En Monterrey… Triunfa Diego San Román

27 mayo 2022 Carolina Reyna

Monumental Monterrey. Viernes 27 de mayo, 2022. Ante un poco más de media plaza, se dio inicio al pequeño serial taurino programado por la empresa. Se lidiaron seis toros de la ganadería de Golondrinas, los cuales a simple vista no aparentaban los kilos que marcaba su carnet, astados que parecían iban a embestir en su salida al redondel, pero después del primer tercio, se comenzaron a rajar.

Héctor Gutiérrez: Palmas y división de opiniones tras aviso.

Diego San Román: Oreja y palmas

Miguel Aguilar: Palmas y ovación.

Detalles:

La corrida de las luces da inicio a las 9 de la noche, ya que previo al festejo se dio la vuelta al redondel conmemorando nuestra señora del roble.

_________________________

Este viernes 27 de mayo, ha sido un día importante para la afición taurina de Monterrey, ya que se dio fe de que Nuevo León es taurino y quiere ver que la Fiesta Brava se siga vigente en nuestra ciudad.

Sin embargo, no fue un éxito del todo, ya que nos hizo falta lo mas valioso de esta hermosa Fiesta el majestuoso toro bravo, el que no se raja, el que embiste de inicio a fin en toda el festejo; el que transmite y hace sentir emoción, logrando reconocerle en el arrastre con senda ovación, o bien, si su casta y bravura demostraron la grandeza que debe habitar en su dehesa, hasta con un indulto.

Quien realmente salvo la tediosa noche que se estaba viviendo fue, Miguel Aguilar, con el cierra plaza. ¿Por qué? Porque demostró que la tauromaquia no es sólo salir y ver si el toro se presta para lucirse y triunfar, supo entender las condiciones del astado, y consiguió cubrir esos defectos con su inequívocos argumentos.

Con el capote después del primer tercio realizó un quite por doble farol invertido recortando con una revolera. Con la tela roja, se justificó con ambas manos, pasando al toro ceñido a su cuerpo, dandole el espacio al término de cada tanda para rescatar lo mejor que le pudiera dar, gustándose y disfrutando. Sí, es lo que se percibió, por eso el público estuvo entregado a él en todo momento para culminar su faena adornándose con manoletinas rodillas en la arena.

Lamentablemente, lo que le impidió cortar apéndices fue la espada, esa espada a la que debe poner atención para que no se le vuelva escapar el triunfo.

Con el primero de su lote, no hubo mucho que hacerle, ya que el toro al momento de llegar con la tela roja únicamente quería irse a tablas, por mas que Miguel hacia el intento de sacarlo de ese sitio, el burel siempre volvía al refugio de los mansos, por lo que abrevió, dejando una estocada en sitio y entera la que fue reconocido por el público.

A los otros dos toreros hay que reconocer la gran labor que hicieron y que estuvieron por encima de sus enemigos.

San Román con el segundo de la noche, al que le cortó una oreja después de la gran petición por parte del publico; lo recibió por verónicas llevándose al toro hasta los medios, en donde lo deja adornándose con una media. Con la muleta, hizo una faena variada, sin embargo, la mayor parte de sus pases fueron enganchados por el toro, provocando que estos deslucieran. Culminó su faena con un estoque entero un poco caído y delantero.

Diego prefirió abreviar la faena del quinto de la noche, por más que hacia el notable esfuerzo por hacer que el toro prolongara la embestida, la mansedumbre le obligaba a quedarse corto y no permitía dar ese lucimiento necesario para emocionar a los espectadores. Dejó un estoque defectuoso en su colocación por lo que el toro tardó en doblar. Escuchó un aviso.

Los dos toros que le correspondieron a, Héctor Gutiérrez, salieron a la arena muy prometedores, anunciando todo, pero, después del primer tercio ambos se vinieron a menos. Pasaban en la tela roja sin transmisión y con la cabeza a media altura, deslucidos. El primero de su lote tendía a tirar derroches en cada muletazo y buscaba los pies del torero. En los dos enemigos fue certero con la espada; no obstante no le fue reconocida su esfuerzo como debiese.

________________________________