En Castellón… Una oreja para Varea quien mostró su buen toreo
Castellón, viernes 9 de marzo de 2018. En la plaza de toros de Castellón, que casi logra el lleno en medio de una pertinaz lluvia antes y durante el festejo, extremándose al finalizar la lidia del segundo. Se ha llevado a cabo la sexta corrida de la Feria de la Magdalena, lidiándose toros de Don Victorino Martín, justos de presentación, algunos con poca cara, que han resultado: el primero encastado y a pesar de que clavó los pitones en la arena y dio espectacular vuelta recibiendo fortísimo costalazo, acometió y no fue entendido. Fue ovacionado en el arrastre; el segundo fue violento y acortaba las embestidas, tras tres avisos, devuelto a los corrales; el tercero, cumplió en caballos ha sido claro en su embestir, con clase y calidad. Fue ovacionado en su arrastre; el cuarto tras estrellarse en el caballo resbaló en la arena quedando ahí, cumplió sin más, perdiendo las manos tras salir, ha sido inválido en la muleta, lo poco que dejó mostró clase y calidad; el quinto cumplió en varas, pero fue soso y acudió con la cara alta; el sexto, tuvo movilidad, pero resultó soso, deslucido.
David Fandila El Fandi: Pitos y silencio.
Sebastián Castella: Bronca tras tres avisos y silencio.
Varea: Oreja y palmas.
Detalles:
Y comenzó con un retraso de 15 minutos el festejo por una lluvia que dejó casi inservible la arena, la que tuvo que intentar ser corregida con serrín y más arena.
Se homenajeó al recuerdo para el gran criador de toros bravos y encastados, Don Victorino Martín Andrés, y ha sido su hijo la continuación de la estirpe ganadera quien ha recibido los galardones que testimonian el hecho.
Los toros de Victorino, salieron al ruedo con la divisa negra en señal de luto.
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Para, El Fandi, ha sido Jaqueca, número 79, con 527 kilos, al que recibió con una larga de rodillas, otra más apareció con más espectacularidad para dar paso lances a la verónica que dijeron tan poco a un toro que se prestaba a más. El toro de tanto humillar clavó los pitones en la arena y dio una espectacular voltereta, lo que le hizo simplemente cumplir en caballos. La faena comenzó de más a menos. El Fandi, tuvo el tino de llevarlo sin su habitual nerviosismo sino con despaciosidad, y provocó que el toro se confiara otorgándole buenas embestidas por el lado natural. Con la derecha tuvo similar respuesta del encastado victorino, que acudió con clase y calidad en su recorrido pero que se percibió faltó contenido en el trazo largo del muletazo. La mágica casta de los victorinos le hizo ir a más, aunque el granadino si bien estuvo correcto, le faltó estar más centrado para darle mayor dimensión a la arquitectura de su faena, lo que percibió el público de Castellón. Después de ser desarmado el de Granada, cuando intentó un molinete, se extravió y ya no entendió más la embestida de su toro. Media habilidosa trasera, y el público ha pitado a El Fandi, ovacionado en el arrastre el primer victorino de la tarde.
El segundo de, El Fandi, fue, Muchovino, número 93, cárdeno bragado, con 469 kilos. lances voluntariosos que no logran aprovechar la embestida del victorino. Cuando el toro acudió al caballo se estrelló en el peto, rebotó y resbaló dándose un costalazo en la arena. Durante la faena de muleta enseñó invalidez, así como en algunos pases clase y calidad; pero como es natural, esto no es suficiente para brillar un toro de Don Victorino. Tras las protestas por la invalidez del toro, entró a matar, Fandi, dejando un pinchazo, otro hondo trasero. Silencio.
Hebijón, negro entrepelado, con 474 kilos, escuchó tras su salida ciertas protestas por terciado de presentación. Le complicó la vida a, Sebastián Castella, al intentar lancear a la verónica y no poder mandar con su capote, llegando hasta perder la montera del apuro que pasó. Hebijón, acude al peto, y José Doblado además de dejarlo trasero, le tapa la salida. En estos momentos tuvimos no sólo que resguardarnos con el chubasquero sino sacar el paraguas porque comenzó a diluviar.
Con pases por abajo, Sebastián, dejó como prólogo el mandato de su muleta, para dar paso a la derecha y extraer una primera seria, Castella, descubrió un toro pronto al que había que atemperar, y lo intentó, pero el toro no le daba ningún tipo de licencia. El toro comenzó a complicar la embestida, lo que no hizo claudicar al francés, quien cambió a la mano zurda en donde descubrió que el toro con estaba desarrollando sentido y se comenzó a ser violento, así acortó la embestida. Siguió con la derecha y extrajo pases meritorios. Así que Castella decidió poner punto y final a su faena. Citó en cortó pinchó, y nuevamente pinchó hasta en dos ocasiones más, escuchó un primer aviso, tas el cual dejó una trasera habilidosa y caída, no fue suficiente, entonces vino un descabello, así como el segundo aviso, pero el toro no descubría, y de esa forma apareció el tercer aviso que provocó regresara el victorino a los corrales; mientas Castella era abroncado.
El quinto del festejo, Minerito, número 19, cárdeno bragado, con 541 kilos, ha sido el segundo de, Sebastián Castella. Al que de inició le recogió su fiera embestida llevándolo del tercio a los medios. El picador Juan Melgar, protagonizó un gran puyazo a un bravo toro de victorino. Sentado en tablas da inicio su faena, para ya de pie continuarla y dejar al toro en los medios. Así apareció una faena con la cabeza a media altura del astado, en pases que fueron espaciosos y con calidad. La faena no tuvo la resonancia que se esperaba por la sosería del toro, a pesar de que hubo meritorios series con la mano derecha. Estocada caída tras pinchazo. Silencio tras aviso.
Bombacho, número 63, con 467 kilos, cárdeno bragado, al que, Varea, con un piso bastante dañado, le lancea con aguante, cadencia y sentimiento recortando con una media y soltando el capotillo para dejar otro recorte emotivo. Tras comparecer en caballos, hizo breve quite en donde destacó una armónica media. Y después de unos pases para llevarlo casi en los medios de inmediato dio inicio el toreo al natural, dejando una seria con templanza, reposo y armonía. Este joven torero tiene eso justamente, paz y armonía en su espíritu y lo transmite en su toreo. Otra serie con la zurda y guió el buen recorrido del victorino hacia magnífico puerto, escuchando el reconocimiento del respetable.
Dio seguimiento a su faena con la mano derecha en donde tras el segundo pase se le cuela, pero eso no le arredró prosiguió por justo ahí extrayéndole impecable serie que tuvo reconocimiento en los mojados tendidos. Ya en la parte final de la faena dejó una serie por el lado natural que arrancó los ¡oles!, estruendosos del público; y su toreo realzado en medio del gélido y lluvioso tiempo, consiguió calentar al espíritu de los aquí reunidos. Tras pinchar dejó tres cuartos de espadas que ha sido suficiente para hacer claudicar al victorino que hizo como se esperaba muerte de toro bravo y encastado. Oreja merecida y ovación en su arrastre al victorino.
El número 19, de nombre, Minerito, cárdeno bragado, con 541 kilos, fue el que cerró plaza y le correspondió a, Varea, al que le dio lances serenos, con inteligencia que metieron al toro en vereda. Después de llevarlo, Varea, toreramente al caballo de Santiago Pérez, el toro ha cumplido. La faena de Varea, fue de inquebrantable voluntad, sacando pases meritorios al victorino que mostró sosería tras la serie con la derecha la que al ser rematada, acabó rajándose. Paso seguido lo ha lidiado como debe ser en estos casos, para finiquitar su participación. Citó con el corazón y dejó una entera traserilla.
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