En Las Ventas… José Fernando Molina triunfador del ciclo nocturno de novilladas

04 agosto 2022 Miguel Ángel Herráiz

Las Ventas. Jueves 4 de agosto de 2022. Quinto festejo en Las Ventas con novillos de Fuente Ymbro que en general se dejaron, fueron nobles y permitieron. Así fueron los novillos: Primero bravo y noble. Segundo bravo. Tercero anclado al suelo. Cuarto tardo y sin entrega. Quinto con poca fuerza y escaso desplazamiento. Sexto áspero y complicado.

Juan Pedro García Vizcaíno Calerito: Ovación y silencio con aviso.

José Fernando Molina: Oreja y fuerte petición con vuelta.

Jordi Pérez El Niño de las Monjas: Ovación y silencio con aviso.

Detalles:

Los novillos de Fuente Ymbro permitieron que Calerito destacara con el capote por verónicas, hiciera frente al viento y la lluvia exhibiendo muletazos de buen trazo por ambos pitones en su primero y de arrimarse en su segundo dándolos de a uno, según opción permitida por el novillo. José Francisco Molina se acopló con su primero, instrumentó series con muletazos importantes por el izquierdo y cortó oreja; al otro le robó pases poniéndose muy cerca. El Niño de las Monjas estuvo voluntarioso ante su parado primero, al que recibió a porta gayola, y estuvo por encima de su complicado segundo.

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Final del ciclo de novilladas nocturnas en Las Ventas en el que se ha proclamado vencedor José Fernando Molina. Los novillos de Fuente Ymbro tuvieron presencia, variado comportamiento y, en general, se dejaron ante Calerito quien tuvo la mala fortuna de sufrir, durante la faena a su primero, un fuerte viento y una copiosa lluvia que desató la espantada en los tendidos, justo cuando exhibía un toreo templado y poderoso por el pitón derecho que no fue suficientemente valorado por las circunstancias reseñadas. En su segundo la escasez de fuerza y falta de acoplamiento no le permitió dar la dimensión demostrada en su anterior comparecencia.

José Fernando Molina vino con ganas, replicó los quites que en sus dos toros le hizo el Niño de las Monjas y toreó a su primero al natural con temple y expresión. En el otro se puso en el sitio, se arrimó y se entregó en la estocada. El Niño de las Monjas derrochó ganas pero no tuvo suerte en su lote. A porta gayola con una larga cambiada recibió a su lento y mirón primero que se agarró al suelo y no colaboró. Su segundo fue áspero y en ningún momento permitió rematar las series. Suerte tuvo de salir indemne cuando el último de la noche hizo hilo con el torero en el suelo e intentó rematarle librándose afortunadamente de los derrotes que le tiró.

Calerito sufrió en su primero un desarme cuando bregaba con el capote. Después consiguió brillar a la verónica con temple, pulcritud y sentimiento en los lances de recibo. Lo dejó ante el caballo por chicuelinas, a la salida de la suerte perdió las manos. Brindó al público y desde los medios inició con la muleta. El viento hizo de las suyas, quedó al descubierto. De a uno pudo darlos por el izquierdo y a continuación dos series por el derecho con encaje, temple y transmisión. Mató de estocada atravesada. Silencio.

Su segundo además de tardón en ningún momento se entregó. Brevemente se estiró con el capote. Lo intentó con la muleta por ambos pitones. Sufrió un desarme por el izquierdo y pudo darlos de a uno. Por el derecho con mucho esfuerzo consiguió ligar algunos. Mató de metisaca, media caída y cuatro descabellos. Silencio. Escuchó un aviso.

José Fernando Molina saludó a su primero llevándolo con templadas verónicas. El Niño de las Monjas realizó un quite por tafalleras y le respondió con quietud por el mismo palo. Toreó de muleta por los dos pitones. Ligadas y a compás fueron las series por el derecho. Profundidad y largura por el izquierdo. Mató de media en buen sitio que fue suficiente. Oreja.

Con su segundo bregó en el saludo. El vibrante quite por gaoneras del Niño de las Monjas fue replicado igualmente con quietud, entrega y ceñimiento. La poca fuerza y escaso desplazamiento del segundo dificultó la labor muletera.

Decidió meterse en los terrenos del utrero, colocarse en el sitio, aguantar y solo le permitió darlos de a uno por el izquierdo. Por el derecho toreó en la corta distancia, se cruzó y lo llevó pegado a la muleta. La estocada fue de riesgo echándose encima. Fuerte petición de oreja y vuelta.

El Niño de las Monjas demostró valor y oficio capotero en su primero. Con la muleta series cortas. Por el derecho destacó en una tanda intermitente en la que tiró y bajó la mano dejándosela en la cara. Manoletinas finales con pureza y cercanía. Mató de estocada caída. Ovación.

Con su segundo se estiró a la verónica hasta dejarlo en los medios. Comenzó de rodillas con la muleta en el centro del albero, citó por delante y por detrás. El novillo levantó la cara y derrotó. Por el izquierdo conectó con el público. Finalizó por sentidas bernadinas. Mató de dos pinchazos y varios descabellos. Silencio.

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