En la Opinión de Pepe Mata… En medio del coronavirus ahí está la Fiesta en México

19 marzo 2020 José Mata

El 28 de Febrero se anunció oficialmente la llegada a la Ciudad de México el primer caso de Covid-19 mejor conocido como coronavirus, desde ese momento comenzó a propalarse también cierta tensión nerviosa entre los habitantes -no sólo de la capital- sino de todo México.

Recordamos de inmediato todos los mexicanos, la tragedia que vivimos cuando justo aquí, en 2009, se desató la epidemia del H1N1.

A la palestra apareció, Hugo López Gatell, Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, quien asumió el papel del titular de la Secretaria de Salud; muchos concluimos que esto era consecuencia de las constantes pifias en las que ha incurrido el Secretario de Salud.

En este alarmante contexto, los mexicanos por mutuo propio, comenzamos a seguir la instrucción de sanidad que en el 2009 se pidieron cumpliéramos irrestrictamente y que a la postre fue un éxito:

No acudir a eventos masivos, aseo constante en las manos y cara, así como siempre llevar consigo gel antibacterial.

Ya que el virus no sólo puede ingresar a nuestro cuerpo a través de la boca y/o de las fosas nasales, sino también por las conjuntivas.

Futuro inmediato extremadamente alarmante.

No sólo China era el epicentro, sino Italia rápidamente se cundía de esta pandemia, Francia también, mientras que España en menos de tres días comenzó a multiplicar los contagiados en proporciones geométricas.

La iniciativa para evitar las concentraciones que produjeran mayores contagios, lo pusieron los empresarios taurinos tanto en México como en España, Francia y Perú, como lo informamos aquí en TorosenelMundo.

Sí. Pusieron el ejemplo, al suspender y posponer ferias tan importantes como la de Arles, Castellón, Valencia, la de Abril en Sevilla, además de suspender las dos primeras novilladas de la temporada en Las Ventas -incluso no se han dado a conocer los carteles de la Feria de San Isidro-, y junto a estos anuncios…

… también en México se hizo lo propio al posponer la Feria de San Marcos de Aguascalientes, la Feria de Texcoco, la temporada de novilladas en la Monumental México, los festejos a celebrarse en Ciudad Juárez, Irapuato, Tlaxcala, mientras que en Perú se anotaron las de Chaquipampa , Chumpi y la Feria de Puqui, entre muchas más.

Cuando comenzaron a sumarse más empresarios de otras actividades, el gran pueblo en México -reitero por decisión propia-, comenzó a quedarse en casa.

Sí, comenzamos a dejar las calles vacías al igual que los restaurantes y los grandes centros comerciales… vacíos. Conocíamos perfectamente la alarmante tragedia que se vivía en Europa.

Mientras, en México, quien siguió poniendo el desorden en una actitud indolente y absurda, ante el asombro de todos los mexicanos fue el Presidente Andrés Manuel López Obrador, prosiguió con sus giras multitudinarias, besando y abrazando no sólo a las personas adultas, no sólo a las personas más vulnerables como son las de la tercera edad, sino a los niños y niñas…

… ¡a los niños y niñas!

Ante este escenario, el lambiscón de, López Gatell, en su calidad de subsecretario de salud y encargado de este episodio epidemiológico en México, justificó la indiferencia e indolencia de López Obrador, con relación a no acatar las medidas de sanidad para evitar contagios afirmando que el Presidente “… es una fuerza moral no de contagio”, lo que le hace estar por encima del coronavirus; y que si se llegara a contagiar, saldría airoso y quedaría inmune.

¡Vaya representante de la Secretaría de Salud!

En lugar de exigirle a López Obrador que fuera el primero que pusiera el ejemplo, y cumpliera al pie de la letra las instrucciones de sanidad para evitar contagios…

… ¡lo justificó!

Mientras tenemos un presidente que anda perdido en sus fantasías, porque todo hace ver que carece de todo argumento para enfrentar la realidad.

Ha llegado afirmar que él enfrenta todo, con una estampita del Sagrado Corazón y con honestidad.

¿Honestidad?

¿Ser honesto es imponer sus caprichos por encima de todo y de todos?

¿Ser honesto es no enfrentar a los feminicidios ni proveer de medicinas a los niños con cáncer?

Al margen de las fantasías hay una realidad insoslayable, la economía en México está muy deteriorada por la desconfianza que provocó entre los inversionistas privados el actual presidente desde la toma de poder. Las absurdas decisiones, como la de suspender varias obras de gran envergadura como el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, y más proyectos hicieron un gran daño a la inversión en México.

En 2019 México decreció -0.1 % por los malos manejos del Gobierno Federal, y con lo del coronavirus, el panorama se pone peor para este 2020, pues el desastre financiero que ha provocado esta pandemia…

… ha llevado a la caída de las bolsas de valores del mundo, devaluaciones de monedas y derrumbe del precio del petróleo.

Por lo que se prevé, de acuerdo a las calificadoras y a Bank of America, que México tendrá un decrecimiento del -4.5 %

Los empresarios taurinos no pueden abstraerse de esta realidad, y si ha sido loable el que hayan suspendido los festejos para evitar contagios…

… es igualmente plausible, que una vez que esté superada esta etapa, reprogramen y anuncien nuevas fechas para dar los festejos taurinos hasta el momento suspendidos.

Esto, que podría ser poco para algunos, es mucho más de lo que suponen, porque no sólo se trata de dar una o muchas corridas de toros, sino con ello se activará una cadena productiva, que proveerá de flujo de efectivo a muchas familias dentro y fuera de la plaza de toros, de trabajadores directos e indirectos y, por supuesto, el propio gobierno tendrá su beneficio a través de los impuestos.

Por el momento, nos queda a todos una gran tarea para combatir al coronavirus: no salir de casa, asearse constantemente sobre todo las manos, usar gel antibacterial, no saludar de beso ni abrazar a nadie.

Ya verán que pronto conseguiremos todos salir por la puerta grande, recuperar nuestras vidas, y con ello, tendremos la nueva oportunidad de volvernos a saludar… en una plaza de toros.

¡Dígase la verdad… aunque sea motivo de escándalo!

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