Crónicas

En Bayonne… El profesional Roca Rey y la clase de Juan Ortega

Crónica de Thierry Reboul

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Arènes de Bayonne. Francia. Última corrida de toros de la Féria de l’Atlantique 2024. Sol a principios de septiembre. Casi lleno dada la limitación del ancho. Toros de Zacarías Moreno. Catorce puyazos, cuadra Bonijol.

Juan Ortega: Silencio y saludo.

Andrés Roca Rey: Dos orejas generosas y dos orejas generosas con aviso.

Adrién Salenc Adriano: Oreja con aviso y silencio.

Detalles:

Presidente: Christophe Robin

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Prólogo

El público acudió en masa a Bayona para ver a Roca Rey y pasó un poco por delante de Juan Ortega. El peruano hizo su trabajo sin pasar dificultades y sin ir más allá del mínimo esperado. No mató muy bien pero aun así cortó cuatro orejas. Juan Ortega estuvo ausente en su primera faena. En su segundo unos muletazos fueron de profunda lentitud y gran pureza. También mató mal. El público saludó pero no apreció todos los sabores. Adriano, junto a dos figuras, se mantuvo en su sitio cortando una merecida oreja al tercero. El sexto no permitió nada.

Los de Zacarías Moreno presentes en los tres tercios no estuvieron al nivel de los de 2023. Nobles pero no sumisos, dejaron sin embargo a los toreros expresarse.

Los toreros

El primero salió dando cabezazos. Juan Ortega se mantuvo reservado y con prudencia. Silencio. Cuando resuenan los ritmos del torero y del toro, da derechazos y pases de pecho de profunda lentitud. El público aprecia pero no saborea y sin embargo había verdaderos sabores en esta faena. Lamentablemente Ortega mató mal y tuvo que recurrir a los saludos.

Andrés Roca Rey está mejor. Su primer toro muy colaborativo le permitió producir una faena “normal”, nada más, pero que se centró en un público que había venido a ver al peruano. La espada quedó entera pero caidita. Dos orejas y una habría sido más que suficiente. El quinto fue aleatorio. Roca Rey estuvo muy por encima del bicho que fue soso y justo de fuerzas. La faena ha sido anodina. Valía una oreja sobre todo porque la espada quedó en el rincón de Ordoñez. Es Roca Rey así que serán dos orejas.

El tercero fue noble pero con casta. Adriano le ofreció una faena bien construida y con buenos pasajes. Agitado, por haber querido hacer luquesinas que no eran necesarias, el francés remató con una entera suficiente y le cortó una oreja. Nada más entró al redondel el sexto no lo tuvo claro. En la muleta fue casi insoportable. Adriano notó un problema de visión allí. Lo cierto fue que el de Zacarías Moreno ha sido un manso deslucido. La Feria del Atlántico finalizó en silencio.

Los toros

Muy bien presentados los toros de Zacarías Moreno resultaron, a excepción del sexto, interesantes. Bravitos a caballo, nobles a la muleta, todavía pedían muleta. El primero puso a Ortega en dificultades. El segundo y quinto recayeron en el super profesional Roca Rey pero el peruano tuvo que liquidarlos en el inicio de la faena. El tercero y el quinto permitieron expresarse a dos toreros con estilos diferentes.

Toro a toro

Brasileño para Juan Ortega.

El primero fue alto y estuvo bien armado. Humilló en el capote de Juan Ortega y después frenó. Acudió a una primera vara trasera sin emplearse y salió suelto de la segunda. Ortega hizo que le dieran un ligero puyazo por tercera vez del que salió suelto. El bicho dio hachazos en el segundo tercio. Ortega dobló al toro con más autoridad que elegancia. El toro mostró nobleza pero con fuerza. Desconfiado, el torero fue alcanzada su muleta. El toro no era excepcional pero el torero… no estaba. La entrada para matar fue cautelosa, la espada quedó caida pero ha sido efectiva. Silencio.

Rebujino para Andrés Roca Rey

El segundo era gordito. Andrés Roca Rey lo recibió con eficacia. Sin ponerlo en suerte, acudió a un puyazo que ha quedado trasero. De repente el bicho buscó el refugio de las tablas. El segundo fue un picotazo trasero. Adriano hizo un buen quite por chicuelinas, Roca Rey le respondió con ceñidas gaoneras. Saludaron los banderilleros. Roca Rey comenzó con estatuarios. En el centro del redondel, citando a media distancia, la primera serie de inmediato se impone sobre el toro. El bicho fue noble y el torero utiliza su profesión para aprovecharlo. El peruano tomó su mano izquierda e impuso su ley a un toro al que le faltaba chispa. Más colaborador que adversario, le faltó transmisión. El final fue tremendista reduciendo los terreno y centrándose en el público. La espada quedó entera y caída. El toro cayó rápidamente. Dos orejas -una de más-.

Golfito para Adriano

El tercero estuvo bien presentado.  Adriano lo recibió con elegancia. La primera vara, fue ligera, muy ligera. El toro se fue a las tablas. En el siguiente también redujeron todo a un simple picotazo trasero. Ortega dibujó tres preciosas verónicas y una media. Adriano inició su faena con pases por alto, había que encauzar el toro. Continuó con derechazos y un pase de pecho de calidad.

Citando de lejos, llegó el bicho, humilló atacando a la muleta. Le faltó un poco de fuerza. Por la izquierda se frenaba un poco. El francés se entregó y toreó con sinceridad. Poco a poco el bicho se fue a menos. El final de redondos se centró en el público pero no necesariamente en el toro que estaba casi parado. Lo mismo ocurrió con las luquesinas donde el torero se enganchó. La espada quedó entera pero ligeramente caidita. Sonó un aviso. El bicho tardó en caer. Una oreja.

Lechón para Juan Ortega

El cuarto estaba bien hecho y bien armado. Juan Ortega estuvo en dificultades con el capote. La puyazo quedó trasero, el toro se creció sobre un cuerno. Después del segundo salió suelto. El sevillano atacó por alto y luego dobló con gran elegancia. Los primeros derechazos son de gran categoría, el de pecho y la trinchera han sido magníficos. El toro era noble y tenía el ritmo que va con Ortega. Los gestos del torero son de gran pureza. Una buena serie por la izquierda concluyó con uno de pecho muy lento y profundo. Matar al toro le resultó difícil. Ortega pinchó antes de meter una espada caída pero eficaz. Saludos.

Africano para Andrés Roca Rey

El quinto salió suelto. Andrés Roca Rey lo fijó en el centro del redondel con evidente eficacia. Sin ponerlo en suerte, el de Zacarías acudió a dos varas sin emplearse. El pitón derecho estaba dañado. Adriano hizo un buen quite. Con doblones, el torero coloca al toro para alternar pases de pechos y cambiados por la espalda. En tres derechazos con autoridad, gobernó al toro. Mismo patrón, misma solución por la izquierda, lamentablemente al toro le faltó ritmo. La faena fue interesante pero le faltó transmisión. Para compensar Roca Rey redujo los terrenos e incluso puso punto final con luquesinas. La espada acabó en el rincón de Ordoñez. Dos orejas -una de más- pero el público vino a por Roca Rey.

Morisco para Adriano

El último toro de la temporada bayonnaise estuvo serio de presentación. Adriano lo recibió con dos largas de rodillas. El toro fue complicado en el capote y un comportamiento poco claro. Recibió un puyazo mientras empujó. En la segunda reunión, se apoyó con los riñones. El tercer encuentro una vara trasera y muy fuerte, no era necesaria. Empezó con doblones, el toro no lo tenía muy claro. Caminaba dando cabezazos y empezó muy forzado. El torero supuso que el toro tenía un problema de visión. Lo cierto fue que el bicho era un manso deslucido y muy rápidamente descompuesto. Por la fuerza de las circunstancias, Adriano tomó la espada. Pinchó en varias ocasiones, después colocó una espada baja y luego volvió a pinchar antes de concluir también con una estocada entera baja. Cierta división y después silencio.

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