Crónicas

En la Monumental México… Hernández Medina se adueñó de la novillada

Monumental Plaza de Toros México. Viernes 11 de Octubre. Octava novillada de la Temporada Soñadores de Gloria. Unas tres mil personas. Se han lidiado novillos de Vistahermosa, de los herederos de Don Jorge Barbachano Ponce de León, correctos de presentación, han resultado mansos, debiluchos, se han caído varias veces en la arena. No pelearon en las cabalgaduras.

 Francisco de Manuel: Saludó en el tercio y saludó en el tercio tras dos avisos.

Sebastián Ibelles: Oreja y oreja escandalosamente protestada.

Yussef Hernández Medina: Oreja y palmas.

Detalles:

El buenazo de Brauny cometió la tremenda pifia de regalarle a Sebastián Ibelles la oreja del quinto, tras horrendo bajonazo contrario. El público se encrespó y recriminó el hecho.

Fue llamado al tercio tras poner banderillas al quinto, Sergio González.

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Cuando tengas que elegir entre dos caminos, pregúntate cuál de ellos tiene corazón. Quien elige el camino del corazón, no se equivoca nunca”. Popol-Vuh

Cuando veía la actuación del joven yucateco, Yussef Hernández Medina, me acordé de mis lecturas de niño, cuando era muy asiduo al legendario Popol-Vuh.

Y creo no haberme equivocado al elegir la frase que podría definir la actuación de Yussef esta noche en el mayor coso del mundo. Eligió el camino del corazón y se adueñó del festejo.

Los más estentóreos olés, fueron coreados para este novillero venido desde las enigmáticas tierras en donde habitaron los sabios Mayas.

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Cuando se anunció que saldría Aguaclaro, Yussef, se fue con firmeza camino a los medios, antes de detenerse tiró un doblón de oro al aire, como si estuviera confrontando a la suerte.

Se hincó, y esperó la salida de su novillo, siendo arrollado; de inmediato su inobjetable seguridad le hizo incorporarse para ir tras el utrero y dejar lances nerviosos y chicuelinas un tanto violentas.

Ya con la tela roja, todavía con los nervios presentes, y ya habiendo conquistado el apoyo del público, comenzó a dejar series, sobretodo con la mano diestra, que impactaron gratamente.

Sí, sí, le faltó ceñirse, había un espacio generoso entre su geografía corpórea y el novillo, pero en el público iba creciendo en entusiasmo así como en su reconocimiento por la inquebrantable voluntad expuesta del voluntarioso novillero.

Hubo un momento en el que se extravió tras una serie estupenda con la derecha, un cambio de mano para dar paso a un natural sensacional; justo ahí la faena perdió el hilo conductor, que pudo remontar nuevamente con la derecha, y así consumó su faena en medio de la locura en los tendidos.

Después del espadazo, el público en su conjunto exigió al buenazo de Brauny concediera la oreja, que le fue aplaudida en su triunfal vuelta al redondel.

Todavía más posicionado de su papel, Yussef, fue nuevamente a los medios, con una seguridad que se observaba desde Júpiter, y allí recibió a Triguero, con cuatro largas cambiadas de hinojos que enloquecieron literalmente al respetable.

¡Vamos!, algunos asistentes hasta se levantaron notoriamente emocionados para ovacionarle; y con ello, el joven yucateco, demostraba que se había adueñado del festejo.

Vino entonces la muleta, y aparecieron series con la derecha que condujeron por buen camino al debilucho bovino, pero pronto se agotó y, Yussef, tuvo necesariamente que detener su exposición para poner punto final a la propuesta.

Pero…

… pero ha estado fatal con el acero, y si bien pudo conquistar otra oreja, porque el público estaba irremediablemente con él, todo se quedó en el hubiera.

Sin embargo, no existe la menor duda de que si le vuelven a anunciar, el público volverá con gusto a verle torear, porque dejó una voluntad a raudales, inobjetable disposición y la apasionada entrega que convencieron a los ahí reunidos.

Sebastián Ibelles volvía a estar presente, y tuvo dos novillos, si bien debiluchos, pudo extraerles algunas series plausibles, con las que volvió a mostrar sus innegables cualidades.

Sólo que si la primera oreja, fue gracias a la insistencia de su maravillosa porra que le fue apoyar escandalosamente y pudo imponerse a toda la demás concurrencia.

La oreja de su segundo vendría tras algunos detalles sueltos, y una estocada contraria muy, pero muy baja que provocó además de calar al novillo, el consecuente vómito sanguíneo.

Por ello, el público asistente le recriminó y de forma estentórea al buenazo de Brauny, esa reprobable pifia que abarata más al palco de la autoridad.

Y si en la vuelta le fue reclamado a, Sebastián Ibelles, el exceso del trofeo, cuando lo izaron para traspasar la puerta grande, el repruebo fue mayúsculo, y los gritos que le exigía que le bajaran porque la oreja era inmerecida, se escucharon estruendosamente.

Y todo, porque el oficioso del buenazo de Brauny, decidió también ondear su pañuelo sin que existiera un sustento para ello.

Se presentó el novillero madrileño, Francisco de Manuel, en la Monumental México, y no pasó mucho, algunos detalles aislados en sus dos toros. Me queda claro que pudo haber hecho más, porque le conozco desde que debutó de novillero en Madrid, y le he visto triunfar ahí.

No pasó nada y eso lo debe llevar a la reflexión, viajar 11 horas para que no pase nada, creo que es una aberración.

Al final, ya en los mentideros taurinos, todos elogiaban la loable actitud, pasión y entrega del joven yucateco, Yussef Hernández Medina, y les asiste la razón, como sentenció el Popol-Vuh, escogió el camino correcto, porque lo hizo con el corazón.

¡Dígase la verdad… aunque sea motivo de escándalo!

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@PERIODISTAURINO 

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