En Irapuato… La espada priva a Flores del triunfo deja dos faenas de gran nivel

17 marzo 2018 Redacción

Irapuato, Guanajuato. Plaza de Toros “Revolución”. Poco más tercio de entrada en noche agradable en la que se lidiaron toros de la ganadería de San Miguel de Mimiahuapam de buen juego en lo general.

Jerónimo: Palmas y oreja.

Álvaro Lorenzo: Palmas y oreja.

Sergio Flores: Palmas en su lote.

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Sergio Flores se privó con la espada de conseguir un triunfo grande la noche de este viernes en la plaza de toros “Revolución”, de Irapuato. Dos faenas llenas de entrega con momentos de gran verdad en los que mostró a la afición que sigue evolucionando y sale a darlo todo. Fue aplaudido en su lote mientras que sus compañeros de cartel, Jerónimo, y Joselito Adame cosecharon oreja por coleta.

Cielo Rojo, llevó por nombre el primero toro del lote del tlaxcalteca Sergio Flores que toreó con cadencia con el capote dibujándose por verónicas. Vibrante quite por chicuelinas ejecutó Flores que aprovechó la emotividad del toro de San Miguel de Mimiahuapam iniciando con un cambiado por la espalda su faena de muleta para ligar pases dos pases por alto que evocaron con fuerza los olés en el tendido vaciando con el pase de pecho. Flores corrió la mano con tandas por pitón derecho con un toro que tuvo recorrido y calidad pero que duró poco. El toreo al natural también acompañó la estructurada faena de Flores que fue malograda con el acero, escuchando palmas.

Gran faena dejó Flores con el cierra plaza, un toro bravo que le exigió firmeza y solvencia. Buen saludo con el capote, con clase y torería, y con la muleta, una vez más, series reunidas, en las que llevó el mando, siempre con poder por ambos lados, detalles con mucho temple, yendo a más, en una faena que llegó con mucha fuerza a los tendidos, con la afición totalmente entregada, lo mismo que el torero en el ruedo. La salida a hombros se esfumó con la espada, y aunque mató al tercer viaje hubo petición de oreja que no fue concedida, quedando su actuación en palmas. Se despidió entre los gritos de ¡torero, torero!

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