En Huesca… Vueltas al ruedo para Serranito y Emilio de Justo

11 agosto 2018 Philippe Gil Mir

Huesca. Sábado 11 de agosto de 2018. Segunda de la Feria de la Albahaca. Se lidiaron toros de Adolfo Martin bien presentados y de juego desigual, de la nobleza hasta el mal genio. Más de tres cuartos de entrada.

Juan Bautista: Silencio y silencio.

Paul Abadía Serranito: ovación con saludos y vuelta al ruedo tras petición.

Emilio de Justo: ovación con saludos y vuelta al ruedo tras petición.

Parte Médico de Serranito: Paul Abadía fue operado de una cornada en zona perianal izquierda, con un orificio de entrada de 6 centímetros de diámetro y dos trayectorias, una hacia delante de 20 centímetros que arranca la red colateral venosa y diseca la pared del recto; y otra posterior de 10 centímetros que llega al isquión y arranca red venosa colateral y alcanza el esfínter anal. Pronóstico grave, pasa al hospital San Jorge.

Parte Médico de Rafael García: Traumatismo en la muñeca derecha con edema estilo-radial, impotencia funcional y dolor. Se coloca férula de yeso. Se remite para estudio radiológico.

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El primer toro de Juan Bautista, abierto de cara, tal vez fue demasiado picado, y eso propició que diera poco de sí en el último tercio, parándose muy pronto pues no tuvo recorrido, ni el torero que poco le sacó al astado, aunque realizó una faena aseada y breve rematando con molinete. Mató de un pinchazo y media estocada desprendida. Fue silenciado.

El cuarto de la tarde, y segundo para el torero francés, fue un toro flojo que apenas se prestó. Bautista Lanceo buenas verónicas de inicio ganado terreno. Lo llevó al caballo con chicuelinas al paso. Tampoco el toro ofreció muchas posibilidades y, al ver que no podía hacer prácticamente nada de tan desabrido oponente, optó por irse a por a la espada. Mató de una estocada entera y desprendida.

Con el segundo de la tarde para Serranito, consciente de lo que mucho que se jugaba esta tarde en Huesca, salió a por todas, tratando de agradar para aprovechar la oportunidad que tenía. Pero se le notó con falta de oficio. Su enemigo no le dejó estar quito, un toro con intenciones peligrosas, que, después de avisarle en tres ocasiones, al final consiguió el de Adolfo Martin cornearle en la zona perianal. Se quedó en el ruedo hasta finiquitar con él. En el momento de apuntillarlo, el subalterno Rafael García fue lesionado en la muñeca derecha y pasó por la enfermería para ser atendido. El torero aragonés, lejos de meterse para la enfermería, pidió que le vendaran la zona para mantenerse en el ruedo y poder dar cuenta del segundo de su lote.

El quinto toro permitió buenas verónicas de Serranito que con entrega y valentía lo llevó hasta los medios, pero el torero, muy mermado de facultades, no pudo redondear. No obstante, lo intentó Serranito, que buscó el abrigo de las peñas de sol, más fue imposible estructurar faena lucida. Sin embargo, el respetable agradeció la vergüenza torera demostrada. Mató de una estocada entera en lo alto. Dio una vuelta al ruedo tras petición y pasó por el quirófano para ser operado de lo que al final fue una cornada de pronóstico grave.

Emilio de Justo anduvo firme y solvente con el tercero, que se quedaba a medio camino en sus embestidas. El toro no terminó de repetir y desplazarse, aunque el cacereño, de uno en uno, extrajó muletazos suaves, entendiendo bien la condición del toro, mejor por el pitón derecho que por el izquierdo, por donde tenía menos recorrido. Sincero, con torero clásico, intentó torear con despaciosidad. Mató de un pinchazo y una estocada entera. Fue ovacionado en el tercio.

Con el que cerró plaza lo recibió lidiándole para atrás hasta los medios. Brindó Emilio de Justo su oponente al público. Pero tampoco este astado no acabó de romper para adelante, y con el que nuevamente hubo más torero que toro, consiguiendo buenos naturales templados y encajado por ambos pitones. Mató con un pinchazo y una estocada entera hasta la bola y tuvó que conformarse con una vuelta al ruedo tras petición.

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