En Valencia… Manuel de Reyes reivindica cos dos orejas la Cataluña taurina
Plaza de toros de Valencia. 1ª clase práctica del primer Certamen de Escuelas Taurinas. Novillos de La Palmosilla.
Pedro José Aguilar: Oreja
Juan José Villa Villita: Oreja
Héctor Edo: ovación
Guillermo García: Ovación
Rodrigo Ortiz: Ovación
Manuel de Reyes: Dos orejas
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Primera de las tres tardes que componen el I Certamen de Escuelas Taurinas de la Feria de Julio. Buen ambiente en los tendidos en la parte de sombra y seis jóvenes de varios puntos de España que vinieron a Valencia con todas las ilusiones puestas en esta oportunidad en plaza de primera. El plato fuerte llegó al final con el novillero de la escuela de Nimes/Cataluña desorejando al buen sexto de La Palmosilla. Una oreja cortaron Pedro José Aguilar y Juan José Villa Villita.
Abrió la tarde Pedro José Aguilar de la escuela de Málaga. Le tocó en suerte un flojo novillo al que recibió con dos largas cambiadas de rodillas. Supo dosificarlo en faena de altibajos. Necesitó de un descabello tras casi entera y cortó la primera oreja de la tarde.
En segundo lugar salió Juan José Villa Villita de la escuela de Madrid. Novillo con mayor juego y movilidad que aprovechó el joven poniendo también banderillas. Si no hubiera pinchado en un primer intento hubieran caído las dos orejas, cortó una dejando muy buenas sensaciones.
La faena al tercero de Héctor Edo de la Escuela de Castellón fue todo entrega. Lo recibió en la puerta de chiqueros y colocó banderillas. Uno a uno fue sacándole muletazos y elaborando faena. Terminó con manoletinas y saludó ovación tras pinchar.
Otro que no estuvo fino con la espada fue Guillermo García de la escuela de Madrid. Poco pudo hacer en el capote y ya con la muleta no tenía más de medio pase el cuarto de La Palmosilla. Insistió y le dio un par de sustos. Saludó ovación.
Rodrigo Ortiz, de la escuela de Valencia, jugaba en casa y puso toda la disposición y ganas para triunfar. Variado con el capote, espectáculo en banderillas y toreo acelerado con la muleta en faena de menos a más. Falló con la espada y fue ovacionado.
Ante el que cerró plaza, Manuel de Reyes, de la escuela de Nimes/Cataluña, fue a recibirlo a chiqueros para darle una larga cambiada de rodillas. Gustosas verónicas y dejando el toreo con más largura de la tarde. Le faltó chispa al astado pero aún así elaboró una faena muy digna y con clase que cerró con pinchazo y entera que le valieron las dos orejas y salir a hombros de Valencia.
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