En el recuerdo de Miguel Ángel Yáñez… Hemos perdido a un compañero, un amigo; hemos ganado un ángel, Martín Campos

14 septiembre 2024 Miguel Ángel Yáñez

Hace unos minutos recibo la llamada en la que me comunican esa noticia que nunca queremos recibir, ni dar; nuestro compañero Martín Campos se nos ha ido, ha trascendido y se encuentra ya junto al Señor de los Milagros, Jesús de Medinaceli y Nuestra Madre la Virgen María; a los que tanta devoción les profesaba.

Martín nos deja huérfanos y desolados a toda la gran familia que conformamos TorosenelMundo y a todo el mundo taurino de su Perú natal, al que siempre ayudaba desde su posición de periodista, Juez de Plaza y grandísimo aficionado y apasionado taurino.

Fue en marzo de 2023 cuando sufrió su primer susto de salud del que se repuso, tanto que pudo hacer el viaje que tenía proyectado para el mes de mayo a España, siempre con el consiguiente beneplácito médico, a Córdoba a su feria y a Madrid a San Isidro.

Sin embargo, no pudo completar su periplo español como había planeado de ir a Valencia a visitar al Maestro Vicente Ruiz El Soro, en cuyos programas de dirige y presenta en radio y televisión era su colaborador y corresponsal en Perú, debido a que le volvió a repetir la crisis que le llevó al hule, como siempre decía Martín en clara alusión taurina, aquí en Madrid.

Una vez estabilizado y repuesto aquí en Madrid, emprendió el regreso a Perú aunque pese a la circunstancia médica sufrida, marchó con las magníficas experiencias taurinas y personales vividas tanto en Córdoba donde disfrutó con Roca Rey en el coso de los Califas y rindió su particular homenaje a Manolete.

En Madrid fue también una visita relativamente corta pero muy intensa, tanto en lo taurino como en lo gastronómico, dos de sus grandes pasiones. En lo taurino estuvo y tomó parte del centro neurálgico de la Feria de San Isidro, intervino en tertulias taurinas radiofónicas, entrevistas televisivas, encuentros con toreros y personajes españoles y peruanos.

Estuvo en el callejón de Las Ventas, en los patios de caballos (cuadrillas) y arrastre viviendo el preámbulo y la post corrida, respectivamente; nos acompañó en el palco de prensa, visitó el Museo Taurino de la plaza y por supuesto como hemos dicho, los restaurantes del entorno de Las Ventas donde degustamos sus viandas; huevos rotos, cachopo y no podía faltar el rabo de toro.

Posteriormente allá por el mes de noviembre de 2023 visité Perú invitado por Martín y su primo/hermano con el que vivía Rodolfo, y si el país es maravilloso y bien que le recorrimos todo lo que nos dio tiempo, volvimos totalmente enamorados de ese Perú increíble, pero no solo por todo lo que tiene y es; que es mucho.

Sino también por ese trato amable, afable, cariñoso, de familia; que nos dispensaron durante toda nuestra estancia. En esa convivencia se ve y conoce a las personas, pues por todos lados por los que íbamos, Martín casi podría decir que era un ídolo en los ambientes taurinos peruanos, pero también en gran parte de la sociedad limeña y en otros muchos lugares de la geografía peruana.

Un gran periodista multifunción con su ordenador (computadora), sus apuntes, la cámara de fotos, sus crónicas, comentarios, noticias que publicaba aquí en TorosenelMundo como corresponsal en Perú; sus intervenciones y programas televisivos junto a sus compañeros Magaly Zapata y Carlos Castillo.

Persona querida y respetada que participaba en todo aquello para lo que era requerido, no sólo como periodista, sino también como Juez de Plaza en Acho, La Esperanza o en cualquier plaza de la geografía taurina peruana, que tanto recorrió y tan bien conocía.

Siempre atento, educado, con simpatía, lleno de cultura, don de gentes, amigos de toda índole por todas partes y que tantos me presentó allí en Perú o aquellos a los que me recomendaba o me mandaba mensajes con ellos cuando venían a España.

Lo mismo daba que fueran novilleros principiantes, matadores ya consagrados, taurinos aficionados prácticos o no, compañeros de profesión, empresarios o gente llana del pueblo. Decir el nombre de Martín era como la contraseña o el salvoconducto para ser recibido y atendido con todos los honores, porque era una persona que iba derrochando y sembrando bonhomía y amistad allá donde aparecía.

Sin embargo, ahora que nos has dejado en cuerpo, pero no en alma, todos los que te hemos conocido, tratado y compartido vivencias y momentos contigo nos has dejado una huella indeleble en nuestros corazones y mentes de por vida, que jamás te olvidaremos.

¡Martín D.E.P. y bien sabes que te queremos mucho!

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