En Arles… Dos orejas para Juan Leal

01 abril 2024 Redacción

Arènes d’Arles. Francia. 3ª Corrida de toros de la Féria Pascale 2024. Más de media plaza. Regresó el sol. Toros de La Quinta -515, 525, 535, 500.530, 540 kilos- el 6º honrado con la vuelta póstuma. Caballería Bonijol.

Juan Leal: Dos orejas y silencio con aviso.

Ginès Marin: Saludó en el tercio con aviso y silencio con dos avisos.

Clemente: Saludó en el tercio y una oreja.

Detalles:

Presidente: C. Soler

_____________________________

Juan Leal es el último torero que ha salido triunfador del ruedo de Arles y Clemente casi le acompaña tras torear a Lagartigo, excelente ejemplar de La Quinta, premiado con una vuelta póstuma.

Clemente

En general, para el cierre de esta feria de Semana Santa, la hornada homogénea de toros de La Quinta careció de movilidad, aunque el último ejemplar mostró todo su vigor y sobre todo su fuerza. Para finalizar la tarde soleada, Largartigo, un toro de cinco años y medio, se abalanzó tres veces sobre el caballo y, viniendo desde lejos, derribó al picador en el segundo ataque. Ante este extraño colaborador, Clemente ofreció una alegre faena estirando una bella serie a la derecha. Una estocada demasiada baja marcó su actuación que le valió un trofeo aclamado. En cuanto a la vuelta póstuma, fue debidamente saludada como merecida.

Durante su primera faena, el aquitano experimentó algunas dificultades para encontrar el equilibrio adecuado entre montar a su oponente sin un gran motor y desviarse sin cruzar. Los aceros probablemente le hicieron perder su primera oreja.

Juan Leal
Director de lidia, Juan Leal, toda la tarde se mostró limpio, tranquilo y decidido. Ante un oponente que se desvanecía demasiado rápido, hizo todo lo posible. Hizo series con ambas manos. Una estocada comprometida le permitió cortar dos generosas orejas.

Durante su segundo acto, el arlesiano quiso encender al público presente en las arenas, que empezaba a sentirse entumecido por el frío que descendía lentamente. Recepción arrodillada en el centro para un toro que venía de lejos antes de desvanecerse demasiado rápido. Desgraciadamente, espada en mano, en la sala del escenario se registró un silencio “ensordecedor”.

Ginés Marín

En cuanto a Ginés Marín, no encontró adversarios que pudieran inspirarlo. La razón es su falta de combatividad. El primero se entregó en la punta de los cuernos y el andaluz lo hizo en la punta de los dedos. Tanto toro como torero parecían reservados. La emoción no podía mostrarse a pesar de una espada comprometida. Posteriormente, el torero jerezano se perdió un poco mientras disparaba pases casi sin parar sin gran relevancia.

___________________________________________