En Úbeda… Curro llegó y dejó una tarde maravillosa

24 septiembre 2023 Redacción

Úbeda (Jaén). Lleno . Toros de Juan Pedro Domecq y Jandila, justos de presencia y mansos.

Curro Díaz: Oreja y dos orejas.

José María Manzanares: Ovación y dos orejas.

Andrés Roca Rey: Ovación tras aviso. y palmas.

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La lesionada muñeca de Morante de la Puebla… le sigue dando problemas y por ello, llegan interesantísimas propuestas de sustitutos con gran nivel, como el experimentado, Curro Díaz, un auténtico artista que enfrenta a todos los toros de todos los encastes y a pesar de llegar a tener dentro de sus contiendas serios percances, su responsabilidad, su incontestable verdad, nunca le hace ceder, por el contrario siempre le veremos ir a más.

Llegó a Úbeda y como era de esperarse los animalillos ya estaban escogidos, ganadería comercial con el creador del toro dócil, obediente, sumiso.

Complicado ha sido su primero, manso con genio al que había que imponerse porque la cabeza la tenía tan suelta como una hélice a velocidad de vértigo. El poder que tiene Curro le extrajo series meritorias llevándole a media altura y eso lo supo reconocer el respetable al final con una oreja.

Su segundo fue el toro dócil y obediente, y Curro con toda su sabiduría a cuestas consiguió una faena interesante y bonita, en donde el buen gusto hizo disfrutar al respetable. Tras el espadazo dos orejas.

José María Manzanares tuvo un primero tan débil como un lirio desmayado, así que casi nada pudo hacer. Con el que hizo quinto, lució con el capote. Con la muleta consumó series interesantes por el lado derecho y apenas estaba con la zurda, cuando puso punto final con el acero. La gente accedió a pedir dos orejas.

Andrés Roca Rey se fue en blanco, con estos toros su sólida expresión no puede lucir. Ya es tiempo de que haga a un lado a las ganaderías comerciales y a los toreros que se dicen figuras, porque torean como teloneros del joven peruano, para ver las plazas llenas.

Al tercero apareció al redondel con toda su bonachona mansedumbre que le acompañó, destacó el toreo por el lado derecho, pisado los terrenos del toro, que como todo manso dejó al torero hacer todo. Mal con la espada y sólo hubo ovación.

Otra excelente faena pudo sumar con ambas manos, sólo que los aceros le privaron de pasear por lo menos una oreja.

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