En La Esperanza…entre marinera y huayno finalizó el IV Festival de la ATA

14 septiembre 2018 Martín Campos

El pasado sábado 8 de setiembre, en el fundo La Esperanza del distrito limeño de Pachacámac, se realizó la gran final del IV Festival del Torero Aficionado organizado por la ATA culminando por todo lo alto con gran asistencia del público demostrando que cuando es posible hacer las cosas bien los afición lo agradece.

Fueron finalistas, los calificados como ganadores de cada fecha previa junto a los mejores segundos. Estos finalistas fueron: José Alfredo Koechlin, Giancarlo Guzmán, Kike Sifuentes, Foncho Simpson, Gaspar de Loayza y Ayrton Laura. Todos ellos hicieron frente a un encierro de buenas y muy exigentes vacas de Dante Navarrete que son encaste Santa Coloma.

Previamente, la tarde se inició con toreo de salón para los niños, donde los matadores Paco Céspedes y Alfonso de Lima les instruyeron en el manejo de los trastos de torear.

El intermedio musical-artístico lo dispensaron los cantantes jinetes ayacuchanos Oscar y Sandro interpretando la bella y sentida música de su tierra. También se agradeció la alegoría del binomio chalán y danzante de nuestro baile nacional, la marinera, a cargo del matador Flavio Carrillo y su bella hija.

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Ver a toda esa concurrencia multirracial ─acaso el Perú mismo reflejado en cada uno─, disfrutando de una gran jornada de toreo en el fundo pachacamino, donde la confraternidad taurina se ha puesto de manifiesto ya de manera inobjetable a despecho de las críticas siempre faltas de fundamento que han tratado de darle a la ATA el sesgo elitista que no posee, fue realmente entusiasmante porque una vez más se demuestra que la fiesta en nuestro país es de todos, y que tanto a los capitalinos como a los aficionados de provincias ésta les pertenece por igual. Sino cómo explicar el caluroso aplauso de toda la plaza a los cantores Oscar y Sandro cuando entonaron en el quechua de Arguedas la hermosa melodía que da cuenta de los amores desafectos: imaymunas qaykitapas, sonqollay, manan ruraqchu kajami…

Triunfador indiscutible resultó Gaspar de Loayza, quien estuvo cumbre con su muy buena becerra a la que de salida propinó los mejores lances de la tarde, mientras que en muleta la pupila de Navarrete se da por enterada y termina agradecida con su torero cuando le supo dar distancia y tiempo necesarios en una faena de fundamento para lograr de esta manera ser incluido en el Festival del día 21 de octubre nada menos que en la Plaza de Acho.

El segundo lugar correspondió, luego de ardua decisión del jurado, para Ayrton Laura en virtud a su buen desempeño en esta última tarde ante otra buena vaca que reboza en su embestida y pedía muleta en todo momento. Cierto que a ratos se despega Ayrton pero más sopesó la transmisión que tuvo su labor. Apenas por pequeñísimo margen el tercer lugar fue para Giancarlo Guzmán, gran torero aficionado de mucho empaque que estuvo mejor en la fecha de su clasificación.

Los otros finalistas cumplieron en la medida de sus capacidades y arrestos físicos ante las muy exigentes vacas sorteadas. Sino preguntemos al triunfador de la primera fecha, José Alfredo Koechlin, quien pechó con una muy complicada que pegaba tornillazos, nunca humilló y llevaba malas ideas.

Kike Sifuentes, el terremoto de Lurín, se vio muy a su peculiar estilo ante una vaca que agradecía a media altura pero que desarrolló sentido rápidamente arrollándolo en dos ocasiones.

Alfonso Foncho Simpson, se quedó sin piernas ante la exigencia de una becerra muy briosa de salida que luego fue cortando el viaje para estar pendiente del torero.

El premio al Mejor Repasador del festival recayó de manera unánime en el joven becerrista Israel Flores de 17 años quien se ha hecho acreedor a una muleta del matador Andrés Roca Rey.

Participaron de manera especial matadores de toros en activo como Freddy Villafuerte que tentó una buena pupila suya de Apóstol Santiago; Víctor Hugo Garavito, Paco Céspedes, Alfonso de Lima, Antonio Pavón y el matador retirado Claudio Ronge.

Gratamente irrumpió en el paseíllo acompañando a los finalistas, el niño torero David Rioja de apenas seis años quien mostró una precocidad singular para pararse en el ruedo ante un becerro poco colaborador.

Felicitaciones a la ATA, representado por su diligente y entusiasta directivo principal José Ignacio Bullard quien fue merecidamente reconocido por sus colegas, y también a Tito Fernández por su altruismo de buen aficionado.

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