En Castellón… Roca Rey y Francisco de Manuel en hombros

18 marzo 2023 Redacción

Castellón. Sábado 18 de marzo. Quinto festejo de la Feria de La Magdalena. Casi lleno. Toros de Hermanos García Jiménez y Olga Jiménez -1º, 2º y 4º-, justos de presentación, mansos.

Sebastián Castella: Oreja tras aviso y ovación.

Andrés Roca Rey: Palmas y dos orejas.

Francisco de Manuel: Oreja y oreja tras aviso.

Detalles:

Concluido el despeje de cuadrillas se guardó respetuoso minuto de silencio en recuerdo del ganadero Daniel Ruiz.

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Roca Rey y su inquebrantable voluntad por triunfar se estrella justamente con él mismo, porque como la única figura del toreo, ya que es el único que llena las plazas, en lugar de deshacerse de las ganaderías comerciales, siempre tiene que poner más de lo que adolecen los toros:

Casta y bravura.

Sólo basta analizar todas sus grandes faenas y ha sido imponerse con toros mansos con genio. Es tiempo de cambiar de dirección hacia el toro bravo, encastado e íntegro. Andrés puede con este reto.

Su esfuerzo se había estrellado en aras del esfuerzo con su primero a pesar de que pisó los terrenos del toro y extrajo meritorios naturales; así que cuando salió su segundo que anduvo deambulando por el redondel, intentó hacerse del toro con el capote, pero no pudo decir mucho. Con la muleta se fue a los medios en donde se impuso y a pesar de la debilidad manifiesta del debilucho astado, pudo consumar una faena que se distinguió por los magníficos naturales. Una estocada mortífera de necesidad y dos orejas.

Castella en su regreso no le ha resultado lo triunfal que él deseara. Torear ganaderías comerciales no le traerá ningún beneficio. Antes de decidir su pausa, Castella estaba toreando ganaderías duras, ese es el camino para expresarse como el artista que es.

Hoy fue a saludar a su astado a porta gayola, pero el toro haciendo gala de su mansedumbre poco se enteró del esfuerzo del toreo. Aparecieron algunos lances que no pasarán a la historia. Para variar, teniendo tanto repertorio en quites, Sebastien, hizo chicuelinas, sí ajustadas, pero hay más para lucir y convencer.

El prólogo de la faena tuvo su interés, citó en los medios condujo al astado con sobriedad con la mano diestra y luego un contundente cambiado de mano, música, estentóreos olé y con esto el reconocimiento generalizado.

Intentó por el lado natural, pero de natural nada tenía el bovino, hasta le arrebató la tela roja, por lo que recondujo la faena por la derecha en donde había encontrado el camino del éxito. Y sí, así hubiera sido de no haber sido porque el toro y su notable mansedumbre halló en las tablas un refugio maravilloso y todo se vino abajo.

Trazando circulares el geniudo mansurrón hizo por Castella de fea manera. Se incorporó y sin arredrarse aparecieron las bernadinas, sí ajustadas, para dar paso a la estocada que al no ser efectiva le obligó hacer uso del descabello escuchando un aviso, pero con una oreja en la espuerta.

El esfuerzo de Castella se estrelló con la mansedumbre del cuarto. Aún así porfió y halló alguna serie por el lado natural, ya que el tornillo se cobijó con las tablas en su franca huida.

Francisco de Manuel es un joven que apunta y que seguramente cumplirá. Todo estará en él de evitar las ganaderías comerciales y exigir la casta y bravura como parte fundamental en su tauromaquia.

Con verónicas rodillas en tierra saludó al animalejo que no resultaron ni efectiva ni lucidas porque el toro hizo notar su mansedumbre. Siguió el mismo procedimiento para la faena, de hinojos haciendo el toreo en redondo, y lo hizo ya incorporado. Sumo pases pulcros por la movilidad que tuvo el toro y esto entusiasmo. Tanto que después de la espada cortó una oreja.

El genio -la casta mala- apareció en el que cerró plaza, Francisco, no se arredró y consiguió series interesantes por ambas manos que complacieron y convencieron al público. Un espadazo y dos descabellos y la oreja.

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