En Huelva… Roca Rey se lleva la única oreja en un deslucido encierro de Cuvillo
Plaza de toros de la Merced. Huelva. 5 de agosto de 2017. Casi lleno. Toros de Núñez del Cuvillo. De buena presentación, a excepción del tercero que fue muy chico. Han resultado mansos pero tuvieron movilidad y sobre todo docilidad por su obediencia, el segundo (2º) y el quinto (5º). Primero y cuarto, además fueron descastados. Complicado el sexto (6º).
Morante de la Puebla: Silencio y silencio
Alejandro Talavante: Ovación tras aviso y silencio tras dos avisos
Andrés Roca Rey: Oreja y silencio
Detalles:
Alejandro Talavante sustituyó a José María Manzanares debido a que éste debe ser operado de urgencia de sus cervicales.
Alejandro Talavante cambió el orden de salida de los toros de su lote. Roca Rey hizo lo mismo.
Se desmonteró Trujillo en banderillas en el segundo de la tarde, y Valentín Luján en el quinto.
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Morante de la Puebla tuvo el peor lote de la tarde. Desde el inicio con su primer toro, intentó dejar destellos de calidad en las verónicas. Más tarde, el toro cumplió sin más con el caballo. Pero tras intentarlo de forma continuada en el último tercio, no hubo manera de que tuviera ligazón y ritmo en su embestida, era manso y descastado. El toro se desinfló y no duró un suspiro, a pesar de ello, Morante, tuvo disposición. Se fue a por la espada, y tras una estocada que asomaba, dio muerte al animal.
El segundo de su lote fue de idéntico comportamiento. Al salir, el toro se precipitó dando una voltereta perfecta sobre el albero, signo de mansedumbre. En el caballo no se empleó y sin arranque, para más tarde pasar a un tercio de banderillas sin ritmo. El toro era inválido, y de facto, cojeaba cuando se movía. No ligaba las tandas y no presumió de un comportamiento con clase y condición durante la faena, porque resultaba imposible que así fuera. Morante poco pudo hacer, y finiquitó su actuación con una estocada algo caída.
Talavante recibió de buenas maneras a la verónica a su primer toro, el cual acudió más tarde al caballo con prontitud. Era un astado fuerte. Durante la faena de muleta, Talavante equilibró la mano derecha con los naturales de forma muy precisa. La derecha bien ligada fue un deleite para el respetable, y su repetición hizo que el público se entregase. Humillaba de forma que los naturales dejaban elegancia a su término, y claro era que el izquierdo fue su pitón. Talavante lo aprovechó. La pega a la gran faena del diestro fue la espada, que tras pinchar y sonar el primer aviso, murió el toro empañando la anterior faena.
De nuevo recibió Talavante a un quinto con movilidad. Acudió al caballo topándose con este. Tras brindar al público, comenzó una faena por la derecha muy cuajada desde el inicio, y con gran temple por parte del torero para saber entender la condición del toro. Al natural también estuvo plagado de buenas sensaciones, ligando y embistiendo sobremanera. La formas de Talavante eran delicadas, lo cual hizo que la conexión con el tendido fuera perfecta. Talavante tuvo el mejor de los lotes, y supo aprovecharlo hasta el final, con la única pega de la espada, que en ambos toros se le atravesó, e imposibilitaron así el triunfo. En ésta segunda ocasión, le sonaron los dos avisos.
Por su parte, Roca Rey recibió un primer toro de su lote que era pequeño y manso. No acudió de forma correcta al caballo, y tras brindar al público, comenzó a ligar, dentro de la poca raza del toro, unas series por ambas manos. En especial por la derecha. La condición del toro no era buena, pero Roca Rey se arriesgó a sacarle lo mejor que tenía, y gracias a su actitud, hizo que el público supiera reconocerlo y conectase con él. La faena estuvo marcada por su mano derecha, y finalizó con una estocada algo caída y tendida. Oreja en reconocimiento a su buena actitud.
Salió muy suelto el sexto, y a pesar de acudir con prontitud al caballo, apenas se llevó un puyazo. Se desplazó más tarde al caballo contrario, anunciando la evidente mansedumbre. Con la mano derecha, Roca Rey consiguió la ligazón, pero conectó poco con el público de Huelva. Se le atragantó el animal al peruano, haciendo que su triunfo fuera imposible. Mató tras pinchar, y su actuación fue silenciada.
En resumidas cuentas, la tarde de hoy estuvo marcada por el lote de Talavante, el mejor de la tarde, ya que su repetición y ritmo en la embestida hicieron que el público estuviera a su favor. Morante obtuvo el peor lote de la tarde de hoy, y poco pudo hacer ya que ambos toros perdieron fuerza y no tuvieron ritmo. Roca Rey se llevó el único trofeo de la tarde debido a su actitud, y no pudo redondear su comparecencia ya que el sexto de la tarde no fue apto para ello.
¡Viva la Fiesta!
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