En la Opinión de Pepe Mata… Los streaming en los toros, una muy incierta opción para el gran público

17 marzo 2023 José Mata

Solo existe un bien: el conocimiento. Solo hay un mal: la ignorancia”: Sócrates

Advertencia: Siempre es oportuno advertirle tanto a ganaderos como a toreros que este artículo no es apto para ellos, porque aquí no aparecerán ni los falsos elogios ni las inútiles justificaciones para acomodar todo en una artificiosa ficción y así dañar al arte del toreo. Para ello, existe la prensa corrupta, la que enaltecerá el engaño e intentará convencer a la buena fe de los lectores de lo que no ocurrió en el redondel. Bajo advertencia… no hay engaño.

En un mundo taurino tan complicado por la insistencia de imponer a los figurines con el bobitoro o el pequeñajo a pesar de que -en más de las ocasiones- no lleven gente a los cosos y con cierta prensa corrupta al servicio del engaño; de pronto irrumpen en la escena taurina los streaming -todo hace ver- sin una previa investigación de mercados.

En estos tiempos en los que la mercadotecnia es la que conduce los argumentos para la toma de decisiones, sobretodo, de muchos grandes empresarios… en los toros ni siquiera se asoman a solicitar su apoyo.

Todo queda en lo empírico, en un sistema arcaico, obsoleto e inoperante; y justo de ahí, deriva que la Fiesta esté extraviada y el gran público alejado.

Con estos inusitados streaming comenzaron a transmitir festejos taurinos, pero, no han funcionado.

No.

No han funcionado.

No ofrecen una opción seria, novedosa, que resulte atractiva para el gran público por la honestidad implícita y la verdad explícita.

Sí.

Una opción en donde la verdad sea el eje fundamental, en un tiempo en que la gente se hartó de los engaños y conoce más de esto -de los engaños- por la inmediatez que trajo la globalización del internet.

Así, ausentes de toda autocrítica, han intentando sustituir esa luminosa verdad con fábulas ridículas, intrascendentes, que no sirven para nada.

Y, sí…

No han funcionado por la falta de una opción informativa seria, contundente, confiable, que posea credibilidad por el sustento que concede la honestidad.

Credibilidad, credibilidad… ¡credibilidad!, parte fundamental de toda empresa.

Podrán tener el último grito de la tecnología, pero si la parte medular -la verdad informativa- no satisface al posible usuario, todo se derrumba.

Ahí queda como un triste -muy triste- recuerdo, el cierre de Canal Toros de Movistar Plus, según trascendió, la asamblea de accionistas determinó que era un gasto infructuoso porque en lugar de sumar abonados, huyeron despavoridos.

Sí, se fueron yendo y todo por no tener un grupo informativo acorde a las expectativas del gran público, que busca afanoso se cumpla con la verdad anunciada.

Como referencia, estos hacedores del streaming taurino han puesto de ejemplo a Netflix.

Pero… ¿qué hace Netflix para atraer a clientes potenciales?

Simplemente, pone a la disposición de la potencial clientela, un océano casi interminable de opciones porque su objetivo es claro y realizable:

Tener el mayor número de abonados; que podrá cumplir a través de la misión de ofrecer un producto confiable que convenza al auditorio para convertirlo en cliente cautivo.

Ninguna empresa -hasta donde se entiende- se crea para perder.

El reto está en conseguir que el costo-beneficio resulte lucrativo y con estos streaming, según se supo, sólo puede ocurrir cuando se supere el medio millón de abonados, para llegar al punto de equilibrio y de ahí… a las necesarias utilidades.

Por lo anterior, queda claro que en el caso de los streaming que ofrecen un medio de comunicación informativo, si se promete actuar con base en la verdad, simple y llanamente eso se debe cumplir.

Porque la verdad es el producto fundamental en un medio de comunicación.

Aquel absurdo supuesto que inventaron para justificar a la mediocridad “… para ayudar a la Fiesta hay que inventar una fábula graciosa y tapar el engaño“, sirve sólo para evadir la responsabilidad de actuar con honestidad.

Porque el comunicador sólo queda bien con sus intereses ni siquiera con los del empresario que busca afanoso las utilidades, porque no llegarán -las utilidades- consecuencia de que el público exige la verdad.

Decir que todos los días el sol sale, que en más de las ocasiones brilla haciendo felices a los corazones y por la noche tiritan las estrellas, eso es tiempo del pasado en donde habitó una prensa corrupta que colaboró fehacientemente para hacerle daño a la maravillosa Fiesta.

Son tiempos de cambios en donde el engaño, la corrupción, el bobitoro, el pequeñajo con cornicure, no tienen espacio ni siquiera para las cursilonas fábulas.

El proyecto One Toro….

Con relación al proyecto One Toro, ahí está entre azul y buenas noches y no creo que pueda aportar mucho, porque como dijo certeramente nuestro querido compañero y amigo, Miguel Ángel Yáñez, pareciera que son:

Vendedores de humo.

Sí, vendedores de humo.

No se entiende cómo va a funcionar…

… ¿cuál es el proyecto que presentan?

¿Cuál será la innovación, ni su objetivo ni su misión ni la aportación para impactar en el mundo taurino?

No se conoce si su política editorial estará apegada a la verdad.

Todo es un misterio casi insondable.

Porque se ve que ha nacido en medio de la complacencia de una comunicación, no sólo deficiente, sino acomodaticia y comprometida pero sólo con los intereses personales y no para ser la voz del gran público que busca en el arte del toreo se expresen todos, absolutamente todos… con base en la verdad del toro bravo, encastado e íntegro.

Mientras la verdad no habite en las transmisiones, en los medios de comunicación, el público no se convertirá en la necesaria clientela potencial.

En los tiempos que corren, por tanta mentira llevaron al hartazgo a todos.

¡Dígase la verdad… aunque sea motivo de escándalo!

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