En La Línea de la Concepción… Señor Jiménez, ¡así se triunfa!

19 julio 2024 Redacción

La Línea de la Concepción (Cádiz). Segunda de Feria. Corrida Homenaje al Maestro Ruiz Miguel. Más de media plaza. Toros de Victorino Martín, correctos en presentación, encastados, destacando el extraordinario cuarto al que le dieron vuelta al ruedo.

Borja Jiménez -en solitario-: Ovación, ovación, oreja, dos orejas, dos orejas y ovación.

Detalles:

Se le entregó una placa al maestro Ruiz Miguel por ser el torero que más corridas de Victorino Martín ha enfrentado.

Se exigió la presencia de Borja Jiménez en el tercio concluido el paseíllo para tributarle una batería de júbilo.

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Enfrentar ganaderías como la de D. Victorino Martín es una gesta que deben hacer los toreros a diario, eso los consagraría como auténticos héroes de una expresión enigmática que tiene su razón de ser al enfrentar la encastada bravura del toro auténtico e íntegro, al que una vez dominado, ese héroe se transfigura en artista y regala intensos, aunque efímeros, momentos escultóricos.

Borja Jiménez -junto con su hermano- pertenecen a ese tipo de toreros -escasos en la actualidad- que no rehuyen al compromiso de enfrentar con grandeza a la bravura y la casta de un toro y lo hacen con gran dignidad. El espejismo de las mal llamadas figuras agotó la ilusión en los tendidos y hay que recuperarla para renovarla.

Por fortuna, la incansable lucha de, Borja, está teniendo una sólida recompensa y quizá es porque está llamado a ser quien reivindique al arte del toreo con base en la verdad del toro bravo, encastado e íntegro.

Pero, caminemos por su encerrona, con su primero toro, Borja comenzó a calmar los nervios para dar paso a la serena inteligencia y así resolver lo que tenía en el redondel. Aparecieron lances que fueron enseñando al victorino por donde iba a ser el mandato del toreo. El prólogo de la faena con base en doblarse, le permitió sumar varias series con ambas manos, destacando las sentidas con la derecha. El acero sólo le permitió escuchar una ovación.

Brilló el toreo al natural que logró trascender a los diletantes taurinos, entendiendo las complicaciones que había por el lado izquierdo y respetando cómo consiguió extraerle sin arredrarse series valiosas. Mal con la espada.

Volvió a lucir con el tercero, mérito inequívoco el de enfrentar a la cast y bravura de un victorino y además extraer trazos, templados y sentidos con ambas manos para conquistar el reconocimiento de los ahí presentes. Estocada caída y una oreja.

Ha lucido y mucho con el capote con el curto, lances cadenciosos en donde el ritmo escaló a importantes alturas. La faena dominadora para después dar rienda suelta al espíritu y dejar una propuesta intensa. Estocada y dos orejas, a la casta, bravura y calidad del toro de Victorino Martín, una vuelta.

Con el quinto, faena intensa por las serias complicaciones del victorino que no arredraron al torero, sino por el contrario le llevaro a ir a más, a mucho más y extraerle meritoria faena haciendo gala del poder, mando y sentimiento. Estocada y descabello, dos orejas

Una alimaña fue el que cerró plaza, había que poderle y el cansancio natural habitaba en el torero, pero también allí estaba el indiscutible objetivo de triunfar. Así que fue a la cara del toro y cuando las cosas se ponían imposibles, cortó certeramente por lo sano. Sabia decisión.

¡Así se triunfa Señor Jiménez!

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