En Villaseca de la Sagra… Ha triunfado Alejandro Chicharro

06 septiembre 2023 Redacción

Villaseca de la Sagra, Toledo. Miércoles 6 de septiembre 2023. Segunda de feria. Cerca del lleno. Novillos de Baltasar Iban, bien presentados, mansos, se estrellaban en los petos del caballo en donde dormían el sueño de los justos; o como el sexto se defendieron con violencia por el genio.

Sergio Rodríguez: Ovación y ovación.

Alejandro Chicharro: Ovación y dos orejas.

Bruno Aloi: Ovación y silencio

Detalles:

Ha saludado, Juan Carlos Rey después de banderillear al que abrió plaza.

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Alejandro Chicharro mostró su interesante futuro con dos toros que al margen de su mansedumbre dispar, les pudo a los dos con solidez. Al primero lució con el capotillo, y apenas podía acudir el debilucho ejemplar. El prólogo fue con doblones, quizá un exceso a la manifiesta debilidad del novillo que poco le dejó lucir, pero ese poco dijo mucho.

Con su segundo, se fue a porta gayola concreto con dignidad torera el reto. Con la tela roja en donde destacaron buenos naturales, así como un feo guantazo que le envió por los aires y cuando cayó a la arena perdió la consciencia. Se recuperó y dejó una estocada mortífera, por lo que la gente conmovida pidió hasta las dos orejas.

Sergio Rodríguez también ha estado entusiasta, hizo la varienta de la verónica flexionando su piernas. La faena tuvo un inició rocareyista, de hinojos, para de pie toreo con la bondad de la mano diestra que además de seriedad tuvo emotividad. Mal con el acero.

Tuvo un manso como segundo, al que desde el inicio mostró querencia. Lo mandó tres veces al caballo pero en la realidad salvo los puyazos no aportó nada a favor y si en contra, por la mansedumbre explícita, lo que se hizo evidente con la muleta en donde salieron algunos buenos muletazos.

Llegó de México, Bruno Aloi, ha estado correcto con un toro manso al que obligó mucho su entusiasmo desbordado. Y sí, hubo algo bueno con ambas manos, pero pudo más la mansedumbre. Estocada trasera.

Con el que cerró plaza, un casi toro, manso con genio, lo hizo notar con violencia en el peto en donde se defendió. Algo pudo hacer pero el toro decidió que ya no acudiría y lo demás fue historia.

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