En la Opinión de Pepe Mata… Ser empresario exitoso

México, Por José Mata

05 enero 2025 José Mata

En la Opinión de Pepe Mata

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Cuando nos esforzamos en ser mejores de lo que somos, todo a nuestro alrededor mejora también”. Paulo Coelho

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Advertencia: Siempre es oportuno advertirles tanto a ganaderos como a toreros, empresarios y ahora a los políticos, que este artículo de opinión no es apto para ellos, porque aquí no aparecerán ni los falsos elogios ni las inútiles justificaciones para acomodar todo en una artificiosa ficción y así dañar a la verdad. Para ello, existe la prensa corrupta, que vive de enaltecer el engaño, inundando de mentiras, adulaciones e intentando abusar de la buena fe de los lectores de lo que no ocurrió. Bajo advertencia… no hay engaño.

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¿Qué es ser empresario?

Todo hombre con iniciativa que ve perdido todo, sobre todo su prestigio, se pregunta eso:

Entonces… ¿qué es ser empresario?

De acuerdo a la normativa administrativa la persona física o jurídica, que con capacidad legal y de modo profesional combina capital y trabajo con el claro objetivo de producir bienes o servicios para ofertarlos en el mercado, a fin de obtener beneficios… utilidades, eso es ser un empresario.

Quien sólo experimente sin ningún objetivo y carente de un claro rigor administrativo y mercadológico es un simple aventurero, porque no busca consolidar una empresa sino explora un medio para darse a conocer por su falta de un reconocimiento social.

Una persona puede tener millones de pesos, de euros o de dólares, pero no poseer reconocimiento ni prestigio; que puede contratar a quien desee para complacer sus gustos personales…

… sí, para eso tiene los medios económicos.

Sin embargo, eso no es ser un empresario sino un simple arribista que al final acabará fracasando y perdiendo todo lo que invirtió por la falta de un objetivo real.

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Un empresario tiene visión, ambición, liderazgo, creatividad y siempre busca soluciones para no perderse en la nada, porque tiene un claro objetivo, en el caso de las empresas taurinas ese claro objetivo será llenar las plazas.

Sí, llenar los cosos taurinos con el fin de no sólo recobrar lo invertido sino de percibir utilidades y para ello existen diferentes metas.

Una de ellas es conocer su mercado para saber qué es lo que desea ver su potencial clientela; entender del nivel socio-económico en el cual se desenvuelve para no dar palos de ciego al poner un precio inalcanzable en las entradas, que al final nadie pueda pagar.

Igualmente, será fundamental formar nuevos prospectos para el renuevo generacional con la perspectiva de que su potencial clientela los conforme en ídolos y con ello consolide su participación en los festejos al sentirse tomada en cuenta.

No cabe la posibilidad de que los supuestos empresarios impongan jóvenes o toreros de padrinos poderosos que su potencial clientela no quiera ver. Una empresa nunca debe ser complaciente a las relaciones personales porque pierde su claro objetivo y se convierte en una simple aventura.

Si se promete una auténtica corrida de toros bravos, encastados e íntegros, sencillamente cumplirle; porque será la potencial clientela que al quedar satisfecha se convertirá en clientela cautiva.

Si su clientela ya está harta de ciertos toreros, de ciertas ganaderías comerciales que envían pequeñajos bobalicones y con escandalosa sospecha de despunte, no confrontarla imponiendo esos carteles; porque la respuesta será implacable: una plaza semivacía.

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¿Para qué molestar a sus clientes si se conoce perfectamente lo que desea ver?

Todo producto que no se cuida tiene un ciclo que puede acabar pronto sobretodo en estas épocas en las que el internet desde la década de los 90 globalizó todo, de ahí que los que eran figuras en esa década en los albores del nuevo milenio comenzaron a pasar a un segundo y hasta el tercer plano; mientras que las plazas que alguna vez llenaron comenzaron a quedar vacías a la falta de la verdad insoslayable.

No se debe cuidar a los figurines con pequeñajos bobalicones a modo… sino cuidar a su público que es el que en la realidad manda, porque es el que le retribuye lo invertido y provee de las necesarias utilidades.

El uso de la mercadotecnia, de las estrategias como publicidad y promoción debe estar debidamente planeadas. La publicidad debe contener argumento y debe ser agresiva, que haga cimbrar al potencial cliente.

La combinación de los colores, las frases debe provocar que la posible clientela sienta una necesidad para acudir a ver el festejo.

La publicidad no debe ser “bonita”, porque para eso están las galerías de arte.

Cuando un empresario vea su plaza llena en todos los festejos, deberá celebrar que sí es un auténtico empresario, porque cumplió con la normativa administrativa y mercadológica.

Así, en resumen un buen empresario nunca impone sus gustos personales por encima de su potencial clientela, porque entonces no será un empresario sino un simple aventurero.

¡Dígase la verdad… Aunque sea motivo de escándalo!

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