En Madrid… Colombo vuelve a demostrar su torería
Plaza de toros de Las Ventas. Novillada con picadores estival. Un cuarto de plaza. Novillos de Fernando Peña, exigentes pero con clase los tres primeros y con falta de fuerzas los tres últimos.
Santana Claros: Silencio y silencio.
Daniel Crespo: Silencio y silencio.
Jesús Enrique Colombo: Palmas y oreja.
Detalles:
Se guardó un minuto de silencio por el I aniversario del fallecimiento del torero Víctor Barrio.
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Tres novilleros dispuestos a demostrar todo su potencial en el ruedo. Sólo Colombo ha aprovechado la oportunidad como ya ha hecho en sus actuaciones pasadas en el coso titular durante esta temporada.
Santana Claros abriría plaza ante un primer novillo un tanto brusco en su embestida. Parecía que le iba a poder el astado al novillero durante la lidia con el capote. Sin embargo, fue tomar la muleta e imponer las ganas que traía de demostrar lo que sabía hacer. Dejó una serie por el pitón derecho de mucha calidad. Concluyó con una estocada tras pinchazo.
Con más clase salió el cuarto de la tarde, un novillo al que le faltó una lidia más madurada, ya que el novillero malagueño no llegó a entenderlo del todo. No pudo llegar al tendido venteño por lo que terminó su actuación cosechando un silencio.
Era el turno de Daniel Crespo ante el segundo novillo, al que recibió con verónicas de muy buen gusto. El animal demostró fijeza durante la faena, la cual no consiguió exprimir el joven gaditano. Probó por ambos pitones ero le faltó solidez en su conjunto. Finalizó con una estocada entera.
En su segundo, tuvo delante un astado que no dijo nada. Humilló pero le faltó raza. El novillero tampoco llegó a conectar con el público. Hacía por mover con temple la muleta pero terminaba comiéndole terreno. El novillo fue a menos. Tampoco estuvo acertado con los aceros, por lo que terminó recogiendo el silencio de la plaza.
Jesús Enrique Colombo recibía al tercero de la tarde, un novillo al que le faltó repetición. El novillero sacó todo de sí mismo para entender y lidiar al animal. Como ya hemos visto en otras ocasiones, fue él mismo quien se hizo cargo de las banderillas, dejando un segundo par de gran torería. Durante la faena, se mostró aplomado en todo momento. Dejó buenas tandas por la derecha. Transmisión le faltó al de Fernando Peña, por lo que no se terminó de enganchar a la plaza.
En el sexto y último de la tarde no quiso perder su oportunidad de conseguir un trofeo. Le recibió con chicuelinas en los medios del ruedo. En banderillas, dejó unos buenos pares para conseguir encender un poquito a los asistentes. En los medios de rodillas comenzó. Quizás le apretó mucho al principio, haciéndole dar grandes carreras, lo que empezó a apagar al novillo. Demostró mucha torería en sus naturales. Remató la faena con un estoconazo, más que suficiente para conseguir cortar una oreja.
En conclusión, una tarde en la que ha habido que esperar al último astado para poder ver a un novillero que está siguiendo los pasos de otros compañeros suyos provenientes de América. Este es uno de los grandes retos que tienen por delante los novilleros de hoy en día, el seguir creciendo a pesar del alto nivel de los que le rodean. Y en tardes como estas es cuando hay que aprovechar la oportunidad de llamar la atención, y Colombo lo ha hecho. Un joven novillero con mucha carrera por delante, en la que si sigue así llegará lejos. Sólo de este modo podremos volver a nuestra casa y decir bien alto:
“¡He estado en los toros!”.
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