En Albacete… José María Manzanares otro triunfo importante

10 septiembre 2021 Redacción

Albacete. Viernes 10 de septiembre, 2021. Tercera de la Feria de la Virgen de Los Llanos. Casi lleno en el aforo autorizado. Toros de Daniel Ruiz, disparejos en presentación. Mansos y complicados algunos.

Antonio Ferrera: Silencio en su lote.

José María Manzanares: Oreja y oreja.

Emilio de Justo: Vuelta al ruedo y oreja.

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Manzanares saludó a su primer toro a la verónica en los medios para rematarlo con una extraordinaria media. Con la muleta se salió también a los medios donde realizó una importantísima faena al de Daniel Ruiz, un toro que abría mucho la cara y no humillaba demasiado.

El de Alicante le dio mucho espacio y controló a la perfección los tiempos para conseguir sacar todas sus virtudes. Lo cuajó por el derecho con temple y pureza y cada vez tenía más importancia lo que estaba ocurriendo en el ruedo. El público rugía cada vez más despacio al son de los muletazos. Lo mató de una buena estocada y paseó una oreja de mucho peso.

José María Manzanares fue haciendo al toro poco a poco desde los inicios de la lidia con el capote para que llegase a la muleta con las condiciones necesarias para triunfar. Lo cuidó con tiempos hasta que recobró las fuerzas y fue ahí cuando comenzó a tomar altos vuelos la faena.

Por el izquierdo trazó naturales templados mientras que la eclosión llegó al ligar con la derecha muletazos completamente templados y con gran pureza. La faena transmitió al público que le pidió con mucha fuerza la oreja concedida.

Emilio de Justo concedió dos faenas de sensibilidad con trazos de evidente armonía. Así fue la primera que hizo al que resultó tercero del festejo. Y si con la mano derecha resultó una alegoría verle torear con el toreo al natural fue el recuerdo del buen toreo que sí existe hizo acto de presencia. Tras un pinchazo vino la buena estocada, el respetable pidió una oreja que al final no fue autorizada por el presidente.

Con el que cerró plaza lució con el capote en unas verónicas que resultaron inspiradoras. Su faena con la tela roja tuvo sólida estructura y volvió ha elogiar a los espíritus de los ahí congregados. Al final se atravesó un pinchazo y sólo cortó una oreja.

Antonio Ferrera tuvo dos ejemplares mansos, descastados, quiso hacer pero todo quedó en las buenas intenciones porque no hubo la necesaria materia prima para poder crear.

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