aunque de temperatura andamos bien con los 30 grados que tenemos.

Se muestra algo reservón el de Daniel Ruiz, al principio de la faena, escarbando, pero el peruano le porfía, haciendo que se confíe, midiéndole las distancias y ajustándose con la muleta por la espalda. Estocada. Dos orejas y a merendar que en Albacete es algo primordial cuando se va a los toros.

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Fotos: Por cortesía de María Vázquez @lataurinomanch2