En Aguascalientes… Ginés Marín a contraluz

04 mayo 2023 Ana Delgado

Aguascalientes. Jueves 4 de mayo 2023. Decimosegunda corrida de la Feria de San Marcos 2023, festejo nocturno. Plaza de toros Monumental un cuarto de aforo. Se lidiaron seis astados de Santa Fe del Campo desiguales de presencia, mansos y complicados. Uno de regalo de El Junco manejable y uno más de obsequio de San Pablo manejable pero débil.

Ernesto Javier El Calita: Al tercio y leves palmas; leves palmas en el de regalo

Sergio Flores: Palmas y leves palmas; silencio en el de regalo

Ginés Marín: Oreja y oreja

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Saber estar y estar bien, cuando un torero tiene concepto y sitio se le nota aquí y allá, con el toro bueno y sobre todo con el malo. Qué importante es mostrarse tal cual es a contraluz, aunque las condiciones no estén dadas, aunque se encuentre situado en el lado opuesto a la claridad y que a pesar de eso su imagen siga percibiéndose nítida, transparente.

Esta noche en la Monumental hidrocálida Ginés Marín protagonizó dos faenas interesantes, de esas que de antemano sabes que frente a su muleta no hay embestidas francas, es entonces cuando el aficionado saborea el otro lado de la luz, el analizar cómo es que el torero en cuestión resolverá el acertijo, saldrá del laberinto y nos mostrará en qué consisten sus recursos y cómo va a utilizarlos.

El tercero de la tarde fue un toro justo de presencia que saltó al ruedo sin ocuparse de los capotes. Desde el inicio acusó debilidad, misma que se acrecentó después de la breve puya de la que salió doblando las patas delanteras. Ginés Marín quitó por chicuelinas y media verónica.

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En el tercio final el astado rascaba la arena, reculaba y el torero español se encargó de irlo metiendo a su muleta en tandas por derecha un cambio de mano fino para despedir por alto. Ante la embestida incierta Ginés Marín lo cambiada de terrenos, pero cuando le bajaba la mano a la arena el burel. Consiguió valiosas tandas por derecha y naturales de valía para cerrar con largo pase de pecho que le fue muy coreado.

El torero no le quitaba la muleta de los belfos, siempre tras él para obligarle a pasar por la diestra en una tanda lenta y suave para rematar con pase de pecho. Toda de él la labor. El pitón izquierdo peligroso, aun así, le ligó hasta tres en redondo cerrando por alto, haciéndose dueño de la situación. Lo despidió con media estocada trasera y caída que bastó para que cayera pronto. Hubo petición y se le otorgó una oreja.

Con el sexto del festejo no tenía mucha luz para ofrecer, así que Ginés Marín le puso la silueta para formar el contaste. Hasta tres puyazos recibió el astado, del que salió con la cara arriba. El torero español comenzó su faena de muleta por bajo, aunque el toro le protestaba Ginés no se iba de la escena.

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Por derecha se lo pasó en la primera tanda, probándolo. Luego por naturales consiguió plasmar algunos muy lentos, el cambio de muleta por la espalda y rematar por alto, todo en un breve espacio, interesante, pensante.

Otro más consiguió por derecha, de muleta firme y muñeca mandona pregonando el poder del saber. Mató de estocada entera traserilla y dos golpes de descabello. Aun así, le entregaron la oreja que le fue protestada por algunos.

Ernesto Javier El Calita se enfrentó en primera instancia a un bonito astado que no buscaba la pelea en los burladeros. En varas embistió lo justo. Y de muleta embestía siempre pegando arreones, con rodillas en tierra comenzó El Calita ante la complicada situación. Fiereza por derecha ante la rapidez de la muleta, le levantaba los pitones mientras que el torero intentaba dominarle. Por ambos lados dura la prueba, el torero esforzado sin llegar a más. Mató de media traserilla para saludar en el tercio.

El cuarto de la tarde para El Calita fue un astado mejor presentado que provocó un fuerte tumbo en los piqueros. Luego el torero quitó por chicuelinas y de muleta El Calita comenzó doblándose con él, en un inicio fue atento a las telas y al primer cite. Lo sacó de tablas y consiguió algunas tandas por derecha, mientras que hubo que llevarle a media altura, unas veces muletazos a ritmo lento obteniendo respuestas del tendido, otros precipitados sin mucho reconocimiento. Por naturales la embestida descompuesta para posteriormente seguir por el camino de la diestra esforzado. Mató de media caída para escuchar leves palmas.

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Regaló uno de El Junco al que recibió con larga cambiada junto a las tablas, desde la capa metió bien la cabeza por ambos lados. En los piqueros cumplió, pero salió muy débil del encuentro, no tenía mal son pero las fuerzas le escasearon. De muleta comenzó con algunos cambiados por la espalda para cerrar por alto y repetir la dosis. El Calita le bajaba la mano, pero en cuanto lo hacía el astado a la arena.

El joven torero le luchó, unas veces en largos muletazos, otras en sin conectar con la afición. Los naturales unos cercanos y otros hasta el más allá, sin redondear la labor. Sonó en las alturas la popular Pelea de Gallos reina de las confusiones en el tendido, pero ni con esta lograron meterse a la faena de El Calita, aguerrido sí, con voluntad sí, sin trasmisión y propuesta también sí. Algunas tantas más por derechazos, toreo de aliño en la cara del toro y no había más. Mató de pinchazo y entera trasera para irse entre leves palmas.

Para Sergio Flores no fue una noche fácil puesto que los dos toros de su lote no tuvieron las embestidas soñadas. Su primero le pitaron por la escasa presencia. Cumplió en varas de las cuales salía doblándose. De muleta y por bajo Flores quiso domeñar, pero no había por donde, pegando feos arreones. El torero quiso cambiarlo de terrenos, pero no había por donde, labor por la cara que le fue reconocida. Se tiró a matar y dejó estocada entera contraria y trasera para irse entre palmas.

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Con su segundo no cambió mucho la historia, un astado de alegre salida, cortito y bien puesto por delante, en un inicio metía la cabeza a los capotes para que Flores lanceara a pies juntos. Muy poca vara recibió de los piqueros y de muleta por bajo pero el astado le levantaba la embestida, tiraba arreones, pendiente de sus muslos por derecha, olfateando la arena y mejor a otra cosa porque ahí no había más. Lo despidió de entera, trasera y caída para escuchar leves palmas.

El octavo de la larga función fue de San Pablo para Sergio Flores, se quedó pronto en los capotes lo que hizo esperanzarse a la afición, en varas le pegaron duro y salió doblándose. Luego en los primeros muletazos el astado rodó por la arena en escena patética hasta que los subalternos lograron ponerlo en pie.

Por naturales el astado asistía, pero le faltaba un tanto de emoción. Al pasárselo por derecha Flores tropezó en la cara llevándose fuerte golpe por el cual se fue a la enfermería de la cual minutos después salió aguerrido para intentar por ambos lados sin cooperación. Mató de estocada entera trasera y tendido para irse entre el gélido silencio.

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