En Bayonne… Nueva salida en hombros de Fernando Adrián

12 julio 2024 Thierry Reboul

Arènes de Bayonne. Francia. Corrida Blanche. Sol, nubes y un poco de viento frio. Tres toros de Juan Manuel Criado -1º, 3º, 6º- y tres del Monte La Ermita. Doce puyazos, cuadra Bonijol.

Manuel Escribano: Silencio con dos avisos; silencio con dos avisos; y saludos.

Fernando Adrián: Silencio; dos orejas; y oreja.

Detalles:

Sobresaliente: Salvador Ruano.

Saludos de Ángel Otero en el cuarto.

Presidente: Dédé Lascoumes

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Fernando Adrián salió una vez más a hombros. Cortó dos generosas orejas en el cuarto después de una faena donde toreó más al público que al toro. No fue el día de Manuel Escribano quien se tuvo que conformar con un saludo en el quinto. Lo que recordaremos de esta Corrida Blanche son los dos primeros toros de Juan Manuel Criado cuya nobleza no fue suficientemente aprovechada.

Los toreros

Manuel Escribano concluyó muy mal con la espada una faena de entrega pero superficial a un toro noble e interesante. El torero nunca mandó al toro que le pagó con la muerte. Silencio

El tercero si bien era justo de fuerza tuvo un muy buen pitón derecha que Escribano, sólo lo aprovechó superficialmente. En la suerte suprema, la espada resultó insuficiente y el torero esperó que cayera el bicho. Como esperó demasiado, una parte del público protestó -con razón-. Silencio.

El quinto fue deslucido. La faena se prolongó más allá de lo necesario y soportable. La espada hizo rápidamente su trabajo. Saludos.

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El segundo fue un manso avisado con un peligroso lado izquierdo. Fernando Adrián se entregó pero el toro rápidamente se vino a menos. El torero no encontró la solución al problema planteado. Silencio.

El tercero ha sido manso en el caballo y fue noble con la muleta. Adrián construyó una faena más espectacular que sincera y se centró en el público. Dos orejas, la segunda injustificada. Importante hacer notar, la indigna actitud de, Ángel Otero, suplicando el segundo trofeo como en un pueblo.

El último falto de raza. A fuerza de insistir, Adrian consiguió una buena serie de cada lado. La espada llevada con precaución fue eficaz. Una oreja -¡una de más!-.

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Los toros

Bien presentados los toros de, Juan Manuel Criado, fueron lo más interesante de este desafío. El primero bravo, noble y justo de raza le faltó un poco de motor para ser muy buen toro. El de Monte La Ermita, muy bien armado, falto de fondo. Discretos al caballo, protestaron a menudo en el tercer tercio y rápidamente se extinguieron.

Estimado de Juan Manuel Criado para Manuel Escribano

El primero ha sido fuerte. Se frenó en la capa de Manuel Escribano. Primera pica trasera, el toro se crece sobre un cuerno. El quite fue por tafalleras y chicuelinas, se empleó mucho más en el segundo encuentro. El público lo esperó, Escribano lo hizo. El sevillano consumó un buen tercio de banderillas. Empezó su faena con cambiadas mientras el toro se mostró noble.

A la izquierda le engancha la muleta. El torero no aprovechó la nobleza del toro y no bajó lo suficiente la muleta. Lo toreó aprovechando el viaje, el torero no mandó al bicho al que sólo le faltaba un poco de motor para ser muy buen toro. Los últimos naturales fueron como el resto de la faena, perfilados. El final con redondos se centró en el público. Sonó un aviso. El toro, al no estar dominado, fue difícil de poner en suerte. Se sucedieron varios pinchazos, sonó un nuevo aviso descabello a un toro todavía entero. Silencio.

Afortunado de Monte La Ermita para Fernando Adrián

El segundo fue más ligero pero estaba bien rematado. Fernando Adrián lo recibió con una larga de rodillas. El toro salía suelto; sine embargo, empujó en la primera reunión con la caballería. El segundo encuentro fue puesto en suerte pero demasiado de largo. El prólogo de la faena fue con pases por alto, el bicho protestó en la muleta. Fue complicado y al torero le costó encontrar la solución. Por la izquierda el toro no tenía recorrido. Fue a menos y se complicaba cada vez más sin que el torero pudiera imponerse en su embestida. La entrada a matar fue cautelosa. La espada quedó contraria y atravesada. Silencio.

Janero de Juan Manuel Criado para Manuel Escribano

El tercero fue aplaudido al entrar a la pista. Manuel Escribano lo recibió con dos largas de rodillas. El toro era débil. Recibió un primer puyazo mientras empujó. Salió suelto del picotazo que siguió. Escribano es siempre brillante con los palos en mano. Inició la faena por doblones, sobre el pitón derecho hacía el avión el toro en los primeros muletazos.

En la izquierda ha sido más soso que noble. De vuelta a la derecha, el de Criado perdió ritmo sobre todo porque el torero no se cruzaba y no le obligó. El toro se fue a menos y el torero estaba cada vez más distante. Estuvo por debajo del potencial del bicho que acabó yendo a las tablas. La espada caidita y tendida tardó mucho en hacer efecto. Sonó un aviso y el bicho seguía en pie. Mal estoqueado, cayó en el momento del segundo aviso. Silencio y ovación en el toro.

Guindatelo de Monte la Ermita para Fernando Adrián

El de Monte la Ermita estuvo bien presentado. Salió suelto cuando Fernando Adrián lo recibió por chicuelinas y tafalleras. Sin ponerlo en suerte, hubo un desagradable puyazo trasera. Hizo el viaje a la segunda reunión. Ángel Otero saludó tras un buen tercio de banderillas. Inició con cambiadas y derechazos de rodillas, el toro fue noble y el torero… toreó al público que le resultó receptivo. A la izquierda el torero se mostró elegante pero la distancia entre él y el toro no era nada despreciable. Finalmente, los derechazos de rodillas terminaron de conquistar al público. Final de bernadinas, la espada quedó trasera y caidita pero efectiva. Dos orejas, una de más, palmas al toro.

Orillero de Monte La Ermita para Manuel Escribano

Manuel Escribano dio la bienvenida al quinto a Porta Gayola. El toro fue ligero. Metió la cabeza en el capote. Al primer puyazo acudió con violencia, el segundo ha sido más suave por parte de los dos actores. El quite de Adrián fue cercano pero desordenado, Escribano respondió con faroles. El tercio de banderillas no fue el mejor de los últimos tiempos. Comenzó sentado sobre el estribo, el toro se mostró noble y tardo. La faena tuvo entrega pero no transmitió. El de Monte la Ermita ha sido insulso y rápidamente se desvaneció. El público -y el cronista- perdieron el contacto. Y, sin embargo, el torero insistió más allá de lo soportable. Media estocada pero efectiva en poco tiempo. Saludos.

Jarana de Juan Manuel Criado para Fernando Adrián

El último estuvo muy bien presentado y se ajustó cuando Fernando Adrián lo recibió en el capote. Tomó dos varas ligeras sin empujar. Comenzó con pases en alto, Adrian tuvo dificultades para encontrar el sitio. El bicho se detenía a la mitad del pase y no humilló. La siguiente serie fue mejor. El de Criado fue insulso y la faena también. Por la izquierda fue mejor pero Adrián no siguió en esa tesitura. Los siguientes derechazos fueron los más sinceros dados por Adrián este día. Pero es cierto que el toro sólo se sometía si el torero se cruzaba. Al final buscó centrarse en el público. La espada, llevada mientras se recorrían los bulevares exteriores, le resultó eficaz, una oreja cuestionable.

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