En Burgos… Salen en hombros Emilio y Tomás

01 julio 2025 Redacción

Burgos. Penúltimo festejo de la Feria de San Pedro y San Pablo 2025. Casi lleno. Toros de Núñez del Cuvillo, mansillos, justos de presencia.

Daniel Luque: Silencio y silencio.

Emilio de Justo: Oreja y oreja

Tomás Rufo: Oreja y oreja

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Estos tres toreros -Luque, De Justo y Rufo- deberían de experimentar abandonar los toros comerciales, los toros cómodos que de tanto llevar su sangre a esa mar de dulcificación se han convertido en una aproximación de la embestida borreguna como si fueran lirios desmayados.

Estos tres toreros con tanto potencial, dignificarían a la Fiesta conduciéndola a la verdad del toro bravo, encastado e íntegro. Esto provocaría volver a ver las plazas llenas a reventar y no sólo cuando toree Roca Rey.

En medio de tanta engañifa a la sociedad hace falta una boconada de aire renovador, de un oxigeno para dignificar la grandeza de la tauromaquia con la verdad para que las auténticas hazañas regresen.

Daniel Luque no pudo hacer mucho con su primero un animal que como era obvio nada dejó para el recuerdo en el primer tercio y mucho menos en varas y en la muleta resultó reticente. A pesar del inequívoco esfuerzo, el torillo y su sangre que alguna vez tuvo algo de bravura no dejó más que penalidades.

Con su segundo, para variar, no varió mucho y así que todo quedaría en las buenas.

Emilio de Justo estuvo entregado con su manso y deslucido primero -segundo del festejo-, que acudió a media altura hubo deseos del torero, sin embargo, solo al final impacto una buena estocada y el público valoró la inquebrantable lucha de Emilio.
Más comprometido salió Emilio con el chiquitín que hizo quinto hasta con una larga cambiada lo recibió. Y así también rodillas en tierra inicio la faena sacando pases correctos con las dos manos. Dejó un feo bajonazo, pero el generoso presidente le dio una oreja y con ella abrir la puerta grande.

Ha estado correcto en su recibo capotero con su primero Tomás Rufo. Con la muleta hubo momentos interesantes por el lado natural. Después de las manoletinas una estocada y le dieron una oreja.

Con el que cerró plaza dejó una faena de buen gusto y buenas maneras, rebasando en la parte final el nivel de jurisdicción del astado. Buena estocada y otra oreja.

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