Crónicas

En Madrid… Los toros volvieron con las orejas

Las Ventas, 23 de mayo. Decimoquinta de la Feria de San Isidro. Tres cuartos de entrada. Con cinco toros de El Ventorrillo y uno de Valdefresno (5º). Dieron juego prácticamente todos, moviéndose con docilidad y metiendo la cara en la muleta.

Curro Díaz: Silencio en ambos.

Morenito de Aranda: Silencio en ambos.

David Mora: Vuelta al ruedo y silencio.

Detalles:

Revuelta y Mellinas saludaron tras finalizar el tercio de banderillas, por el oficio y el buen hacer de sus pares.

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Se les escaparon los toros con todos sus apéndices consigo en el arrastre. La terna pudo haber hecho mucho más ante unos toros que, al menos se movieron con clase. No supieron conectar con el tendido, dejando faenas sin fundamento y con muchos pases. El silencio reinó en la Monumental. David Mora dio una vuelta al ruedo, tras la petición de oreja que hubo en su primero.

Salió el primero de la tarde, para Curro Díaz. El astado fue complicado en banderillas debido a su cara alta. Brindó al tendido. Comenzó la faena en el 7, provocando la embestida a golpe de muleta. El animal se giraba al segundo muletazo y a pesar de la habilidad del matador, la faena fue muy deslucida. Curro se colocó y probó por el izquierdo pero no fue muy diferente. La estocada fue caída con la que concluyó.

Curro Díaz comenzó a lidiar el segundo de su lote, el cual arreó al caballo con ambos pitones en el primer puyazo. No mostró problemas en banderillas. Comenzó su faena con ligeros aplausos del respetable, pero sin conectar con el tendido en los lances. Ligó una tanda con la mano derecha digna de mención. Encontró por ahí el flujo del toro. El astado tocó mucho la muleta durante el tercio, y no se terminó de encontrar el diestro con el animal.

Recibiría Morenito de Aranda al segundo de la tarde con unas verónicas muy templadas. El astado se estrelló contra el peto en el primer tercio, incluso levantando las patas traseras, o lo que es lo mismo, sin una embestida con fuerza desde los riñones. Fue picado de buena manera en el segundo puyazo, y ahí sí que se empleó más el toro. Revuelta y Mellinas saludaron tras finalizar el tercio de banderillas, por el oficio y el buen hacer de sus pares. Comenzó rodilla en tierra el tercio de muleta, pero más tarde, el público se fue enfriando dado que existió poca conexión. La ligazón del toro a la muleta resultó escasa, y a pesar de los intentos del diestro, no se transmitió al tendido. Pinchó en una ocasión, y luego hubo media estocada.

Salió el de Valdefresno para Morenito de Aranda. Lo tanteó para posteriormente pararlo dibujando unas excelentes verónicas. Ejecutó muy mal la suerte de varas el picador. Volvió a hacer la verónica auténtica rematando con media en el centro del ruedo. Comenzó la faena en el tercio, consiguiendo templar al toro. Cuando lo apretó, éste acusó su falta de fuerza perdiendo las manos. Consiguió los redondos pero no la transmisión al tendido. El público silbaba porque vio que ese toro pudo haber dado mucho más. La embestida fue sosa y el burgalés tampoco toreó. Pinchó en una ocasión con posterior media estocada. Descabelló tres veces oyendo el primer aviso.

Muy dormido salió el tercero de la tarde, para David Mora. No se empleó mucho en el caballo. Le enganchó con la muleta en redondo en el tercio de primeras. Le dio tiempo y consiguió sacarlo un poco más hacia los medios. Ahí le consiguió sacar una buena tanda por el derecho. El toro acudió con docilidad pero al diestro le faltó colocación. Probó al natural pero vio que tenía que volver a la derecha. El torero pecó de brusquedades, lo que cansó demasiado al toro. Concluyó con una estocada caída pero certera, suficiente para hacer que el público sacase el pañuelo blanco, pero no en mayoría. Fiel al reglamento, Trinidad no sacó el suyo. El madrileño dio una vuelta al ruedo.

Saludo al astifino sexto David Mora. El toro salió suelto y arreó con un solo pitón en el puyazo inicial. Se mostró flojo de salida. Buenos pares de banderillas y excelente lidia por parte de la cuadrilla. Los primeros compases de la faena se desarrollaron sin conectar con el tendido, y transmitiendo poco, debido a la carente colocación del diestro en sus cuadres. Pocos olés se escucharon en los tiempos de Mora al sexto. Rápido marchó a cambiar la espada. Pinchó en hueso en más de una ocasión.

En conclusión, una tarde exigente en cuanto a lidia. No se entendió que tres toreros tan consolidados no fuesen capaces de construir una faena con más fundamento a unos dóciles toritos que respondieron. El público, que es listo y lo vio, contestó con el silencio. No hay peor sensación que sentir que un torero puede sacar algo más a un toro y no lo haga. Exijamos faenas con contundencia que sepan recordarnos por qué nos gusta volver a casa y decir: “He estado en los toros”.

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@pablobielsa5

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