Moreno Muñoz: “En un instante fui y volví dos veces de la muerte”

Un torero que lucha por la Fiesta

Aprovechando su paso por Lima, sostuvimos la siguiente conversación de largo aliento con el matador de toros colombiano, Moreno Muñoz, quien tras dos años de ausencia obligada debido a la pandemia, retornó para cumplir tres actuaciones encadenadas, como una buena serie ligada a muleta templada,  por el centro y sur de la geografía peruana, respectivamente.

—Imposible dejar de abordar la grave situación política y social vivida recientemente en su país, matador

“Confundir cualquier entendible rechazo a ciertas acciones del gobierno actual con ponerse del lado de esa izquierda tan radical liderada por personajes como Gustavo Petro, es erróneo.

“Acabamos de salir de un episodio jamás visto en nuestra historia reciente propiciado por estos grupos bajo el pretexto del rechazo a la reforma tributaria dictada por el gobierno para perpetrar oleadas de destrucción, caos y desorden social con escenarios de casi guerra interna con el tema del paro nacional”

—En cuanto al sector taurino, es claro que también atañe todo este orden de cosas vistas

“La situación en Colombia es de hecho muy desconcertante cuando se entremezclan los temas políticos con la afición taurina. No es entendible que personas ligadas al ámbito taurino adhieran a posiciones radicales que abiertamente se manifiestan opuestos a la tauromaquia.

“Sorprendentemente novilleros y toreros que hasta hace no mucho protagonizaban una resistencia contra la prohibición hoy se muestren tan entusiasmados con personajes como Petro, llama poderosamente la atención”

—Pareciera existir un propósito perverso detrás de todo que dista mucho del ideal de bienestar general

“Lo preocupante de todo aquello es el empoderamiento que están asumiendo estos sectores radicales, extremistas, que de ninguna manera constituyen una línea progresista constructiva, moderna, sino por el contrario van del lado más abyecto y retrógrado cuyo único ideal es alentar la división, el enfrentamiento social”

-Colombia y la reactivación post pandemia. Se percibe poco intento por enfrentarla…

“Mi país se estancó no solo en lo taurino sino en todos los aspectos de la reactivación económica y comercial. Desde el gobierno nacional y más exactamente a nivel municipal de Bogotá, la alcaldesa no ha permitido se abran los cines, teatros, etc., ni mucho menos por supuesto, los toros”

—Los aforos dispuestos parecen más una broma que una posible alternativa de solución

“Simplemente no tenemos de dónde aferrarnos para defender una apertura de las corridas como tal. En mi caso, incursioné junto a mi compadre, en la organización de algunos festivales privados en fincas, con un aforo limitado que resulta un absurdo pues solo se permite un máximo de cincuenta personas para cualquier reunión.

“Por supuesto que perdimos dinero, como en el último festival que dimos. Un festival charro que pusimos echando tres novillos en la mañana y seis toros en la tarde, además de contratar un mariachi en vivo, un gasto grande con la intención de dar algo más al público, algo bonito para la gente que lamentablemente no respondió, fíjate.

“Nos tocó aplazar el festejo porque cuando lo programamos nos pusieron la cuarentena. Todos los peajes viales cerrados. No entraba ni pasaba nadie. Aplazamos para veinte días, y a los veinte días el paro nacional, con el tercer pico de la pandemia encima. Antes de eso, la gente sí respondió”

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—¿A nivel de los toreros colombianos, finalmente cómo quedó el tema sindical?

“Las cosas quedaron exactamente igual. Con ese sindicato que se formó luego de la escisión, por así decirlo, promovida por algunos compañeros toreros que denunciamos en su momento. De ese grupo simplemente no se ha vuelto a conocer noticia alguna.

“En lo personal, decidí hacerme a un lado pues lo decepcionante de la ingratitud y falta de compañerismo me hizo revaluar mejor las cosas para seguir mi propio camino y renunciar a mi condición de vice presidente de la Unión de Toreros de Colombia para dedicarme a tiempo completo a mi profesión que es la de ser torero.

“No significa que deje de luchar por mi profesión, de ninguna manera, pues vice presidente o no, seguiré velando por ella. Me hice a un lado, pero en realidad no ha sucedido nada“.

—¿Y de la parte grata a su paso como directivo sindical, qué conserva?

“Guardo la satisfacción que la Unión de Toreros de Colombia, fíjate que organiza un evento, un certamen llamado Quién es quién, para darle oportunidad a los novilleros de todo el país. Se clasificaron seis sin caballos, otros tanto con caballos; se les dio una novillada, una final recientemente, el pasado 31 de julio. Además que se manejó un intercambio. Venía para la final un novillero mexicano, Jasiel Morales y el triunfador de la final irá a México.

“A ello se suma que con ForjaTaurina, con quienes se hizo posible este convenio, ya le dieron un cupo -que se sorteó- a un muchacho que ya fue y toreó, Mateo Gómez.

“Entonces es de aplaudir que en plena pandemia la Unión abrió la oportunidad a los muchachos para que no decaigan en sus sueños. Eso lo forjamos e iniciamos nosotros. Lo echamos adelante. Me quedo con eso. Para qué estarse peleando con la arena y con el agua. Si al final terminas siendo malo con la arena y con el agua. No vale la pena”.

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—Vuelve al Perú, tras todo este tiempo de pandemia que vamos padeciendo mundialmente…

“Mi última tarde precisamente fue en Huallanca, como hace dos años. Aquella vez recuerdo, toreaba en Pauza (Ayacucho) y luego en Huallanca (Ancash) antes de regresar a Colombia porque toreaba el 10 de agosto en Puente Piedra y el 18 en Chinaco, al norte de Santander, y se supone que regresaba para actuar el 29 a Llapa y el 30 a Catache, es decir tenía firmadas dos tardes más.

“Como bien sabes, eso se interrumpió porque vino la cornada brutal que recibí en Puente Piedra el 10 de agosto del año pasado que me pegó en el cuello. Estuve al borde de la muerte o no sé si fui y volví, pues dos veces me reanimaron en la cirugía.

“Nunca imaginé que aquella presentación aquí en Huallanca iba ser la última. Piensas que te recuperarás pronto. Tras la cornada, pasé seis meses en recuperación, alimentado a través de sondas.

“Fueron meses muy duros. Me decía reaparezco el 29 de febrero en Bogotá y me voy al Perú a continuar la temporada, pero ya vez, empezó esto de la pandemia y nos tomó a todos por sorpresa”

—¿Aparte de la ligera cicatriz que asoma por debajo del mentón, qué otra secuela, si acaso fuera, le dejó esa terrible cornada?

“Bueno, me quedó la voz un poco más ronca, como para cantar flamenco (ríe). Pero cierto que ha sido un milagro haber librado de ese trance. Yo reaparezco en Bogotá como te dije, pero ya mismo, allí nomás empezó lo del Covid.

“Reaparecí en la Santamaría pero no hubo suerte. Seis toros bien presentados de don Juan Carlos García de Vistahermosa, cuatro embistieron pero dos no, que fueron los míos. Bueno, regalamos un sobrero y tampoco embistió.

“El maestro José Antonio Campuzano, que estuvo en la plaza y a quien agradezco porque estuvo muy amable conmigo, apuntándome desde el callejón, me dijo: «Torero, hoy te puedes echar toda la ganadería si quieres pero cuando no te va embestir no te embiste ninguno».

—Así es el toro, cuando se dan las cosas se dan y cuando no, pues no.

“Pues sí, la verdad. Al menos así parece. Entonces, ya lo que te comentaba. Pensé que pronto iba a regresar al Perú pero surgió todos ese tema de la pandemia que nos ha afectado durísimo a todas las personas que vemos al toro no solo como profesión sino como nuestro sustento”

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—Se le nota hallarse a gusto aquí, pareciera sentirse en casa. ¿Qué afectos guarda para con nuestro país?

“Para el Perú solo tengo agradecimiento. Un país que quiero tanto y que me permite vivir lo que realmente es mi profesión. Como se vivía antes en Colombia. Poder decir toreo dos tardes en tal feria, tengo que salir corriendo, llegar, alistar una maleta, dejar la otra porque me tengo que ir para otro lado. Es parte también de lo bonito de tu profesión.

“Fíjate, estos últimos días, me vine conduciendo el auto desde La Unión (Huánuco) toda la noche porque teníamos que llegar temprano a Lima para coger un vuelo hacia Juliaca (Puno) y de allí unas horas más en carretera hasta Ollaechea donde toreaba. Todo eso es muy bonito. Te hace vivir tu profesión de torero”

—La gente en los pueblos taurinos empatiza con los toreros. No sucumbe ante los dictados del correctismo moderno que se quiere imponer a toda costa.

“El Perú es maravilloso, tienen un enorme potencial, si es que la política no se inmiscuye, para la tauromaquia. Siempre te reciben con los brazos abiertos para como en nuestro caso, los toreros, poder torear y vivir tu profesión. Qué te digo de esa gran cultura gastronómica que ustedes poseen. Del fervor solemne y festivo de sus tradiciones. Aquí la gente acompaña a los toreros por las calles hacia la plaza de toros. Solo aquí se ve”

—Cómo surge la relación con Aldo Risco, su actual representante en nuestro país?

“Por intermedio de un ganadero amigo mío, que me referenció con Aldo pero se disculpó puesto que ya manejaba a otros toreros y le iba resultar imposible en ese momento. Entonces el mismo ganadero me contacta con Edgar (Cordova) y con él se da la posibilidad de llegar al Perú. Luego hace dos años, yo iba a torear en Puente Piedra (Colombia) y necesitaba prepararme para ese compromiso donde iba con dos ganaderías muy importantes como son Mondoñedo y Santa Bárbara.

“Estando aquí, Aldo me dice si necesitaba prepararme para esa corrida, que por ahí me podía poner en algunas. Pero no medió ninguna relación de apoderamiento, fue la ayuda de un amigo que quiso echarme un capote simplemente. Y vaya, que me consiguió cuatro tardes en una semana, dos en Huallanca y dos en Pauza. Luego regreso a Colombia y cuando sucedió el percance de la cornada, estuvo siempre pendiente”

—En estos tiempos complicados firmar al hilo tres actuaciones ligadas. Dice del cartel que ostenta en nuestro país.

“Siempre me gusta llegar con tiempo previo a mis actuaciones. Es así que efectivamente me saco el pasaje con anterioridad, para el 28 de julio, unos cinco días antes de la corrida de Ollaechea.

“Me llama el ganadero Omar Picón para decirme que si venía tenía un par de tardes para mí, justo para el 30 y 31. Cosas de Dios. Como dices, encajar tres tardes con lo difíciles que están las cosas en este momento, pues de maravilla. Además que las cosas se dieron tan bonitas en La Unión. Los toros se dejaron”.

—Hasta con doble indulto consecutivo vino la cosa en La Unión…

“Me sorprendió la gran calidad del ganado lidiado. La primera tarde fueron del ganadero Omar. El primer toro se dejó, potable. Le corté una oreja. El segundo, con sus cositas, se quería ir pero tuvo movilidad y eso entusiasmó al público que pidió el indulto.

“La segunda tarde, el primero mío, un toro muy bonito. Muy bueno, de los toros realmente buenos, extraordinarios que yo he toreado, de Virgen Purísima, que creo algo han comprado de San Simón. Extraordinario el toro, tanto así que al final le pegué dos tandas de rodillas y respondió como si fuera iniciando faena. Cierto que escarbaba un poco pero al segundo toque pegaba cuatro, seis embestidas, además humillando por bajo con mucha clase, haciendo el avión.

“El segundo fue un asaltillado, cárdeno, muy arriba los pitones. Con mucha toreabilidad, que transmitió y al que desorejé.

“Luego en Ollaechea (Puno), un ambiente muy bonito. Festivo. Con una afición que está entendiendo cómo se hacen las cosas. Lástima el ganado no se prestó, pero el público supo reconocer el esfuerzo mío y de mis compañeros”.

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—¿Qué es lo inmediato ahora?

“Me regreso ya mismo a Colombia pero posiblemente vuelva en unas semanas donde se den algo más dependiendo de los permisos correspondientes.

“Yo me dedico por completo al toro. Es mi profesión y vivo de ella, a Dios gracias. Salí de mi país muy chaval, de catorce años para irme a España con la intención de hacerme torero. Los toreros somos artistas con una inmensa sensibilidad que enfocamos también para gustar de las otras artes”.

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—Muchas gracias matador.

“A usted por su apoyo, permítame enviar un saludo cordial a don Pepe Mata y los lectores de Toros en el Mundo “

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