En Arles… A cada uno su oreja y sus grandes méritos

09 abril 2023 Pierrick Charmasson

Arènes d’Arles. Domingo 9 de Abril 2023. Feria de Pâques -Pascua-. Tres cuartas partes del aforo. Tiempo soleado, brisa ligera. Toros de Victoriano del Río (2,3,5 y 6) y Toros de Cortés. Peso de los toros: 510, 570, 545, 575, 530, 515. Caballería Bonijol: 12 encuentros.

Daniel Luque: Oreja tras aviso y silencio tras aviso.

Emilio De Justo: Vuelta tras aviso y oreja tras opinión.

Juan Leal: Oreja tras avisos y silencio tras dos avisos.

Detalles:

Organización: Ludi Arles Organisation

Presidente: Mr Maragnon assisté de Mme Pages et Mr Boyer

Saludo del banderillero Iván García tras parear al cuarto.

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Ningún triunfador en esta segunda etapa de la Feria Pascale 2023, pero cada uno pudo reencontrarse con el público a través de sus faenas. Todo un mérito y una oreja en el esportón, gracias a tres estilos taurinos bien definidos, y todos muy merecidos también.

Hay que decir que la corrida protagonizada desde Guadalix de la Sierra por la familia Del Río no fue un regalo y la tarde no ha sido un paseo por el parque, ni mucho menos.

Seis toros pues, dos de los de hierro de Toros de Cortés (1º y 4º) generalmente bien presentados, dispares en cornamentas y tamaño. Pesados y corpulentos 2º y el 4º; más justo y más noble el 1º; más armonioso el 6º, que nunca concedió ramaje al plumaje.

El más completo resultó ser el quinto Cangrejera, que recibió una gran ovación tras mostrarse especialmente bravo y encastado. Todos acudieron rápidamente hacia la caballería, excepto el último que se vino a menos rápidamente. Mal picados en general ,excepto el primero.

Ambicioso y con la aureola de un notable triunfo en la edición anterior, Daniel Luque, inmediatamente colocó el nivel muy alto con una exquisita faena frente al primer toro del encierro. Un toro que resultó noble, y que por la inteligencia torera del andaluz realizó -casi desde cero- una gran faena, firmando una primera serie de notables naturales por su suavidad.

A gusto en sus zapatillas, el andaluz mostró una relajación increíble, toreando con soltura con ambas manos; con una preferencia personal por el exquisito trazo de naturales. Impresionante final por luquecinas sin moverse un ápice antes de imponer un espadazo en su sitio. Muerte de bravo del noble Arandino y merecida oreja para el diestro de Gerena.

Su segundo, alto, pesado y complicado, no permitió nada mejor que una sólida lidia. Con inteligencia y maestría, el sevillano hizo la faena con firmeza contra la mala casta del Toro de Cortés, brusca y violenta, sin poder encontrar nunca el hilo conductor. Dos pinchazos y una estocada delantera.

Emilio de Justo tuvo en quinta posición el animal más completo de la epopeya. Un toro serio, bien rematado, recibido con un ramillete de verónicas apenas punteando.

El toro de Victoriano del Río, sembró el pánico en las filas de los subalternos por un segundo tercio en donde fue muy mal picado; dos encuentros en uno de los cuales derribó al equino y al del castoreño. Bien resuelto por Morenito d’Arles.

Faena de intensidad, creciente, poderosa y superior sobre el lado derecho de un toro encastado, bravo y con recorrido frente al engaño. Emilio de Justo sometió con la tela roja con firmeza bajo el hocico del cuadrúpedo, para concretar una obra de gran pureza por ambas lados del toro, con pureza, ritmo y dimensión.

Excelente hasta el final de una faena que merecía mayor premio y todo quedó en un solo trofeo.

Sí, y todo por los dos viajes con la espada, pero ha sido una oreja de verdadero peso.

El primer toro del torero de Cáceres resultó mucho menos completo y más violento. El extremeño realizó una faena sólida y sincera con mucho ímpetu, siendo mayoritariamente por el lado derecho; bien estructurada, de implicación en todo momento. Pinchazo antes de una entera. Vuelta para el el torero y aplausos para el cornúpeta.

Si faltaba más para los gruñones, por ejemplo, Juan Leal, demostró una vez más que no solo es un monumento al coraje sino que el niño puede hacer grandes cosas con su muleta.

El arlesiano lo demostró ante su primer rival, Lastimado, desde los primeros instantes de una faena perfectamente prologada con la derecha, Juan Leal sumando la serie con maravillosa lentitud, sobre todo, bajando la mano.

Una fuerte voltereta llevó la faena a otra dimensión. El arlesiano se impuso al toro, se lo ciñó más a la cintura para aparecer varios pases llenos de emoción y con una gran decisión.

Faena épica, marcada por la entrega total del chico hasta el final, en donde apareció un espadazo que dejó con todo. Oreja merecida.

El torero local salió a dar todo ante el último, bien hecho, pero vacío, sin la menor intención de acudir. Juan Leal intentó, sin posibilidad de convencer a su oponente. Faltó mayor acierto con la espada y aparecieron un sinfín de descabellos en la frontera del tercer aviso.

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