En Alicante… Bautista y Escribano en hombros y buenos los adolfos
Plaza de toros de Alicante. Primera de la Feria de Hogueras. Media entrada. Toros de Adolfo Martín, buenos.
Rafael Rubio Rafaelillo: Silencio y ovación tras aviso.
Juan Bautista: Oreja y oreja.
Manuel Escribano: Oreja y oreja.
Detalles:
Se guardó un minuto de silencio en memoria de Iván Fandiño
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La primera corrida de la Feria de Hogueras tuvo alicientes y triunfos que se vieron reflejados en la salida a hombros de Juan Bautista y Manuel Escribano ante un buen encierro de Adolfo Martín y media plaza de aforo. Rafaelillo lidió con el peor lote y no tuvo opciones.
La tarde tenía como máximo aliciente el regreso a la plaza de Alicante de Manuel Escribano tras la grave cornada que sufrió el pasado año. Ovación al sevillano tras romper el paseíllo y emotivo brindis del tercero de la tarde a los médicos que salvaron su vida. Verónicas, chicuelinas limpias y quite variado en una entrega total con la afición de Alicante. Destacar el tercer par al que aguantó inmóvil mientras le venía andando para ponérselas al quiebro. Comenzó con dos pases cambiados por la espalda y todo fue disposición lo que aguantó el de Adolfo. Cortó una oreja tras estocada baja. Brindó el que cerró plaza a Palazón, torero alicantino que lucha contra un cáncer. Se movió con sus teclas y el de Gerena ligó por el derecho y dejó naturales de uno en uno en una faena compacta a la que supo mantener la intensidad. Estocada entera y otra oreja que le abría la Puerta Grande en un triunfal regreso a una plaza y ante una afición que siempre tendrá presente.
El otro gran triunfador de la tarde fue Juan Bautista en su mejor versión. A la verónica con muy buen gusto recibió al segundo de la tarde. Humilló y se desplazó con transmisión el astado que entendió el francés a la perfección toreando para los adentros. Alargó con lentitud por el pitón derecho llevándolo con mucha suavidad. Mató de entera y cortó la primera oreja de la tarde. Ante el quinto volvió a demostrar las buenas cualidades de su toreo manejando la muleta con largura y templanza. Muy seguro de sí mismo y con las ideas claras en una tarde redonda para Bautista. El pinchazo antes de la estocada entera fulminante no fue impedimento para cortarle la oreja y salir a hombros.
Rafaelillo no tuvo suerte y solamente pudo dejar su toreo guerrero y de lucha que no es baladí. Larga cambiada de rodillas para recibir a su primero. Lo sacó de tablas por bajo a terrenos más céntricos pero ni en lugar ni en otro le iba a dar opción. Peligroso, con la cara arriba, sin humillar, le robó el murciano con valor muletazos de uno en uno por ambos pitones pero sin mayor lucidez. Brindó el segundo a su compañero Manuel Escribano. Lucha de buen guerrero la que tuvo Rafaelillo con el arisco cuarto al que le pudo tras una ardua pelea. Falló con los aceros y saludó ovación tras aviso.
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