En Monterrey… Triunfa Adame, pero El Bala; y Castella en el de regalo

Ante la asistencia de casi media plaza en la Monumental Monterrey, se lidiaron ocho toros de la ganadería  Boquilla del Carmen, correctamente presentados, seis de ellos tuvieron movilidad, los otros dos acentuaron la mansedumbre; y uno de regalo de la ganadería Arroyo Zarco, que se dejó por su docilidad.

Sebastian Castella: Palmas y ovación; dos orejas en el de regalo.

Juan Antonio Adame El Bala: Ovación y dos orejas.

Sergio Flores: Oreja y palmas.

Ginés Marín: Palmas y silencio.

Detalles:

Han sido ovacionados: el banderillero Gustavo Campos, el picador Lalo Rivera, Morucho Noyola.

Seguridad intenta sacar a un aficionado por gritarle verdades a sus paisanos de continente, pero lo que nos hace pensar es, ¿quien podrá tener tanta autoridad para ordenarles al personal que lo echen fuera? Sin embargo, no lograron su cometido ya que los mismos aficionados de alrededor lo defendieron, puesto que no los estaba ofendiendo, ni agrediendo.

Otro asunto que llamó la atención fue que una chica de seguridad se fuera a sentar a unos dos asientos de donde me encontraba y empezara a gritar: “¡Sebastian, regala otro toro!”, incluso lo hizo una segunda ocasión después de que el matador ya había anunciado su regalo. Posteriormente de su misma boca escuche que le decía a sus compañeras que “… me mandaron a gritar”.

Volvemos a la misma pregunta, ¿quien tiene tal autoridad para ordenar ese tipo de actos?

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Castella, en el abre plaza dibujó verónicas muy del gusto de los presentes, aunque en varias ocasiones no le permitió lucirse el astado debido a que le alcanzaba el engaño. Con la muleta realizó unos cambios de mano muy del gusto de la gente que de inmediato llevaron al grito unánime de ¡Ole!

Sin embargo, no tuvo mucha suerte al momento de tirarse a matar, ya que hizo un mete y saca, para después dejar un estoque caído y trasero.

En el que se creía seria su último de la tarde, con la muleta inició en tablas con más de cinco pases para rematar con una trinchera. Su lidia la armó de pases de derechazos y naturales valiosos, pero aun así no tuvo suerte con la espada, ya que volvió a dejar un estoque muy parecido al del primer astado, así que prefirió darse prisa y culminar con el descabello.

En su toro de regalo, vimos un Castella muy diferente al de sus dos primeros colaboradores, ya que con el capote se le vio hacer chicuelinas, verónicas ajustadass y recortes con medias. Ya con la muleta, se fue a los medios para recibir al toro con un cambio por la espalda, para continuar con su toreo en redondo y poner el toque final, ahora si con una espada entera, un poco trasera pero ya no caída.

Adame, desde el primero de su lote se le vio armonioso recibiendo al toro por verónicas ajustadas y a pies juntos, en otras dejando caer los brazos con lentitud y belleza. Con la muleta consumó pases de alto valor que de inmediato captaron la atención de los aficionados, y como también se pasó al toro cerca de su cuerpo hizo que aumentara la euforia y el reconocimientos de la gente. Dio punto final dejando una espada en buen sitio pero un tanto tendida, no obstante, el toro dobla rápido.

A pesar, de que el público hizo la petición unánime de la oreja, el protagonista Sr. Juez se la niega, por lo que a los aficionados llegaron a gritarle que “… ¡cómo no es tu torero le niegas la oreja en lugar de actuar con honestidad y concederla!”.

En su segundo toro, que ha sido veleto, manso y distraído, no fue óbice para que, Juan Antonio lo llevara poco a poco a cada uno de sus pases para que este le planteara y le obligara a responder; lo que que la afición valoró y estuvo con el torero disfrutando de su faena. Sí, sí, a pesar de que al toro solo se podían dar pases con la derecha, ya que por naturales tendía más a la huida que por la derecha. Para terminar su faena, dejó un pinchazo hondo que fue lo suficientemente por su efectividad para que el toro cayera a la arena y Juan Antonio, conquistara dos orejas, que por fortuna no se las quitó ese juez que le falta seriedad y profesionalismo.

Flores, en ambos toros de su lote, le fue un tanto difícil acomodarse con el capote, aun así al tercero de tarde pudo pegarle dos verónicas a pies juntos para realizar un recorte por media con casi rodilla en tierra, que arrancó el olé sincero. Con la muleta comenzó citando de largo, para posteriormente realizar derechazos girando sobre su propio eje que fueron de muchísimo temple, así como pases por alto, desdenes entre otro que hicieron emocionar al publico, finalizando con un estoque entero en su sitio, por lo cual las personas asistentes comenzaron a solicitar la oreja, sin embargo el señor Juez vuelve a hacer de las suyas, hasta le gritaron, “… ¡si eres un juez tan orejero con tus cuates porque cuando se lo merecen no les das el premio!”.

Tardó en otorgarle la oreja por lo cual el publico lo abucheó con repruebo y enfado.

En la muleta con el séptimo de la noche con la muleta inicia a pies juntos parado sobre el primer círculo, para citar al toro de largo en cuanto este pasó con una de sus patas traseras engancha los pies de Sergio haciéndolo caer de sentón en la arena, sin venirse a menos, de inmediato se pone de pie para continuar con su toreo con pases por derecha y naturales en los cuales obligaba al toro a pasar, ya que en cuanto sentía el mando quería irse el bovino, mostrando su mansedumbre. El turno del estoque llegó y no tiene mucha suerte sino hasta el cuarto intento en donde dejó un espadazo entero. El público con respeto le tributó palmas por todo lo expuesto con anterioridad.

Marín, en el cuarto toro de la tarde un toro que parecía que se le podía sacar muchos pases, sin embargo, se le comenzó a quedar corto con la muleta, y tampoco el torero hizo el intento por ceñirse, pelearse y sacarle pases, prefirió torearlo a comodidad con el pico de la muleta, lo cual le impidió la transmisión hacia las gradas.

Con el que se suponía seria el cierra plaza no se le vio hacer mucho, ya que sólo se pasó al burel entre derechazos y desplantes, que no transmitieron mucho, desafortunadamente no tuvo suerte con la espada así que después de 3 pinchazos, deja un cuarto un tanto hondo que le permitió que el astado doblara.

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@CarithoRz

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