En Madrid… La entrega de Cayetano pudo a la mansedumbre
Las Ventas, 1 de junio de 2018. Vigésimo sexta de la Feria de San Isidro. Lleno de “No hay billetes”. Toros de Victoriano del Río. Fueron mansos desde la salida y se rajaron en la muleta.
Sebastián Castella: Silencio tras aviso y ovación tras dos avisos.
José María Manzanares: Silencio y silencio.
Cayetano: Oreja y ovación.
Detalles:
Rafael Viotti recogió ovación tras su actuación en banderillas en el cuarto de la tarde.
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Castella sería el primero de cartel, recibiendo a un primero que acudió al caballo con celo y el picador ejecutó de buenas maneras la suerte. Desde las tablas, a pies juntos comenzó la faena de muleta. El astado no dijo nada terminando rajándose hacia las maderas. Con la espada pinchó, tardando así el toro en caer y llegando a oír un aviso.
En su segundo turno recibió al astado con el capote para tantear su forma de embestir. Excelente actuación en banderillas de Rafael Viotti, quien ha realizado una impecable Feria de San Isidro. El toro tuvo movilidad, que no bravura, la cual fue suficiente para aguantar una faena de muleta con vistosas tandas por el pitón derecho. Sin embargo, el animal fue a menos cuando le apretó un poco más. No estuvo fino con la espada llegando a oír dos avisos y recogiendo finalmente una ovación por parte del respetable.
Menos suerte tuvo José María Manzanares, quien recibió a un manso siendo el segundo de la tarde. Lo plasmó en el peto del caballo, donde tras recibir la puya salía huyendo. Peor fue en la faena de muleta, donde se rajó el astado hacia las tablas. No hubo manera de sacarlo de allí. La estocada fue certera.
Ante el quinto de la tarde, el alicantino tuvo más opciones. Derribó al caballo de primera. Se fue a los medios con la muleta para comenzar la faena en largo. El toro tuvo tranco pero no terminó de encontrar el sitio el matador. La transmisión fue a menos, sin sentirse él cómodo en el ruedo ante un animal de escasa condición pero que acudió. La estocada con la que remató fue muy buena.
Turno para Cayetano ante el tercero de la tarde. El brindis fue para el público. Decidió sentarse en el estribo para comenzar su actuación con la seda roja por alto. Lo fue sacando con inteligencia mediante una buena tanda por el derecho. Pero el toro volvió a sacar su mansedumbre, como habían hecho sus hermanos. La faena fue perdiendo fundamento hasta que no le quedó más remedio que tomar los aceros para dejar un estoconazo. El público asistente, que estuvo todo el rato con él, pidió la oreja la cual al presidente no le quedó otra que concederla.
Dispuesto a darlo todo salió en el sexto y último de la tarde, caminando con el capote en mano hacia la puerta de toriles para recibirlo rodilla en tierra a porta gayola. Muy buena actuación capotera la que dejó en la plaza, ejecutando el Quite de Ronda, compuesto por una larga de pie y posteriores gaoneras, muy frecuente visto en su abuelo Antonio Ordóñez. Cabe destacar la excelente brega de Iván García, ovacionada tras un buen capote bien echado que recorrió el diámetro del ruedo, quitando de este modo las querencias del animal. No transmitió nada el astado, yendo a menos en la faena que comenzó el torero de rodillas. La estocada fue buena, con la que concluyó su actuación.
En conclusión, una tarde en la que el principal protagonista fue Cayetano, que caló en el público desde el primer momento, cortando una oreja a su primero y cosechando una ovación en el segundo. Una única tarde la que el torero ha tenido en la Feria pero en la que ha demostrado su buen hacer. Por otra parte, la mansedumbre volvió a relucir en los de Victoriano del Río, del encaste por el que sigue apostando las figuritas y ellos mismos se cobran las consecuencias. Exijamos que todos los toreros toreen todo tipo de toros, sólo de esta manera podremos defender nuestra Fiesta y poder volver a casa diciendo: “He estado en los toros”.
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