En Madrid… Oreja para Venegas en el Desafío Ganadero

10 septiembre 2017 Diego Estévez

Las Ventas. 10 de septiembre de 2017. Primera corrida del desafió ganadero. Algo más de un cuarto de entrada. Tres toros de Saltillo (1°, 3° ,5°) y tres de Juan Luis Fraile (2°, 4°, 6°). En general con genio y casta de la mala. Cabecearon y mansearon en el caballo. El mejor fue el tercero de la tarde.

Octavio Chacón: Silencio tras aviso y silencio.

Jesús Pérez Mota: Silencio tras aviso y pitos.

José Carlos Venegas: Oreja y silencio tras aviso.

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Abrió plaza Octavio Chacón con un toro de Saltillo que saldría falto de fuerzas desde el inicio. En el tercio de varas no se lució el animal y fue picado fuera de la zona específica para tal efecto. En el tercio de muleta, el animal continuó dando muestras de debilidad y mansedumbre, y siempre hubo torero por encima de toro. Supo entender Chacón las condiciones del toro, para llegar a templarse con el animal de forma adecuada y con mucho oficio. Lo destacable en éste caso fueron las series por la derecha, pero no llegó a ligar mucho más y finalmente falló con los aceros. Silencio tras aviso.

Lo intentó Chacón nuevamente con El Segundo de su lote, de Juan Luis Fraile. Al igual que en su primera actuación, recibió un toro manso y con casta de la mala, pues cabeceó y peleo de forma brusca en todo momento. Poca cosa en el caballo, pues se arrancó desde lejos, pero se estrelló en el peto. Con actitud, el diestro se metió en la cara del animal durante la faena, e intentó templarse y aplomarse para extraer aquello que el toro podría tener dentro. Protestó y no tuvo una embestida con humillación, pues había que bajarle la cara constantemente. No hubo toro a la altura del valor de Chacón, quien se quedó sin oportunidad con su segundo toro.

Jesús Pérez Mota toreó en segundo lugar, y comenzó su lidia a un toro de Juan Luis Fraile que era totalmente fuera de tipo. Auguró una buena embestida durante los primeros tercios, pero durante la faena, no dejó símbolos de alcanzar lo que preveía en varas y banderillas. Pocas opciones tuvo el torero, ya que en un lance, tras un pitonazo en el muslo, se le acabaron las oportunidades y la faena discurrió en una simple sucesión de pases sin ligazón y sin redondear unas series que estuvieran cuajadas de calidad. Tuvo actitud y mérito al ponerse delante del animal y entender su complicación, ya que nuevamente no bajó la cara el animal en ésta ocasión. Escucho silencio tras aviso.

No encontró unión Pérez Mota la unión con el quinto de la tarde, ya que siendo de comportamiento similar a lo demás, no se adecuó a las condiciones del astado de Saltillo. Complicado el animal por su arrancada y su embestida, en varas no acudió de forma correcta. En el tercio de faena, la colocación de Pérez Mota no fue del todo buena, y no pudo unirse con la embestida del toro. No se templó y no entendió lo que el toro le pedía. Intentó por la izquierda obtener pases de buena estética, pero las opciones no estuvieron ahí. Tampoco tuvo fortuna con los aceros, por lo que fue pitado.

En tercer lugar, José Carlos Venegas, recibió a un primero de su lote, de Saltillo. Desde los inicios dio muestras de bravura, y en todo momento buscó los engaños enseñando mucho la cara. Fue fundamental para el desarrollo de la lidia el tercer puyazo al animal, ya que todo lo que llegó a continuación se debió en gran parte, a ese momento. La faena fue un alarde de colocación del diestro, y arrimándose al astado, extrajo pases por la derecha de mucha categoría. El toro aguantó, pero el torero supo ponerse por encima de él, enseñándolo a embestir y aprovechando el viaje por ese pitón derecho. De mucho riesgo fue la actuación, y cabe destacar la bravura y embestida del toro durante casi todos los momentos de la lidia. Buena estocada, y una oreja de ley.

Con querencia salió el sexto de la tarde para Venegas, y no hubo manera de hacerle pasar por la capa durante los primeros compases. En varas dijo poco, ya que no hubo condición el de Juan Luis Fraile para embestir al caballo. Durante la faena, siguió la tónica general de sus hermanos, ya que con el cabeceo hizo del tercio algo peligroso, porque se fijó constantemente en el matador, y éste tuvo que dar el paso siempre para colocarse y ponerse delante de su cara. Intentó equilibrar su faena con derechazos y naturales, pero por su pitón derecho fue mejor. Se resentía el astado, y sacando genio levantó la cabeza perdiendo así la humillación. Pinchó de primeras, y tras una estocada que no estaba en su sitio, escuchó silencio tras aviso.

En resumen, la corrida desafió ganadero de hoy estuvo marcada por el genio y el cabeceo de los toros. Algunos detalles hicieron que no fuera aburrida del todo para los espectadores, y el tercer toro de la tarde fue de categoría, desmarcándose así de la tónica general del comportamiento de los toros. La labor de los diestros fue de templarse e intentar canalizar las complicaciones de los astados, pero hubo poca fortuna. Tan solo Venegas con el primero de su lote, al que cortó una oreja con mérito.

¡Viva la Fiesta!

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