En la Monumental México… Tras absurdo indulto todo queda en una vuelta para un sólido Emiliano Gamero
Monumental Plaza de Toros México. Domingo 29 de Diciembre, 2019. Décima corrida de la Temporada Grande. Pobre entrada que apenas y habrá alcanzado los 3 mil asistentes. Se lidiaron toros de Vistahermosa, mansos y complicados; el mejor fue el quinto de nombre Gaspar, al tener movilidad, bondad y docilidad, impresionó al “erudito” juez Enrique Braun y lo indultó indebidamente. El sexto acabaría echándose antes de poner el rejón de muerte su torero.
Horacio Casas: División de opiniones en ambos ejemplares tras aviso.
Emiliano Gamero: Vuelta tras dos avisos y vuelta.
Santiago Zendejas: Vuelta y saludó en el tercio.
Detalles:
Cuando se indulta a un toro, el que triunfa es el ganadero no el torero; es por ello que en la Monumental México no se dan trofeos simbólicos.
Lo peor en este tipo de eventos, es que en la mayoría de los indultos inventados a vapor como el de este domingo, acaban haciendo daño a las ganaderías. Los ponen a ser padres de las siguientes generaciones, y la mansedumbre, así como el descasamiento y la invalidez acaban por echar a perder toda la cabaña brava.
¡Pifias!
El buenazo de Brauny ordenó el indulto del toro Gaspar de Vistahermosa, sólo por su movilidad; ¿habrá alguien que le diga lo que significa la bravura? Porque la Comisión Taurina de la Ciudad de México que preside Vicentico Bandín, nada de nada; y el mayor coso del mundo continúa siendo pisoteado por los buenazos que están en el palco de la nula autoridad convirtiéndolo en una plaza sin categoría.
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La verdad es incontrovertible. La malicia puede atacarla, la ignorancia puede burlarse de ella, pero al final, la verdad está ahí”: Winston Churchill.
Otra agresión a la verdad en el mayor coso del mundo por parte de la autoridad.
Sí, de una autoridad complaciente que debiera velar por los intereses del público, por salvaguardar a la grandeza de la Fiesta, porque se respete la liturgia y, por consecuencia necesaria, el rito a través de defender un día sí y otro también al toro bravo.
Esta tarde esa inexistente autoridad tuvo otra pifia al ordenar un indulto de un toro que si bien tuvo movilidad, bondad y obediencia, no son ni por mucho los atributos para merecer ese homenaje.
Pero… así está la Fiesta.
Otro engaño que en nada, absolutamente en nada va a nutrir ni aportar al campo bravo.
Sí, no va aportar nada, porque este tipo de indultos inventados de la nada, conducen a la crisis, luego a la debacle y ahí están las ganaderías hundidas en la mansedumbre, en el descastamiento y la invalidez.
Atacar a la verdad no es la solución.
Me queda claro que, Emiliano Gamero, no indultó al toro Gaspar; lo hizo un juez sin criterio.
Emiliano lo que sí hizo, y lo hizo muy bien fue torearlo con inequívoca madurez.
El buenazo de Brauny, nunca valoró la lidia, lo que en la realidad ocurrió en el redondel.
Nunca se percató que fue el joven rejoneador Gamero, quien se fue haciendo del toro desde que le recibió con la garrocha en la puerta de toriles.
Desde ahí impuso su mandato, y fue creciendo su imperio al adelantarse a las intenciones del mansesco ejemplar.
El toro sólo recibió un rejón de castigo, y eso provocó que pudiera tener esa movilidad que deslumbró al buenazo de Brauny, y acudió con movilidad borreguna al mandato del torero que lució.
Sí, lució incluso después de que su caballo claudicara al fallarle los cuartos traseros en el tercio -ya que el cuarto trasero derecho pisó al izquierdo- provocó no sólo cayera en la arena, sino encima de las piernas de Emiliano.
Emiliano se levantó, con el dolor evidente, fue a su cabalgadura y una vez montado volvió a mandar, y dejó una banderilla cargando la suerte en verdad soberbia. Fue un momento importante, como todo lo que hizo siempre toreando antes y después de imponer las banderillas.
Y sobre todo, dándole los espacios necesarios para no agobiar al toro, consintiéndole y guiándole con su cabalgadura a donde justamente quería Emiliano.
¿Que pudo conquistar las dos orejas?
No me queda la menor duda.
Así pudo ser, pero la verdad sucumbió al ser atacada por la sin razón, y conceder un indulto al vapor y sin sustento.
Al final, Emiliano, le había cedido su triunfo al ganadero, y en medio de ese penoso hecho, dio la vuelta al redondel de la Monumental México, incluso, hasta con el representante del ganadero.
De esta forma todo quedó en la aspiración de una tarde que pudo haber sido luminosa para, Emiliano Gamero, y todo quedó en las buenas intenciones.
Y de buenas intenciones están llenos los caminos al infierno.
El joven Gamero, había estado muy bien con su primero, mostró la plausible evolución en sus argumentos toreros. Por ello lució en ambos ejemplares. Aunque con su primero el rejón de muerte haya estado desacertado.
Por cierto, que Emiliano vistió el traje de charro mexicano, algunos le criticaron que la montura no correspondiera a la vestimenta, pero…
… esas cosas, para el gran público son menores, sobretodo, cuando se aprecian importantes avances en un joven tan controvertido como el señor Gamero.
El joven Zendejas mostró pasión y una voluntad inquebrantable, así se vio en sus dos intervenciones, le falta mayor experiencia…
… sí, evidente le falta muchísima experiencia, pero si los empresarios en verdad lo toman en serio, se puede constituir en un gran rejoneador.
No, no fue la tarde de, Horacio Casas, incluso hasta uno de sus caballos cayó herido en su segundo toro. Trató de levantarse de ese episodio, y casi lo consigue, pero al final el rejón de muerte casi bajo, provocó que la gente no tomara en cuenta su esfuerzo.
Los forcados
Se presentaron tres grupos de forcados…
… los Forcados de Turlock, los Forcados de Lisboa y los Forcados de Mazatlán, han dejado en verdad importantes pegas que hay que reconocer y celebrar.
Al final, conquistaron el trofeo en disputa los Forcados de Turlock.
¡Enhorabuena!
En fin, que fue un festejo que dejó el sin sabor de un indulto improvisado y oficioso; pero también dejó la gran esperanza en la madurez de Emiliano Gamero, así como de un importante futuro que se aprecia prometedor en el bisoño Santiago Zendejas.
¡Que así sea!
En un par de días será Noche Vieja, y al otro día…
… ¡Año Nuevo!
Este criticón que tanto le respeta y agradece su fidelidad, lector amigo, le desea que el inminente 2020, sea un año pleno de éxitos, porque todo en esta vida se puede concretar con base en la verdad.
¡Feliz 2020!
¡Dígase la verdad… aunque sea motivo de escándalo!
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