En Ávila… A oreja por coleta en la segunda de la Feria
Ávila (España). Domingo 19 de julio 2020. Nocturna. Segunda y última de abono. Se lidiaron seis toros de Adolfo Martin, muy cuajados, con un trapío espléndido y medido para la categoría de la plaza. Muy serios y hondos, pero no resultaron ser tan buenos como fueron de presencia, sin transmisión, sin casta y con poco recorrido. Buena entrada en los tendidos teniendo en cuenta las distancias de seguridad.
Octavio Chacón: Oreja con petición de la segunda y ovación con saludos.
Morenito de Aranda: Palmas tras aviso y oreja con leve petición de la segunda tras aviso.
Gómez del Pilar, quien sustituía a Manuel Escribano: Oreja tras aviso y palmas.
Detalles:
En todo momento se han respetado las medidas de seguridad y siempre con el uso de la mascarilla por parte de los asistentes.
Se desmonteraron tras banderillear al segundo Andrés Revuelta y Fernando Sánchez y con el quinto José Manuel Zamorano y Fernando Sánchez.
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Se abrió la tarde con un espectacular toro de Adolfo que fue recibido de una forma muy lidiadora por Octavio Chacón. El toro se estrelló en el jaco dejándose pegar. Los mejores momentos de faena de muleta vinieron con la mano derecha frente a un toro con clase que se comía la franela.
Poco a poco el oponente se apagó sin decir absolutamente nada. En la hora de la suerte suprema se tiró a matar o morir, dejando tremenda estocada, que le permitió cortar un apéndice.
El segundo de su lote para Octavio, que lo recibió con un ramillete de verónicas cerrando con una buena media. A la hora de dejarlo en el jaco, Octavio casi resulta prendido. El torero gaditano estuvo con mucho tesón exprimiendo todo lo que tenía el toro, que era casi nada.
Salió el segundo de la tarde que le correspondió en el lote a Morenito de Aranda el cual no pudo lucirse en la salida. El oponente lucho con fiereza en el caballo, empujando y metiendo riñones.
Gran tercio de banderillas nos brindaron, sobre todo el par de Fernando Sánchez. En la muleta poco dijo el toro, que reponía, media y se orientaba. Morenito no se arrugó y le busco las vueltas y logro algún muletazo. Se atascó con los aceros.
El quinto de la tarde fue un toro de bandera de Adolfo, salió de los toriles repartiendo terror con terrible cara tan abierta, digno de una plaza de primera. Se dejó pegar en el jaco, pero la puya la midieron mucho. La obra de arte con la muleta fue puto sentimiento de Morenito, le pegó pases al toro de bandera, en redondo, con los hombros caídos y dejándose el alma.
El público entro de lleno en la faena. Por el pitón izquierdo el de Adolfo hacia el avión y Morenito sé dio cuenta dejando pases de uno en uno con la mano izquierda dignos de admiración. Entro a matar y se llevó su merecido premio.
Le tocó el turno a Gómez del Pilar con el tercero de la tarde, que no pudo lucirse con el capote. Su oponente en el jaco se arrancó con alegría en un par de ocasiones.
En la muleta el toro resultó ser brusco y exigente, pero tuvo delante a un torero muy hecho, jugándosela en cada tanda y la gente lo valoro. Hubo tandas muy vibrantes por la mano derecha. El torero manchego puso su sello personal de torero macho. Dejó una gran estocada y paseó su merecido premio.
Cerró la noche un cuajado, serio y acapachado Adolfo, que fue recibido por Gómez del Pilar rodilla en tierra y con una larga cambiada. El toro no quiso jaco y recibió dos puyas. La faena de muleta estuvo marcada por la sería actuación frente al Adolfo que fue un tanto áspero y duro en comportamiento.
Pero, Gómez. no se achantó en ningún momento, sin perder nunca la fe, sacó muletazos muy buenos. En la suerte suprema dejó una espada un poco baja que hizo que claudicara su oponente.
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