En San Juan Solís… Cristian Antar, triunfa
En la plaza de toros portátil San Juan Solís, que registro un lleno de no hay billetes, se han lidiado dos novillos de Barralva, el primero que recibió arrastre lento y tercero; uno de Jaral de Peñas que hizo segundo; el cuarto fue de Los Cués.
Manuel Gaona: Silencio tras aviso
Manuel Guevara: Ovación.
Cristian Antar: Dos orejas.
Daniel Durán El Tico: oreja.
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Ha salido triunfador el novillero, Cristian Antar, un joven que desde que parte plaza, se le notan las ganas de querer sobre salir en esta difícil profesión, ha salido el novillo que le ha correspondido de la casa ganadera de Barralva. El prometedor novillero demostró apoyado en el buen novillo, lo bien que resulta la Fiesta brava cuando se conjugan diferentes factores, en este caso, las ganas de triunfo, el hambre, las buenas maneras y el factor fundamenta, el novillo bien presentado y con bravura.
Cristian Antar ha dejado lances con el capote que de inmediato calaron con el tendido, lúcidas verónicas que han sido rematadas con una media de calidad. Ya con la muleta dejó cosas interesantes y ha podido recrearse con largos trazos de buena factura, después de conquistar al público y dejar una estocada en lo alto, ha podido cortar las dos orejas y dejar claro que cuando se desea algo se puede lograr.
Quien también logró cortar una oreja, ha sido el jovencísimo, Daniel Durán El Tico, quien conecta de inmediato con el público, en una novillada con sabor a corrida de toros, por lo bien presentados que han estado los novillos.
A El Tico, le correspondió torear un novillo, nunca mejor dicho, un toro de Los Cués, pues se notaba por los cuatro costados que era un cuatreño, al cual El Tico pudo realizarle una faena con la muleta en la mano izquierda, confiándose y mostrando el gran avance que tarde a tarde demuestra. Sorprendiendo a propios y extraños, El Tico, atesora de un carisma nato, lo cual conecta de inmediato con los asistentes, por el buen toreo que posee y lo bien que entiende los toros, hace ver que apunta para alto, lástima grande que pincho y todo se quedo en el corte de una oreja.
Quien también terminaría pinchando seria, Manuel Guevara, un novillero que ha dejado una actitud elogiable, le ha correspondido el ejemplar de Jaral de Peñas, que de salida causó la expectación del público por la imponente presencia, lo cual no mitigó las ganas de un joven que a toda costa quiso agradar al respetable; voló por los aires y todo hacia ver que iría por la espada, pero no fue así, regresó a la cara del toro y dejó una seria de naturales que corearon con gusto y fuerza el público asistente. Finalizó su actuación sin poder redondear con la espada, pero los asistentes han ovacionado las ganas que demostró el torero, Manolo Guevara.
Y … alguien le tiene que decir la verdad al joven, Manuel Gaona. Sí, porque en esta profesión se debe actuar con verdad, una profesión en donde no caben las posturas de figurín, ha desperdiciado un gran novillo como lo ha sido el de Barralva. Un colorado de hermosa lámina que mereció el arrastre lento, embistió como una carretilla para el toreo de salón, el toro con el que todos sueñan.
El toro para poder consagrarse, pero que pasó, simplemente nada, pases de inseguridad, pases con un desentendimiento absoluto y a otra cosa.
Deseamos que Manuel Gaona reflexione sobre su andar por los ruedos. Ha sido muy triste ver a un joven que teniendo un novillo para consagrarse se le haya ido todo, porque se observó sin ninguna cualidad, sin ningún recurso, sin sentido del toreo, para poder llegar a ser un novillero.
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