En Aguascalientes… Acuarelas diversas

07 abril 2024 Ana Delgado

Aguascalientes. Domingo 7 de abril 2024. Octava y última novillada en la Plaza de toros San Marcos, más de media plaza. Se lidiaron astados de La Playa, complicados primero y segundo, manejables el tercero y el cuarto que recibió arrastre lento cuestionable, quinto y sexto malos, buenos séptimo que recibió vuelta al ruedo y octavo.

Rafael Reynoso: Palmas

José María Mendoza: Palmas

Paco de la Peña: Vuelta al ruedo con protestas

Tomás Alejandro: Oreja

Alberto Mercado: Leves palmas

Mario Rangel: Dos orejas

Sergio Paredes: Leves palmas

Detalles:

Al inicio del festejo se hizo un reconocimiento al picador Mauro Prado por sus cuarenta años de trayectoria.

Saludo en el tercio el aspirante a banderillero Kevin Loera.

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Larga como la espera y de varios matices como la acuarela, así fue la última novillada en la Plaza de toros San Marcos en la que se presentaron ocho novilleros, la gran mayoría hacían su debut en esta plaza, otros ya con más experiencia dejaron colores diversos plasmados en el ruedo centenario.

Otra vez el que emborrona el dibujo es el juez de plaza Matador César Pastor otorgando un arrastre lento inexistente, exagerando en los premios a los coletas y teniendo que consultar gráfica y explícitamente a los ganaderos si deseaban que se le diera vuelta al ruedo a los restos del novillo antes otorgar el premio

¿Qué no se supone es la máxima autoridad en la plaza?

¿Por qué tener que tomar parecer?

¿Acaso es su deseo complacer a éstos, esos y aquellos?

El que pinta para cosas buenas es el novillero hidrocálido Mario Rangel que hacía su debut con picadores en esta tarde. Se enfrentó a Playero, un buen novillo de La Playa que fue brioso desde salida, Rangel lo recibió con verónicas y revolera. En varas el novillo empujó con fuerza, luego el novillero local quitó por gaoneras aguantando las embestidas puesto que el astado se arrancaba de largo, de igual manera lo hizo en la muleta y Rangel se lo pasó en cambiado por la espalda para proseguir por alto y rematar con el pase de pecho.

Alegre y repetidor fue Playero, el séptimo del festejo que embestía poderosamente, aunque con la cabeza descompuesta, Rangel se lo pasó por derecha con detalles finos y elegantes, por naturales un tanto acelerado, pero con estilo propio. Aunque Mario Rangel sea muy nuevo aun, tiene cualidades visibles de buen toreo, mismas que coloreo por ambos lados, formando un cuadro esperanzador.

Finalizó con manoletinas y a esas alturas el novillo aún traía muchas embestidas adentro. Mató de entera en buen sitio, primero se le otorgó una oreja muy merecida, pero como la gente insistió el juez de plaza no se guardó el segundo premio y rápido y presuroso se la dio, aunque estuviera de más. Y como para quedar bien con todo el mundo, echó su mirada hacia el contra burladero de los ganaderos, comunicándose gráficamente, cuestionando si están a de acuerdo en la vuelta al ruedo y como la respuesta fue positiva, entonces con la venia a sacar el cartel de vuelta al ruedo.

Y no es que el toro lo mereciera o no, el novillo fue muy bueno, la cuestión aquí es porque la autoridad no autoriza, el juez no juzga, el biombo se convierte en una casa encuestadora, sin el poder en sus manos y por ende una pintura sin alma.

Tomás Alejandro es otro joven hidrocálido que tiene buenas maneras, le tocó en suerte el cuarto de la tarde Cola Blanca, un bonito ejemplar de La Playa que tuvo una salida prometedora, rematando en los burladeros y atendiendo capotes. Con largas afaroladas de rodillas lo recibió, luego jugando bien los brazos por verónicas. Poca vara recibió el de La Playa. Tomás Alejandro quitó posteriormente por caleserinas.

Llegado el tercio final el astado mantenía el recorrido, arrancándose de largo para que el novillero se lo pasara en cambiados por la espalda, luego la primera tanda por derecha tersa, aunque le levantaba la cara en el último tiempo de la muleta, prosiguió por ese lado con algunos detalles finos. Por izquierda también lo intentó, pero el astado ya estaba pendiente de él.

La emoción decreció, las condiciones de más a menos, el astado terminó rebrincando y ya no hubo conexión. Manoletinas al final de su labor para dejar una estocada entera ligeramente trasera. Hubo petición de oreja que finalmente se otorgó, para el novillo un arrastre lento sacado de la chistera.

Rafael Reynoso, el más veterano del cartel abrió plaza con Naranjo un novillo que desde salida mostró complicaciones, embestidas descompuestas con las que Reynoso mostró su faceta lidiadora, estando pundonoroso, plantándole cara ante las difíciles condiciones presentadas hasta construir de la nada tres naturales y remate por alto muy torero.

El novillo rebrincaba poniéndole los pitones en el pecho y Reynoso sopesó la situación, algunos sustos que superó, pero lo bien hecho se marcó de negro pues su mal uso de las espadas le impidió mejores logros. Escuchó palmas de reconocimiento.

José María Mendoza dejó pinceladas finas en el ruedo a pesar de haberse enfrentado a un astado que le presentó complicaciones desde salida, haciendo caso omiso a las telas. Lances a la verónica y revolera, sin definirse por ningún lado. En varas el astado empujó fuerte, el piquero Efrén Acosta IV lo aguantó muy bien.

Con la muleta Mendoza no la tuvo fácil, el novillo era tardo, iba paso a paso con la cabeza arriba, el joven consiguió pasarlo por derecha correctamente, pero se le quedaba corto punteándole la tela y muy pendiente de él. Por naturales también se lo puso complicado, Mendoza tiene actitud, dejó algunos trazos elegantes, resolviendo en la cara y echándole valor. El uso de la espada no le favoreció y hubo que escuchar un aviso para retirarse entre palmas.

Paco de la Peña tiene el matiz de la conexión con el tendido, pero de tanto que carga el pincel puede ser que algún día se le derramen los colores. El joven mexiquense se presentó por primera vez en esta plaza dejando claro que maneja con singularidad el capote, al tercero de la tarde lo recibió con verónicas y remate soltando la punta del capote, luego las chicuelinas andantes y el recorte torero para llevar al astado al piquero donde recibió fuerte castigo; luego más chicuelinas y la revolera. En banderillas destacó el aspirante Kevin Loera que saludó en el tercio.

De rodillas se puso Paco de la Peña para iniciar el tercio final, conectando rápido con la gente, un tanto arrebatado propio de su novatez, luego algunas tandas por derecha con más grito que contenido. Por izquierda el astado iba paso a paso, levantando los pitones y poniendo las cosas difíciles, el joven logró dos naturales buenos y al tercero ya distraído con la gente y tomándose de los cuartos traseros, en una exhibición más hilarante que profunda.

Algunos desdenes mirando al tendido, encantando al des-entendido. Muchas fallas y achuchones al entrar a matar hasta escuchar un aviso, se le otorgaron palmas al esfuerzo, pero quiso darse la vuelta al ruedo dejando tras de sí un rastro de coloraciones sin armonía ni composición, escuchando algunos pitos por su decisión.

El quinto del festejo correspondió a Alberto Mercado que pasó sin pena ni gloria, atravesando por la escala de los grises. Recibió al novillo con farol de rodillas y de pie chicuelinas y brionesa. En varas el astado cumplió. Cubrió el segundo tercio con sobresaltos.

Con muleta en mano el joven queretano se enfrentó a una embestida descompuesta, su poco rodaje se hizo evidente ya que nunca paró de pies, hubo muchos pases, poco mando, y más achuchones. Por izquierda la misma condición ante las dudas en la cara del novillo, vinieron los desarmes y los sustos que le rompieron la taleguilla. Fallas con la espada para irse entre leves palmas.

El hidrocálido Paco Velasco debutó con caballos ante sus paisanos y se vio en la gama del verde por su apenas iniciada carrera. Se enfrentó a un novillo que apenas si empujó en el caballo, Velasco quiso pasarlo por gaoneras pero el novillo lo prendió feo haciéndole pasar momentos difíciles.

Consiguió luego algunos muletazos por derecha y remate por alto, pero el novillo estaba muy parado y solo le permitió leves detalles. Dudas, desarmes y la fuerza le escaseó al de La Playa, al final aplomado y soso. Velazco alargó la labor con el fin de agradar, pero se lo protestaron, al final pinchazos muchos y media para retirarse entre leves palmas.

Otro al que no supo combinar los colores primarios y secundarios fue Sergio Paredes que debutó con picadores y a quien le correspondió el último de la función, Piteado fue un buen novillo de La Playa, un astado brioso, que embistió al caballo con fuerza. Luego se arrancó de largo para que Paredes se lo pasara por saltilleras, en una de ellas lo prendió fuerte y salió ileso.

Piteado puso en predicamentos a los banderilleros que la tuvieron difícil para dejar los palos ya que el novillo apretaba con rapidez y agudeza. De muleta Paredes se lo pasó por derecha sin acomodarse del todo, era repetidor, atento, presto a cada movimiento. Hubo muchos pases, continuos, pero sin lo que hace acelerar los corazones llamado temple.

Por izquierda el novillo le pegó varios sustos, algunos detalles, pero el poco rodaje de Paredes imperó. Mató luego de varios pinchazos y entera caída, se escuchó el aviso y finalmente el astado dobló. Para Paredes leve reconocimiento del público y para Piteado las palmas a sus restos.

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@AnaDelgado28