En la Monumental México… En la novillada de “triunfadores”, ausencia de triunfos

22 septiembre 2024 Mauricio Gutiérrez

Crónica de Mauricio Gutiérrez

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Monumental Plaza de Toros México. Décima novillada de la Temporada 2024. Domingo 22 de septiembre de 2024. Pobre entrada, poco más de tres mil quinientos asistentes. Ganadería de Tenopala (Atlangatepec, Tlaxcala), propiedad de D. Carlos González Chapa, de presentación y juego desiguales, blandos en extremo y descastados. 1° correcto de presentación, pronto y con clase; 2° bien presentado, sin raza, rebrincado; 3° feo de estampa, sin recorrido ni transmisión; 4°destartalado, encastado; 5° correcto de presentación, manso; 6° bien presentado, tardo y descastado.

César Ruiz: Silencio y vuelta al ruedo inadmisible.

Manolo González: Pitos y silencio.

Andrés García: Silencio y pitos.

Detalles:

Salida al tercio de Fernando García, tras parear con garbo al tercero de la tarde.

De forma inexplicable, el ganadero Carlos González Chapa dio la vuelta al ruedo al finalizar el festejo.

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Orden de lidia -sorteo-

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Verdadera pachanga la protagonizada por los novilleros César Ruiz y Manuel González; en contraste con la abulia del torero queretano, Andrés García.

Estuvo como primer espada el hidrocálido, César Ruiz, a quien la afición capitalina lo vio actuar en la primera novillada del serial 2024.

Con su primer novillo, Ruiz inició con verónica movidas, para después tomar los garapullos y realizar el toreo para el graderío y bullangero. Ya entusiasmados los pocos asistentes, en la faena de muleta dio series por ambos lados, nada limpias, a media altura y sin fijar los pies en la arena, una clase de destoreo. Mató muy mal y el novillo dobló solo, después de dos golpes de descabello infructuosos.

Con el cuarto de lidia ordinaria, César Ruiz inició con largas de hinojos. Repitió la dosis en el segundo tercio e invitó a su compañero de terna, Manolo González a banderillear con muy poco éxito. Durante el brindis, hizo que el homenajeado saliera de paisano al ruedo, lo que generó la molestia del público.

Al inicio de la faena de muleta, fue embestido de fea manera en el abdomen, sin lesionar de forma aparente al novillero. Otra faena llena de destoreo que culminó con una estocada en buen sitio.

Hubo cierta petición de oreja para una faena sin estructura, premio que de forma correcta no otorgó el juez Enrique Bráun. En respuesta a esta negativa de premio, el novillero decidió dar una inadmisible vuelta al ruedo.

Manolo González, simuló un quite por chicuelinas apenas saltó a la arena su primer enemigo. Chicuelinas al paso para poner en jurisdicción del picador al astado. Invitó a banderillear al torero hidrocálido y ahí va otro festín de toreo para el graderío; con una especie de danza del novillero Manolo González, muy poco agraciada y que, más hizo recordar la figura literaria creada por del Valle-Inclán.

Con la muleta inició con pases por alto. Después dio tres series de derechazos muy cortitos, sin ninguna dimensión. Naturales viendo al tendido, que por esa misma razón resultaron sin limpieza. Culminó con un molinete y dos buenos derechazos. Faena sin estructura. Destazó al novillo a golpes de descabello, que dobló agotado por ese castigo desproporcionado.

Con el que hizo quinto de la tarde, Manolo González volvió a poner los palos con esa danza grotesca de la que ya se hizo mención. Con la pañosa, inició su faena de hinojos, para posteriormente dar series de derechazos enganchados. Estuvo insistente sin lograr ningún lucimiento. Por falta de dominio, el astado lo atropelló en dos ocasiones, sin ensañarse con el torero por la falta de casta que acusó. Mal con la espada, mató al tercer intento de una entera con travesía.

Como tercer espada actuó el torero de Querétaro, Andrés García, quien parecía anestesiado, inexpresivo toda la tarde. Lo más destacado con sus dos novillos fueron los lances por verónicas. Durante la faena muleteril del tercero, dio pases cortitos por la derecha a media altura. Con la mano izquierda intentó naturales sin limpieza ni ligazón. Volvió a la mano diestra pero el público le protestó la faena insulsa. Muy mal con la espada, vale más evitar la descripción de los varios gazapos cometidos.

Con el cierra plaza, Andrés García estuvo correcto con el percal y otra faena insípida con la muleta. Inició por alto y posteriormente naturales con enganchones. Medios pases, alargó la faena sin razón hasta que la afición le volvió a protestar. Actuación desastrosa con el estoque.

El próximo seis de octubre culmina el serial novilleril de La México, con la esperanza de que, ahora sí, haya algún triunfo contundente.

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