En Alicante… Puerta grande Roca Rey en una tarde inconmensurable

23 junio 2022 Redacción

Alicante. Jueves 23 de junio 2022. Casi lleno. Segunda de la Feria de Hogueras. Se lidiaron toros de Victoriano del Río y Toros de Cortés (1º y 4º), bien presentados, mansos en líneas generales, flojo el 4º y el difícil 6º este último desarrolló genio.

David Fandila El Fandi: Oreja con fuerte petición de la segunda y ovación con saludos.

José María Manzanares: Oreja y ovación con saludos tras aviso.

Andrés Roca Rey: Dos orejas con petición de rabo y oreja con petición de la segunda.

Detalles:

Roca Rey brindó a Manzanares la lidia del sexto de la tarde.

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Llegaron las figuras a la Feria de Hogueras y la plaza prácticamente se llenó ante su reclamo. En el apartado artístico, la tarde se la llevó un pletórico Roca Rey, que cortó tres orejas y para el que pidieron el rabo del tercero y el segundo apéndice del sexto.

El diestro peruano cuajó una faena extraordinaria a su primero, alternando pasajes del toreo más clásico y despacioso con otros en los que llegó a asustar al miedo. El poder, aguante y consecuente mando del que hace gala el extraordinario torero peeruano. Tras las escalofriantes bernadinas finales, la plaza entera coreó a gritos ¡torero, torero!, rendida ante tal exhibición de autoridad.

Con el duro sexto, de casi seis años, se inventó una faena que casi nadie veía. Del relajo inicial al hilo de las tablas, se pasó acto seguido al dominio y el mando absolutos. Estructuró una faena de grandes alcances arquitectónicos. El final, completamente metido entre los pitones, fue un alarde de capacidad incontestable. A los dos los tumbó de soberanas estocadas.

No se fueron de vacío El Fandi y Manzanares. Al granadino el palco le negó la puerta grande con su primero, en una labor muy completa en todos los tercios. Especialmente celebradas fueron las largas de rodillas y sus tercios de banderillas. No pudo hacer nada con el aplomado y flojo cuarto.

Si a Fandi le cerró la puerta grande el palco, Manzanares se la cerró a sí mismo con la espada. Dejó dos faenas a las que imprimió su personal sello y empaque, pero la tizona, en otras ocasiones tan aliada, no viajó certera en el quinto en la suerte de recibir.

La corrida de Victoriano del Río, sin echar ningún toro de los que ha dado gloria y fama a la divisa madrileña, resultó manejable, salvo el flojo cuarto y el reservón sexto.

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