En Jerez de la Frontera… El Fandi, Manzanares y Roca Rey abren la Puerta Grande
Jerez de la Frontera. Viernes 17 de mayo 2019. Feria del Caballo, segundo festejo del abono. Se lidiaron dos toros de Nuñez del Cuvillo: Pésimos en presentación salvo el primero y quinto. Noble y con clase el primero (vuelta al ruedo); Falto de casta y mal presentado el segundo; Noble sin fuerza el tercero; manso el cuarto; manso y noble el quinto; soso el sexto. Casi lleno.
David Fandila El Fandi: Oreja y oreja.
José María Manzanares: Ovación y dos orejas.
Andrés Roca Rey: Palmas y dos orejas.
Detalles:
Destacó el 1º, número 171, de nombre Madroñero y 480 kilos, para el que se llegó a pedir el indulto siendo premiado con la vuelta al ruedo.
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Refrescó en Jerez de la Frontera en la segunda corrida de abono, pero eso no importó, el público quiso triunfo y así fue, dos orejas para El Fandi, Manzanares y Roca Rey y la terna a hombros por la puerta grande.
Comenzó de rodillas El Fandi con tres largas cambiadas, en una ventosa tarde en Jerez de la Frontera, arrancando los primeros olés del público, rematando con verónicas y una media. El toro salió picado de toriles, por lo que en el caballo no tuvo mucho castigo. Tras el tercio de varas, quite por zapopinas.
Sonaba la banda para el tercio de banderillas donde la nobleza del toro facilitó el trabajo al Fandi.
En la muleta, El Fandi anduvo más firme, con la mano derecha logró pases de calidad, aprovechando la movilidad del toro y la clase con la que embestía el astado, en parte, gracias al flojo tercio de varas. Continuó la faena por la espalda en redondo. Madroñero tuvo menor recorrido por el pitón izquierdo, pero humilló de igual forma. El respetable pidió el indulto del animal sin éxito, demasiado premio para un animal que fue de más a menos y no se probó en el caballo. Pinchazo y estocada algo desprendida que le sirvió para cortar una oreja. Al toro se le concedió la vuelta al ruedo.
El manso cuarto toro de la tarde, salió al piso con un evidente problema de visión, que le dificultó su orientación en el ruedo durante la lidia. Aun así, El Fandi decidió arriesgar y colocar banderillas a este inválido toro de Núñez del Cuvillo. Se entregó en cuerpo y alma en la faena de principio a fin. Por el pitón derecho fue muy complicado, pero por el izquierdo sí encontró algo de luz y toreó con raza, a su estilo. Estocada casi entera y oreja.
El primero de Manzanares manseó ya se salida. En el caballo fue un trozo de carne empujando con la cara arriba. En el tercio de muleta, Manzanares tuvo que emplearse para sacar algo de provecho, consiguiendo algunos pases con torería, pero que no llegaron a conectar con los tendidos. Pinchazo y estocada desprendida. Ovación con saludos.
Quinto toro de la tarde para Manzanares, salió despistado y manseando, Manzanares lo enganchó y le ligó una tanda de verónicas. Del peto del caballo salió mostrando su mansedumbre. Susto para El Suso en su primer par de banderillas. Comenzó Manzanares con la mano derecha su faena de muleta, intentando rascar algo al pésimo morlaco. Supo meterse al público en el bolsillo y tiró de oficio ligando pases marca Manzanares. Por el izquierdo el toro fue similar quedándose algo más corto aún, le dio el espacio y tiempo necesario al animal. Gran estocada y dos orejas.
Recibió con una tanda de verónicas notable el peruano al tercer toro de la tarde. En el caballo fue un visto y no visto, bueno, más bien un no visto, porque apenas se picó. Muy seguro y firme empezó por estatuarios la faena, como nos tiene acostumbrados, Roca Rey. El toro no fue como el primero, tenía clase, pero le faltó movilidad y fuerza para que pudiera cuajar la faena. Con la mano izquierda el toro tuvo mayor juego que aprovechó el joven Roca Rey. Aguantó en los pitones del animal y se arrimó echándole valor, gesto que el público reconoció. Pinchazo y algo más de media estocada. Aplausos.
Salió el cierraplaza, último de la tarde para Roca Rey, lo toreó a la verónica de rodillas y remató con una larga cambiada, siendo aplaudido por la plaza. Tras el capote el peruano sufrió un percance que le provocó una cojera durante el resto de faena. Como no podía ser menos, a este último tampoco se le practicó la suerte de varas correctamente. No comenzó cómodo con la muleta, y le costó encontrarse con el toro, que se aburrió en cada tanda. Roca Rey vio que utilizando su toreo de riesgo y ajustado sería capaz de conseguir el triunfo… y efectivamente eso fue lo que pasó, comenzó a pasarse el toro por la espalda y a arrimarse cada vez más, acabó con una tanda de bernardinas de infarto, no aptas para cardíacos. Estoconazo y dos orejas.
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