Reportajes

La Macarena, un ruedo histórico abierto a la modernidad

La ciudad de Medellín es reconocida como referente de innovación, desarrollo urbanístico y progreso tecnológico y social; siendo la única ciudad en Colombia que cuenta con un sistema masivo de transporte con su propia idiosincrasia y cultura, El metro de Medellín, escaleras eléctricas en espacios urbanos marginales y al aire libre, edificios inteligentes y una amplia oferta de bibliotecas, parques y espacios para la ciudadanía.

En el marco de una ciudad moderna, encontramos la ecléctica Plaza de toros de La Macarena, una edificación que fusiona en su diseño, la tradición y los detalles evocadores de la España taurina, con una estructura innovadora que no solo la convierte en un ruedo privilegiado en Colombia, sino en un centro de eventos integral que se suma a la oferta de espacios de la ciudad; no en vano en su pasada visita a tierras colombianas el Papa Francisco, estuvo reunido en sus instalaciones con sacerdotes y religiosas de todo el país.

Los orígenes de esta plaza se remontan al 4 de marzo de 1945, año en que fue inaugurada, a razón de la creciente afición que desbordo al Circo El Palo, antiguo escenario taurino de Medellín. Su diseño tradicional, enmarcado en el arte mudéjar, la convierten en una joya arquitectónica, patrimonio cultural de la nación y un referente ineludible de la influencia ibérica en la América Taurina.

En el año 2003, dadas las necesidades de la ciudad y la creciente demanda de espacios culturales, se somete a una modificación, que incluye la instalación de un techo corredizo, (Único en los cosos americanos) la ampliación de su aforo a 14.000 asistentes aproximadamente, y la disposición de cerca de 100 unidades sanitarias y espacios comunes para la comodidad de sus asistentes, distribuidos a lo largo de tres pisos de solida edificación.

En su área administrativa se encuentra un pequeño y coqueto museo en el que se reúnen cabezas de astados históricos, inmortalizadas por el arte de la taxidermia, trajes de luces y diferentes recuerdos taurinos acumulados en sus más de 70 años de historia; todos estos detalles, rematados con un hermoso mural que ilustra al toro en el campo, que junto a la imponente escultura Los Toros del insigne Justo Arosemena, adornan uno de los costados de la estructura.

Otro factor determinante es su ubicación, estando a escasos minutos de dos estaciones del metro, a quince minutos del aeropuerto local de la ciudad y a 45 minutos del aeropuerto internacional José María Córdova, beneficios que, sumados a la amabilidad y disposición de los paisas, le convierten en un destino taurino propicio, especialmente en los meses de enero y febrero en los que se realiza la Tradicional Feria de La Macarena, que para este año se compone de cuatro festejos sabatinos.

Sumado a estos beneficios arquitectónicos, se encuentra el especial cuidado y detalle que, la empresa Cormacarena, en cabeza del doctor Santiago Tobón, dispone para los aficionados, no solo ofreciéndoles suvenir y muestras gratuitas de importantes empresas de la región, sino ingentes medidas de seguridad, que a través de todo un cordón policial salvaguardan la plaza y sus asistentes de cualquier tipo de manifestación antitaurina.

Justamente estas virtudes y especiales condiciones, hacen del coso de La Macarena un digno escenario para la fiesta de los toros, que para este 2018 espera recibir aficionados de todas las latitudes que gustan del arte taurino, en cuatro tardes que prometen arte y emoción.

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@Manzanarestoro

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